Sony WF-1000XM4: audífonos con inteligencia y sonido superior
La compañía japonesa abre un portal hacia el futuro con un modelo que entrega placer y soluciones de calidad. Aunque en ciertos puntos su sofisticada inteligencia tiene un doble filo.
Ya van unos cuantos años desde que las compañías tecnológicas compiten en la elaboración de dispositivos multifuncionales – ya no basta con hacerlo bien en una sola tarea. Algunos de estos sorprenden con relaciones insospechadas respecto a su función central, desde los teléfonos móviles —hoy verdaderos computadores de bolsillo— hasta los relojes que miden el nivel de estrés o los anteojos de sol que permiten escuchar música.
Otros gadgets, como los audífonos, tienen una historia más prolongada y son menos rebuscados: aparte de escuchar, permiten hablar. Hasta no tanto tiempo atrás se conocían como los “manos libres”, pero han evolucionado mucho desde entonces. Cerca de la cima de ese escalafón evolutivo se encuentran los WF-1000XM4 de Sony. Unos auriculares cuya inteligencia es tan alta que, en ciertos puntos, ella se convierte en su propia enemiga. A fin de cuentas, eso sí, responde con creces y calidad en la materia que aúna a todos estos dispositivos que se llevan el apellido smart: ofrecer soluciones prácticas en el quehacer diario.
Aunque para beneficiarse de sus bondades es posible que sea necesario sortear algunos obstáculos primero.
Especificaciones
Tipo: Audífonos earbuds
Peso: 41 gramos.
Tamaño diafragma: 6 mm.
Audio HQ: Sí.
Formatos de audio compatible: SBC, AAC, LDAC.
Cancelación de ruido: Sí.
Frecuencia: 20 Hz - 20.000 Hz (muestreo de 44,1 kHz)/ 20 Hz - 40.000 Hz (muestreo LDAC de 96 kHz, 990 kbps)
Material de la almohadilla: Sintético.
Compatibilidad: Universal.
Conectividad: Bluetooth 5.2.
Duración de batería en comunicación continua: 5,5 horas (con la cancelación de ruido encendida)/ 6 horas (con la CR apagada).
Duración de batería reproduciendo música continua: 8 horas (con la CR encendida) / 12 horas (con la CR apagada).
Micrófono: Sí.
Resistente al agua: Sí.
Primeras impresiones
Los WF-1000XM4 son auriculares del tipo earbuds, es decir, se insertan en el pabellón de la oreja, sin llegar al canal auditivo y cuentan con tecnología True Wireless Stereo (TWS), por lo que no hay un sólo cable en su funcionamiento. Es decir, totalmente inalámbricos.
Su tamaño es relativamente pequeño. De hecho, es 10% menor que su versión anterior, los WF-1000XM3. A quienes utilizan audífonos in ears puede que les parezcan más grandes de lo que acostumbran, pero hay un detalle relevante en esto: no pueden ser tan pequeños, ya que un buen transductor y/o controlador, además de otras esenciales piezas de hardware, requieren de cierto espacio. Si ves un earbud muy chico, sospecha de su calidad.
Por otro lado, los WF-1000XM4 tienen un diseño ergonómico, lo que les permite ajustarse de buena manera a las orejas. Además, vienen con tres tamaños de almohadillas, para intercambiarlas según sea la necesidad.
Al utilizarlos, la sensación es bastante cómoda, pese a lo que significa llevar un brote —como sugiere el sufijo bud en inglés— en cada oreja. Se siente macizo pero no deja de ser ligero (pesa sólo 41 gramos). Hacia el exterior, además, pasan totalmente desapercibidos, a menos que alguien te haya puesto el ojo (lo que pueden ser muy buenas noticias… o tal vez, muy malas).
Los WF-1000XM4 incluyen un estuche o funda que, además de proteger a los audífonos de golpes y suciedad, sirve principalmente como cargador inalámbrico. Gracias a su tecnología Qi, ofrece 16 horas de carga adicionales a las 8 que los audífonos pueden acumular por su cuenta. Y si se está apurado, basta enchufar 5 minutos el estuche con los audífonos dentro para obtener una hora extra de batería. Un detalle que puede sacarte de un apuro y que ofrece tranquilidad, confianza y mucha autonomía. Por lo demás, el estuche es de un tamaño preciso para llevar en un bolsillo sin incomodar.
En funcionamiento
Los auriculares se activan en cuanto se les saca del estuche, y cuando están nuevos buscan automáticamente el emparejamiento vía Bluetooth. Si están usados y se necesita conectar a una nueva fuente, basta tocar la superficie de ambos audífonos al mismo tiempo. Los WF-1000XM4 se comandan de forma táctil y, en algunas funciones, también por voz: es compatible con el asistente de Google y con Alexa.
La usabilidad touch es sencilla. Mantiene el lenguaje que se ha universalizado para este tipo de dispositivos, una especie de clave Morse donde el auricular derecho es el centro de mando y un golpe en él sirve para dar play o pausar la reproducción. Con dos golpes se adelanta y con tres se retrocede. Lógica similar para controlar las llamadas entrantes. Como la coraza está fabricada con un plástico duro, el tacto constante puede ser un tanto molesto para el oído a lo largo de la jornada.
