Aunque la modernidad nos ha ido liberando del yugo de las tradiciones, esas que nos obligaban a hacer —o no hacer— ciertas cosas durante determinadas fechas, la caída de los rituales a veces genera el efecto contrario: las ganas de seguir participando de esos ritos, al menos simbólicamente, y así llenar el vacío cultural en el que nos tiene esta larga posmodernidad.

Ya pocos podrían sentirse culpables o mal mirados por hacer un asado en semana santa, pero a pesar de que solo el 45% de la población chilena se considera católica —y de que muchos menos practican la religión al pie de la letra—, son bastante más los que siguen aprovechando estas fechas para cambiar las carnes rojas por las blancas o rosadas del pescado y los mariscos.

A lo mejor no es más que una excusa para variar en el menú, pero sea cual sea el motivo, para quienes estén pensando en hacer un ceviche para el viernes santo, unas machas a la parmesana, una reineta al horno o un copioso mariscal, acá va una selección de locales y emprendimientos que entregan productos del mar a domicilio en la Región Metropolitana, recomendados por cronistas gastronómicos y el equipo Práctico.

1) Caleta Mister Fish

Tanto la cronista Ana Rivero como nuestro columnista Álvaro Peralta recomendaron la Caleta Mister Fish, el servicio de venta de pescados y mariscos del conocido restaurante del mismo nombre, especializado en frituras y ceviches. Aunque su local tiene un buen delivery de platos preparados, en su tienda se pueden encontrar una gran variedad de productos frescos y congelados, desde salmón premium ($12.900 el kg) y merluza austral ($10.900) hasta trucha ($10.600, congelada), congrio ($13.200), pejerrey ($8.900), además de mariscos como erizos ($14.500 los 500 g), locos cocidos ($24.900 las 15 unidades), ostiones ($5.900 las 10 un.) y choritos ($3.200 el kg).

Reparten solo en la RM, en un radio de 12 kilómetros desde Ñuñoa, y normalmente el pedido llega en menos de 24 horas: si se compró en la mañana, prometen que estará durante la tarde. También, si la idea es tener comer el producto fresco, se puede programar el despacho para el día y horario preferido.


2) Con Agallas

Este emprendimiento, que creció muchísimo después del primer confinamiento —y que recomendamos hace un año para abastecerse de productos del mar—, sigue funcionando con un surtido muy amplio y diverso, que cambia semana a semana según lo que les vaya llegando de las distintas caletas del país.

Por eso lo sugiere Ana Rivero, ya que su foco es el producto fresco y endémico, basado en la captura artesanal y sostenible. Para conocer qué especies o cortes están disponibles, hay que entrar al sitio los martes y jueves, que es cuando actualizan la carta, o estar pendientes de su Instagram, donde anuncian las novedades.

En congelados, la variedad de Con Agallas no es tan grande, pero se pueden encontrar camarones nacionales y gambas de Coquimbo ($15.000 el kg), y también anchoas de Arica ($5.000 los 100 gr). En cuanto a los frescos, el último fin de semana tuvieron el kilo de filete de Albacora a $14.000.

Todos los pedidos y consultas se hacen por WhatsApp, y reparten solo en la RM (hay que consultar por el precio del despacho —que va entre los 2 y 3 mil pesos— y si llegan a la dirección solicitada).


3) Felipez

Otro que tuvo que reconvertir su negocio por la pandemia, para felicidad de los fanáticos del producto marítimo, como Álvaro Peralta, fue Felipe Marco, que hasta el año pasado abastecía solo a prestigiosos restaurantes y cocinas, como La Mar o Boragó. Ahora, bajo el nombre de Felipez Delivery, también lo hace a personas y a domicilio.

Reparte a todas las comunas, previo contacto a través de WhatsApp, y no solo productos frescos o congelados, sino también platos preparados, como quiches de verduras y camarón (a $11.900), ceviches ($6.990) o machas a la parmesana ($6.490 las 10).

El pescado fresco solo lo vende en filetes y por kilos: el de salmón está a $10.500, el de reineta a $8.900 y el de merluza austral a $10.200, según disponibilidad. El delivery es gratis, pero la compra mínima es de dos kilos.


4) Bahía Salado

¿Aburrido del marisco en lata? Las cuarentenas nos han obligado a cambiar nuestros hábitos de consumo, y los escapes a la feria, la pescadería o el mercado para abastecerse de productos frescos se han tenido que limitar. Pero para quienes no pueden dejar de comerse un erizo, un pastel de jaiba o ese shot directo de mar que es el piure, como la cronista Ana Rivero, la marisquería Bahía Salado, que tiene su local en Providencia, también reparte a domicilio.

Su Instagram no se actualiza muy a menudo, pero por WhatsApp están atentos a responder cualquier duda respecto a la carta, los precios y el despacho. Su especialidad, como lo dice el nombre de su sitio, son los erizos, pero también tienen siempre stock de pulpo —fresco y cocido—, locos, cochayuyo, camarones, machas y también pescado.


5) El Señor de las Provisiones

Sugerido por Peralta, El Señor de las Provisiones es un emprendimiento que reparte productos frescos en la RM, sellados al vacío, además de algunos platos hechos, como ceviches, locos cocidos o congrio frito.

Por su Instagram uno se puede ir enterando de las novedades, como también de algunas recetas o ideas para preparar estos productos. Los pedidos, eso sí, se hacen a través del WhatsApp: +569 6616 6920.


6) Maribérico

No nos olvidamos de los que aman el pescado y el marisco pero no se llevan bien con la cocina. Para ellos Maribérico puede ser una buena opción, con una gran variedad de platos preparados, para una, dos o incluso ocho personas.

Hay lasañas con salsa de mariscos, pasteles de jaiba, machas y ostiones a la parmesana, chupes de loco, camarones apanados o carpaccio de salmón, con despacho a casi toda la RM y reparto gratuito a través de Rappi y PedidosYa con el codigo MARIBERICO21.

También tiene productos frescos —como salmón, atún, reineta y corvinilla—, snacks premium y postres de elaboración propia, como panacottas y tiramisú.


*Los precios de los productos en este artículo están actualizados al 29 de marzo de 2021. Los valores y disponibilidad pueden cambiar.