Existen varias razones para no atreverse a terminar una relación y seguir en un matrimonio o pololeo que no nos está haciendo bien: miedo a estar solos, ansiedad frente a los cambios o creer que no volveremos a encontrar a alguien mejor, son algunas de las barreras que nos impiden dar el paso. Pero, ¿estirar el chicle para qué? ¿No es mejor guardar buenos recuerdos de una persona, a que empezar a sentir emociones negativas que repercutirán en la vida de ambos?
Para Mónica Gabler —psicóloga del centro de psicoanálisis Ipsis— es importante considerar que cuando se instala la idea de terminar una relación, ya sea porque te enamoraste de otra persona o porque quieres cosas distintas para tu vida, hay que aceptar que se desencadenará un duelo. "La elección de pareja es un reflejo de cómo soy yo, nos muestra lo que yo necesito o lo que no quedó resuelto en mi infancia o adolescencia. Siempre se busca en el otro algo que yo no tuve. Entones cuando te das cuenta de que tenías ciertas expectativas puestas en una relación y esas no se están resolviendo, empiezas un duelo", dice.
Lo importante, agrega Gabler, "es no tener miedo a enfrentarse con las emociones y verbalizar lo que nos está pasando". Para eso, recomienda seguir estos consejos:
1. ¿Cómo me siento?
Muchas personas se cuestionan su relación cuando se dan cuenta de que el otro no va a lograr cumplir con las expectativas que se tenían en mente al momento de partir. Y es ahí cuando hay que preguntarse: ¿qué me está dando esta relación?, ¿qué está haciendo el otro por mí? Esto permite aterrizar la idea de amor romántico y comenzar a identificar cuáles son las emociones que están latentes y que te están haciendo pensar en terminar con esta persona. Pregúntate: ¿cómo te sientes?, ¿tienes pena, angustia, rabia? Identificar y reconocer las lo que te está pasando permite gestionar mejor las decisiones futuras.
2. Lo bueno y lo malo
Antes de terminar, mirar la relación y comparar los aspectos positivos (y sanos) con los negativos (y tóxicos). Así se podrá tener una mayor claridad de por qué estoy terminando y no llegar con evasivas. Porque a veces pasa que no estoy satisfecho o contento en una relación, pero no logro identificar qué me pasa —salvo en situaciones donde hubo infidelidad o violencia, que está clarísimo— entonces hacerlo permite tener una visión más objetiva sobre la decisión que voy a tomar. Es importante hacer ese balance.
Por otro lado, es fundamental verbalizar lo que estoy sintiendo. Parte de las dificultades que se ven en adultos, adolescentes y niños, es que les cuesta poner en palabras lo que les pasa. Esto es clave.
3. Dar espacio para conversar
-Es importante mantener la idea de cuidarse y de cuidar al otro. Respetar la relación que hubo. Por lo tanto, a la hora de elegir un lugar —ya sea hayas estado en una relación de seis meses, dos años o tuviste hijos— no olvidar que esa persona ocupó un espacio importante en tu vida y merece un espacio donde poder escuchar las razones del término con total honestidad. Esto no solo permitirá que tú elabores tu duelo, sino que la otra persona también pueda comenzar ese proceso. Me ha pasado que llega alguien a mi consulta sin entender por qué su pareja lo dejó y nunca más lo volvieron a ver. Hay personas que terminan relaciones por WhatsApp y desaparecen completamente. Esta situación complica el duelo del despechado porque se asemeja a cuando se te muere alguien y no encuentran su cuerpo —como en el caso de personas secuestradas o desaparecidas—, lo que hace conservar la esperanza de que algún día puede volver. Terminar una relación por WhatsApp es que no te importa cuidar del otro y es hasta violenta.
-Por otro lado, es razonable de que al querer terminar una relación no te atrevas o no te de el ánimo para juntarte con la persona, pero por lo menos una llamada por teléfono permite tener una conversación y poder despedirse en los mejores términos posibles. Dos cosas claves para poder empezar a cerrar el ciclo.
-Elegir un espacio neutro para conversar donde los dos se sientan cómodos. Evitar la hora de almuerzo en el trabajo o la casa de uno de los dos, ya que estos lugares quedan con carga negativa.
-La persona que está terminado debe ser honesta en la conversación y tratar de no dañar al otro. Por ejemplo, decir: "siento que no vamos a ninguna parte…", "no me siento contenta y prefiero terminar a que alargar una relación…". Jamás inventar cosas como "me voy a vivir fuera de Santiago…", eso al final se descubre y además de hacer daño, dificulta el duelo.
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Ilustración: César Mejías[/caption]
4. ¿Una relación después del fin?
Al momento de conversar el término, definir si les gustaría mantener una relación de amistad. ¿Conservamos un vínculo? ¿Cómo va a ser ese vínculo? Hay parejas a las cuales les resulta tener una relación con sus ex después de haber cortado y lo logran bien. De igual forma, si la pareja decide seguir siendo amigos es importante darse un tiempo de duelo, un par de meses, ya que si la amistad se da de inmediato uno de los dos puede confundir la nueva relación y pensar que van a volver, generando mayor sufrimiento.
5. Activar red de apoyo
Independiente de si tú eres quien termina la relación o eres a quien patean, es importante activar la red de apoyo o reconstruirla o empezar a construirla. Hay personas que lo pasan muy mal al terminar con alguien porque los invade la culpa, entonces de igual forma necesitan reconstruir su vida y apoyarse en otros.
6. Después de la tormenta
-Darse el tiempo para llorar y aceptar el cambio en la vida. Hay personas que terminan y comienzan a salir, se llenan de actividades y después les viene el bajón. Por lo tanto, es importante seguir el ritmo de las emociones, no evadir, no imponerse cosas. Si necesitas estar más en tu casa, quédate en tu casa. Si necesitas estar con tus amigos cercanos, llámalos y habla con ellos. Hay que darse un tiempo y conectarse con las emociones.
-Se espera que el primer mes uno esté más triste por el término de la relación, donde muchas veces el solo hecho de pensar en la otra persona te hará llorar. Sin embargo, al segundo mes se debería producir una baja de intensidad de esas emociones. Si ellas siguen igual de intensas que el primer día hay que encender las alarmas y acudir a un experto, porque eso significa que algo no está evolucionando correctamente. Esto puede deberse a que hubo mucha dependencia emocional en la relación o porque la persona afectada tiene dificultades previas para enfrentar los duelos.
-Visualizar quién eres sin esta otra persona: reestructurar la vida, rearmar círculos de amistad. ¿Qué quiero hacer con mi vida? Este punto es clave para poder retomar las ganas de volver a estar con otra persona o de qué manera proyecto mi vida.
Sobre la autora:
Periodista de La Tercera.