Samsung Galaxy Book2 Pro: velocidad y prestancia con peso pluma

De un tiempo a esta parte, Samsung había dejado de traer computadores portátiles por estas latitudes. Quizás ante la dura competencia que presentan los más grandes fabricantes globales, como Lenovo, Dell o HP, la marca coreana decidió enfocarse durante estos últimos años en otras líneas de negocio. Aunque mal no les ha ido, esa pausa se acabó.

Su renovada línea de laptops, la Samsung Galaxy Book, fue presentada oficialmente en la pasada Mobile World Congress de Barcelona, y poco a poco ha ido llegando a los mercados de todo el mundo, Chile incluido. A la larga, esta familia de notebooks del 2022 sigue la senda presentada el año pasado en algunas latitudes. Ahora, eso sí, la apuesta está actualizada con un nuevo integrante. Quizás haya sido la pandemia, y el explosivo aumento del trabajo y las clases a distancia que ella generó, lo que provocó esta decisión. Así parece al revisar ciertos detalles del modelo como la cámara, uno de los elementos que más relevancia cobró para nuestra vida online en estos últimos dos años, y que la marca aquí se encargó de renovar.

La idea de Samsung no es reinventar la rueda sino fabricar aparatos sumamente convenientes, sólidos y confiables. En este regreso destacan su modelo base, el Galaxy Book2 Pro —que es el que revisaremos— y una interesante versión 2-en-1. La experiencia, digámoslo de antemano, fue sumamente agradable.

• Dimensiones: 55,4 x 225,8 x 11,7 mm
• Peso: 1,1 Kg
• Pantalla: AMOLED 15.6″
• Procesador: Intel Core i7-1260P 12ª Generación @ 2.1 – 4.6 GHz
• GPU: Intel Iris Xe
• Pantalla: 15,6″ AMOLED FHD 1920x1080 @ 60 Hz
• Memoria: 16GB RAM LP DDR5
• Almacenamiento: 512GB SDD
• Multimedia: Parlantes Estereo AKG / Audio Dolby Atmos / Cámara 1080p FHD
• Conectividad: Bluetooth v5.1 / Wi-Fi 6E (Gig+)
• Entradas: 1 HDMI / 1 Thunderbolt 4 / 1 USB Type-C / 1 USB3.2 / MicroSD / 1 jack 3,5mm
• Sistema operativo: Windows 11 Home

Seamos categóricos y subrayémoslo de entrada: este laptop es una pluma. Con sólo poco más de un kilo —pesa exactamente 1.110 gramos—, sorprende lo liviano que llega a ser para tener 15,6 pulgadas y media, e inmediatamente se instala la idea de que éste puede ser el portátil más ligero de su segmento. Muy probablemente, así debe ser.

Tal como sucede hoy con la mayoría de los dispositivos modernos —donde sacar el aparato de la caja y sus envoltorios, encenderlo y estar en menos de un minuto conociendo sus virtudes es algo común—, acá el desempaque rápido y placentero no fue la excepción. Aparte del laptop, dentro de la caja nos encontramos también con un adaptador de corriente de 65 watts, un cable USB-C y la documentación correspondiente. La bienvenida, una vez encendido, la da el nuevo Windows 11.

Al abrir el notebook (algo que se puede hacer con una mano) inmediatamente se hace notoria su excepcional pantalla AMOLED full HD de generosas 15.6″. Sin configurar nada, nativamente destacan los colores, brillos y contrastes. Si bien el sonido no es tan, tan potente, sus dos parlantes AKG Harman y su software Dolby Atmos sí suenan con una claridad sorprendente. Además, el sistema de audio posee cancelación de ruido y otras mejoras.

En el costado derecho del Galaxy Book2 Pro nos encontramos con una siempre bien recibida entrada Jack 3.5″ para audífonos, junto a una USB y otra MicroSD. Al costado contrario tenemos un puerto HDMI, una entrada USB-C y un puerto Thunderbolt 4, además de un indicador LED. Buena y variada selección, a pesar de lo delgado de su chasis.

En resumen, tenemos aquí un diseño sofisticado, elegante e incluso minimalista.