Tras vincularse al dispositivo fuente, los audífonos están listos para amplificar el sonido. Si bien es compatible con todas las plataformas de streaming, Sony promueve el uso de aquellas que ofrecen audio de alta calidad, como Tidal, Deezer y Nugs_net. Esto se debe a que los WF-1000XM4 son compatibles con formatos más complejos, como SBC, AAC, LDAC, una de las características distintivas del modelo y que se reflejan en su precio final.
Sin embargo, una vez iniciada la reproducción nos encontramos con un problema: la música se detendrá al menor ruido que emitas en tu boca. Si saludas a alguien, retas a tu mascota o tarareas la melodía que estás escuchando durante el paseo, la pista se detendrá. La “culpable” es su función Speak to chat, una herramienta inteligente que identifica y detecta la voz del usuario —diferenciándola de la del resto de la gente—, y que se encarga de pausar cualquier reproducción a la menor palabra que digas. Su objetivo es que cuando quieras conversar con alguien no haya necesidad de quitarse los earbuds ni tampoco de abrir el teléfono para detener la música.
La función puede ser útil, no cabe duda, pero es un error que esta se encuentre activada por defecto. Para los desprevenidos que no estén al tanto de esta característica, Speak to chat puede transformarse en una verdadera pesadilla de ciencia ficción, con la máquina inteligente transformada en una psicópata, dispuesta a volverte loco antes de aniquilarte. Además, entre tantos detalles y modalidades que se encuentran en Music Center, la app de Sony para controlas los audífonos, no es sencillo ubicar la opción para gestionarla.
Pero una vez solucionado el problema —como toda relación que necesita un remezón para entender los términos sobre la cual se basa y poder disfrutar del amor—, desde ahí todo mejora.
La calidad de audio
La tendencia, actualmente, es ir en busca de la alta calidad de audio y popularizar esa “necesidad”. Algo que ha puesto contra las cuerdas a algunas plataformas como Spotify, que pese a su promesa de ofrecer contenidos en HQ, está al debe en la materia. Por ello, este servicio no aparece en las recomendaciones de Sony para el uso de sus audífonos de gama alta —como lo son los WF-1000XM4—, porque de otra manera no se les podrá sacar el provecho suficiente.
Formatos como SBC, AAC y LDAC ofrecen una escucha muy similar a la de un CD. Todos de alta calidad y sin pérdida de datos, lo que significa que puedes escuchar los detalles de los detalles: arreglos de cuerdas, vientos o percusiones con todos sus matices. En ese sentido, este modelo cumple a cabalidad.
De partida, consigue un equilibrio muy satisfactorio en la relación de medios, agudos y graves. Estos últimos están súper controlados, no generan distorsión ni hacen saltar los audífonos, pero con una intensidad precisa, haciendo del kick de bombo, por ejemplo, un disfrute aparte. La vibración del bajo, por su lado, va directo al oído, como corresponde.
Ofrecen además una muy buena dinámica, considerando el tamaño de sus controladores (sólo 6 milímetros). Todo un desafío para este tipo de audífonos pequeños, que no tienen el espacio para integrar un hardware mejor capacitado y que ofrezca mayores niveles en cuanto a rango y dinámicas. Una diferencia que también se da entre los auriculares wireless y con cable: estos últimos suelen tener una mejor transmisión de datos, y por ende ofrecer una calidad de audio sólida. Sin embargo, la conectividad Bluetooth 5.2 que posee este modelo de Sony garantiza una excelente estabilidad y fluidez, acortando mucho esa brecha.
De todas maneras, si no se tiene una cuenta en Tidal, Deezer u otra plataforma con sonido hi-fi, Sony tiene una solución: su inteligencia artificial DSEE Con Edge-AI y la DSEE Extreme (Digital Sound Enhancement Engine), con la que mejora los archivos digitales de música comprimida en tiempo real, restaurando frecuencias pérdidas producto de la compresión. Una función que en modelos de parlantes no tiene buenos resultados —genera un efecto room con altos niveles de saturación— pero que en los audífonos WF-1000XM4 sí los consigue, realzando la experiencia de escucha.
Gran cancelación de ruido y otras funciones
A lo anterior, Sony suma elementos y funciones como la cancelación de ruido, un aspecto en el que la compañía japonesa dice ser líder. Más allá de intentar comprobar eso, podemos decir que aquí funcionan de muy buena manera. Hay que considerar que los audífonos no cubren toda la oreja, pero sin embargo cancelan lo suficiente como para permitir desconectarse del exterior y sumergirse en la música, en la serie o película, o no distraerse de lo que está hablando el gerente general durante la reunión de trabajo.
