Las últimas semanas, en términos de organización han sido difíciles para quienes tenemos hijos. El jardín al que van mis hijas - con justa razón- ha modificado sus horarios para que las parvularias puedan trasladarse en horarios menos colapsados y la persona que me ayuda en mi casa también vio modificados sus tiempos de traslados. Es decir: ninguna certeza de quién las cuidará y en qué horario, sobre todos en los días más álgidos. Por lo mismo, varios días tuve que trabajar desde mi casa con mis hijas al lado y, la verdad, no fue fácil. Si en la oficina me demoraba un minuto en contestar un mail, en la casa me podía demorar hasta 45 minutos en terminar de redactarlo. "Mamá, quiero agua", "mámá, ¿qué estás haciendo?", "mamá, mi hermana me pegó". Y así...
Lo bueno, es que hoy los papás y mamás que trabajamos tenemos alternativas. Cada vez son más las personas optan por conciliar su vida laboral y familiar, y ante eso el mercado ha sabido adaptarse ofreciendo espacios nuevos que permiten ayudar a padres que trabajan y que, al mismo tiempo, deben cuidar a sus hijos. Aquí, algunos buenos datos.
https://www.latercera.com/practico/noticia/ser-freelance-guia/852741/
Ser ordenada con los tiempos
Bárbara Achondo (37) es ingeniera comercial y mamá de 2 niños (5 y 2 años) y hace 2 años decidió emprender con Game Lab, empresa que desarrolla simuladores de managment para adultos, para poder conciliar su vida familiar con su trabajo. Se instaló en septiembre de 2017 en la casa de emprendimiento colaborativo Casa Có en Las Condes, y al mes nació su segunda guagua. "Con mi hijo de apenas una semana ya estaba 100% dedicada a mi emprendimiento. Lo llevaba en un fular y trabaja con él de 9 a 15 hrs. Pasé por muchos co works antes y los niños incomodan. Aquí no solo me sentí acompañada, me sentí cómoda. Si tenía una reunión o la guagua lloraba mientras hablas por teléfono, alguien la tomaba en brazos y la hacía dormir. Hacer tribu es clave cuando hay que trabajar con los niños", dice.
[caption id="attachment_914010" align="aligncenter" width="900"]
Ilustración: César Mejías[/caption]
Para Bárbara la clave es ser ordenada, sobre todo si se está en la casa. "En la casa cuesta dejar de lado el aseo o la cocina, recomiendo dividir el día en bloques: trabajar, ordenar o jugar al 100% con ellos. Cuando los míos eran más chicos los ponía en un corral y les preparaba actividades, les ponía pasas en una caja de huevos para que las sacaran, cuando crecieron los dejaba pintando, mientras yo contestaba mails. No es fácil, pero no es imposible. Lo importante es encontrar un lugar amigable con la vida familiar", dice.
Salir de la casa
Hace un mes, y en pleno Providencia abrió CanGo, un cowork familiar en el que las necesidades de grandes y chicos están cubiertas. Se trata de un edificio de tres pisos: en la planta baja una zona infantil con juegos donde los niños son cuidados por educadoras de párvulos y son monitoreados por los padres a través de cámaras; en el segundo oficinas privadas y salas de reuniones y en el tercer piso un área cowork abierto. Todo pensando en las necesidades a las que su fundadora Paulina López (37) se enfrentó cuando nació su segunda guagua. "Trabajaba hasta muy tarde, quise buscar una forma de estar más tiempo con ellos. Intenté emprender desde mi casa, pero no podía concentrarme ni dos horas, ellos me demandaban mucho. Busqué un espacio para poder llevarlos y trabajar, pero en ese momento no encontré nada. Así se me ocurrió la idea", explica la ingeniera comercial.
https://www.latercera.com/practico/noticia/claves-para-buscar-colegios/831175/
Aquí, el ambiente es de trabajo, hay silencio, no se escuchan a los niños y la flexibilidad es la principal característica, hay planes por horas, semanales o mensuales, salas privadas para organizar una reunión si no se quiere recibir a un cliente en la casa y una sala de lactancia. Otra de las novedades es que funciona sábados y domingos para apoyar a los papás que deben terminar algo el fin de semana. El tiempo promedio de quienes van con niños es entre 3 y 4 horas al día, y reciben a menores desde un año o caminando firme.
Un modelo similar es el Muhu, un cowork y cobaby que se acaba de cambiar a El Golf. Ahí mamás y papás trabajan mientras un cuidadora está con los niños en una zona alejada. Reciben niños guaguas desde 7 meses, de lunes a viernes de 9 a 19 horas y tienen colados a la venta para los niños que deben almorzar. Para los padres que trabajan hay café ilimitado, impresora y scanner a su disposición. "Dada la contingencia, nos han aumentado las consultas, muchos colegios y jardines sin clases", dice Bárbara Álvarez (36) fundadora de este cowork familiar.
Cafés para niños
Otra alternativa son los cafés familiares, que en el último año se han multiplicado en diversas comunas y ciudades de Chile. La diferencia es que aquí el papá o la mamá están cargo de los niños, ya que no son guardería. Cobran una entrada que va desde los $3.500 pesos por tiempo limitado o ilimitado, según el lugar. En Providencia está el Có Café, que en diciembre abrirá su cowork; en Las Condes La Casa de Juliet; en La Dehesa, Peekaboo; en Vitacura Gluck y en La Reina Casa Alapa, donde los niños no pagan entrada.
Cómo entretenerlos en la casa
Si el plan es no salir, y evitar gastar plata, hay múltiples actividades para mantenerlos entretenidos, al menos, un par de minutos para poder revisar el mail. Daniela Calderón y Matile Iriarte, educadoras de párvulos y fundadoras del Jardín Alfalfa, aconsejan tener una caja especial para cuando los papás trabajan. "Si les pasamos los juguetes de siempre, dejan de ser entretenidos para ellos. Tiene que ser algo que no esté a su alcance y sea especial", dicen. Recomiendan masa mágica, figuras con imanes y puzzles para que construyan y estén entretenidos un buen rato o actividades más sencillas como pasarles tapas, hojas para recorten y lápices. Si hay patio, entregarles una batea con agua y un cucharón para que trasvasijen o un colador con harinas, sémola y arena, que puede ser un poco más sucio, pero nos ayuda a salir del paso. Lo más importante es que cuando la mamá o el papá terminaron de trabajar, la caja se guarda y no se usa nunca más.