Ya desde el momento en que uno posa el dedo en el lector biométrico, en la esquina superior derecha del teclado, el GalaxyBook2 Pro se activa y comienza a volar gracias a su procesador Intel Alder Lake de última generación y a una nueva arquitectura de núcleo híbrido que, junto a un buen disco de estado sólido y un sistema de enfriamiento, permite que cualquier aplicación o carga de trabajo se realice velozmente y sin ningún tipo de contratiempos. Todo eso, además, con un considerable ahorro energético. El multitasking se desliza como mantequilla sobre el pan caliente y, en general, el rendimiento del aparato se sostiene sin problemas.

Despertar el laptop con el lector biométrico es una brisa y funciona rápidamente. En ese sentido, se nota que Samsung puso una capa extra de seguridad en los distintos procesos de uso de su aparato. Es más, todo está optimizado para que el vínculo con un smartphone Samsung (en verdad, con cualquier dispositivo Android) sea perfecto. Incluso, puede transformarse en una “segunda pantalla”, visualizando lo que uno tiene en el celular e incluso acceder y controlar todas sus funcionalidades.

Con más de 15 pulgadas, resolución full HD y panel AMOLED, la pantalla es un placer a los ojos. Tanto el brillo como el contraste funcionan muy bien en situaciones exteriores de mucha luz, por lo que se puede usar sin problemas en espacios abiertos o bajo el sol de invierno. Ahora, si bien su pantalla permite un buen visionado de contenido audiovisual e incluso correr una considerable cantidad de videojuegos (aunque nada de alta demanda gráfica, aclaremos), es obvio que el enfoque del GalaxyBook2 Pro está orientado hacia la productividad, ya sea laboral o académica, porque su portabilidad es quizás su principal característica.

Como anticipábamos, un detalle que destaca de entrada es su cámara frontal. En general, uno da por sentado las cámaras que vienen en un laptop: suelen ser camaritas de hasta 720p que siguen proyectando un retorno granulado en la imagen. A estas alturas, y considerando cómo ha avanzado el teletrabajo y las reuniones a distancia —y por lo tanto la importancia de contar con una buena webcam— hace rato que a esta característica le hacía falta un upgrade. Por fin, acá ha ocurrido. Samsung no sólo se la juega con una cámara full HD de hasta 1080p, sino que además posee un sensor de inteligencia artificial que se queda siempre en la persona, enfocándola en todo momento.

El teclado es cómodo y está muy bien distribuido, aprovechando las amplias dimensiones de la pantalla. Incluso, hay espacio para un completo teclado numérico, como siempre ubicado al costado derecho de la zona alfanumérica.

Lamentablemente, hay detalles que de repente frenan o entorpecen la escritura, como la ubicación de ciertos botones, como los direccionales o la tecla de borrado que, a ratos, pueden llegar a confundir al usuario. De todas formas asumimos que, al final, solo es cosa de costumbre. Por su parte, el trackpad es bastante generoso en su tamaño, así que permite desplazarse por la pantalla con gran amplitud y comodidad para los dedos.

Como buen producto Samsung, el laptop viene con todo el software y las apps de la marca. Tristemente, eso también incluye pruebas de antivirus (¡basta!) y otros programas a los que uno tarde, mal y nunca echa mano y que no aportan mucho a la experiencia.

La batería también es un gran detalle a destacar. Atrás quedaron esas duraciones que con suerte, si uno lo ocupaba con el mínimo de brillo y sin exigirle demasiado, podían alcanzar ocho o nueve horas. Este modelo, gracias a toda su eficiente arquitectura, es capaz de alcanzar cerca de 15 horas de duración. Es decir, casi dos jornadas completas de trabajo. Si a pesar de eso nos vamos quedando sin energía, la carga rápida permite volver a llenar la batería completa en poco más de una hora. Nada de mal.

En un momento en que las posibilidades de laptops son prácticamente infinitas, para todo tipo de usuarios, bolsillos y necesidades, Samsung astutamente crea un dispositivo a la vez elegante, poderoso y, especialmente, muy liviano y delgado. Esto lo hace destacar de inmediato dentro de la dura competencia de los computadores portátiles.

Si a eso le sumamos su precio, estamos entonces ante una muy significativa y atractiva oferta de valor, que combina lo mejor de la industria en un laptop súper equilibrado. E insistimos, agradablemente ligero.

Nota: ⭐⭐⭐⭐⭐

*Los precios de los productos en este artículo están actualizados al 28 de junio de 2022. Los valores y su disponibilidad pueden cambiar.