El éxito de esta función se debe al nuevo procesador V1 que Sony integró en la nueva versión de este modelo, dándole mayor rendimiento a su chip QN1e, responsable de la cancelación del ruido. Lo interesante es que los WF-1000XM4, además de tener cancelación de ruido, también dejan a disposición la función de Quick Attention, que permite el ingreso de una cantidad de sonido ambiente. Esta función puede ser útil en situaciones de espera, cuando queremos escuchar música pero también estar atentos a la entrega de información —un turno en la farmacia, una consulta al médico o simplemente si se va caminando por la calle y se quiere estar alerta de lo que ocurre alrededor. Para elegir una función u otra —no se pueden tener las dos desactivadas—, basta un toque al auricular izquierdo.
Donde Sony tiene una propuesta de avanzada en cuanto a inteligencia artificial es en la función de control de sonido adaptativo. Básicamente, los audífonos detectan las situaciones y lugares en los que uno se encuentra y según el entorno ajusta sus niveles y activa automáticamente otras funciones, como la cancelación de ruido. Son tres los escenarios base de esta función: si estás viajando, caminando o esperando. Por ejemplo, si vas en el transporte público rumbo a la oficina, en horario punta, el sistema lo detecta y activa la cancelación de ruido, además de realzar ciertas frecuencias para que te sumerjas en el sonido y olvides que vas como sardina. Incluso, los WF-1000XM4 están capacitados para aprender y reconocer los lugares que más visitas, de manera que tengan una configuración de sonido automatizada para cada uno de estos. Extraordinario.
Si estas funciones son demasiado invasivas para ti —hay que permitir el acceso permanente a la ubicación, entre otras cosas—, también existe la opción de algo más convencional: en la app Music Center se puede encontrar el ecualizador, que viene con diversas EQs predeterminadas, así como la opción de mezclar manualmente.
Llamadas y videollamadas
El buen rendimiento de la escucha se replica en los contextos de llamada o videollamadas, donde los cuatro micrófonos de los WF-1000XM4 —dos de ellos multidireccionales— toman mayor protagonismo, demostrando una sensibilidad asombrosa. Incluso, poseen un sensor de conducción ósea, encargado de identificar si estás hablando o emitiendo el mínimo ruido a través de la vibración que se produce en tus huesos.
Advertimos que esto puede llegar a un nivel extremo de fijación, como en la experiencia de la función Speak to chat, por lo que si se va a mantener activa, más vale que el silencio sea sepulcral si no se quiere pasar malos ratos en vano.
Fuera de ello, el nivel de captación de la voz es impecable, a un nivel de nitidez brillante. La conectividad Bluetooth 5.2 permite, en el caso de las videollamadas, una excelente relación de audio en tiempo real, sin delays, y con una buena definición de las voces de terceros.
Además, contestar y terminar una llamada entrante, desde los auriculares, también es sumamente sencillo, lo que da sentido a la promesa de las “manos libres”. A todo esto, se agrega la opción de activar la cancelación de ruido, para evitar el ruido externo y permitir una escucha más nítida.
Veredicto Práctico
Sony ofrece en los WF-1000XM4 una visión de futuro que se entiende desde la lógica de la hiperconectividad a toda hora. De hecho, el modelo está pensado para utilizarlo el mayor tiempo posible y que quitárselos sea innecesario. De esta manera, se proyectan no como un objeto ajeno sino como una extensión del individuo, un brote en las orejas que surge como parte de la evolución del ser humano.
Por lo mismo, para sacarle el mayor potencial a este modelo es necesario comprometerse de lleno con él. Primero leyendo el tutorial, algo que solemos evitar y que no acostumbramos a hacer en el caso de unos audífonos, pero que acá se hace indispensable para un uso correcto y conocer las múltiples funciones que ofrece. Segundo, estar abierto a entregar suficiente información privada —como permitir el acceso permanente a la ubicación, fotografías del rostro y orejas, entre otras— para permitir que los audífonos y sus modalidades se adapten tanto a nuestras necesidades fisonómicas como a las conductuales.
Este modelo, entonces, es ideal para personas hiperactivas, en constante movimiento y con permanente conexión a su trabajo, que tienen ya una buena relación con la tecnología, en especial con aquella “inteligente”. Por el contrario, quienes temen o no se entiendan bien con las nuevas dinámicas tecnológicas pueden terminar algo desconcertados con la usabilidad y el bombardeo de posibilidades que estos incluyen.
Si bien aún hay funciones que parecen excesivas o no convencen del todo —como el Speak to chat—, los WF-1000XM4 son la demostración de una búsqueda avanzada hacia la inteligencia superior. Aunque a veces se torpedea a sí mismo, devela un camino hacia el futuro cuyo potencial aún estamos por conocer. Por ahora, vemos unos audífonos que cumplen con creces tanto en su sonido —potente y de alta calidad, tanto en la recepción como en la emisión— como en su gran versatilidad y capacidad de adaptación para los diversos escenarios.
Nota: ⭐⭐⭐⭐⭐
*Los precios de los productos en este artículo están actualizados al 12 de mayo de 2023. Los valores y disponibilidad pueden cambiar.
Comenta
Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.