Videojuegos online: diversión con distancia social

Han pasado algunos años —por allá a mediados de los 90s— desde que la posibilidad de jugar remotamente se hizo una realidad. Desde entonces, enfrentarse en un mundo virtual entrega cada vez más y mejores posibilidades de juego, competencia e interactividad entre usuarios que pueden —literalmente— venir de cualquier rincón del planeta.

Aunque jugar con amigos o conocidos es infinitamente mejor, la diferencia que se ha dado últimamente está no solo en los nuevos modelos y mecánicas de juego, sino también en la posibilidad de sociabilizar de manera profunda con otros jugadores.

Cooperativos, competitivos o grupales, acá va una breve lista con los videojuegos más populares de los últimos años y las diferencias que ofrecen entre sí.

Este es, sin duda, el género en línea más popular del momento, principalmente gracias al arrollador éxito de Fortnite. Estamos hablando de una fórmula común que pone en una partida a una centena de jugadores —amigos (preferentemente) o desconocidos— en un mapa que se va achicando progresivamente, a medida que los jugadores se van eliminando entre sí con diversas armas y estrategias. Obviamente, el último jugador que queda en pie gana la partida. Todos están basados en la película japonesa Battle Royale del mismo nombre estrenada el año 2000. Pero Fortnite, lanzado el 2017 por la norteamericana Epic Games, no fue el primero. Ni tampoco el único.

El título que inició la locura por esta modalidad de juegos en línea fue el Player’s Unknown Battlegrounds —más conocido popularmente como PUBG—, un videojuego modificado que fue adquiriendo vida propia a partir de un usuario anónimo, llamado “PlayerUnknown” en la red. Justo cuando estaba en la puerta del horno, Epic Games lanzó el Fortnite de manera gratuita y con bombos y platillos, y nunca más —hasta ahora— ha descendido de la cumbre de popularidad.

Esto dio pie a múltiples juegos clones que aprovecharon la mecánica para realizar sus propios títulos, todos con la misma premisa y con mínimas variaciones entre sí, como vistas entre primera y tercera persona, diferenciaciones gráficas, etc.

De esta manera, tenemos títulos como el Apex Legends, de Electronic Arts, y por supuesto, el Warzone de la saga Call of Duty, ambos en primera persona y más realistas. Por cierto, hay muchísimos más, casi todos gratuitos y disponibles prácticamente para todas las plataformas, incluyendo dispositivos móviles.

El videojuego comercialmente más exitoso de la historia ha logrado mantenerse muy saludable con los años gracias a su robusto modo en línea, que complementa y expande las mecánicas del Grand Theft Auto V (2013), última entrega de la popular saga delictual de mundo abierto creada por Rockstar Games. De alguna manera, este modo en línea es uno de los mejores para personas que usualmente no gustan de jugar en línea. Se puede jugar solo, a merced de una horda de desconocidos, aunque lo ideal es jugarlo al menos con un par de conocidos para sacarle el mayor provecho: realizar diversas misiones y actividades delictuales, como robos y atraco a bancos, y salir ilesos, además de libres de polvo y paja.

Similar en estilo, el siguiente juego de la compañía, el Red Dead Redemption 2 (2018), ambientado con lujo de detalles en el lejano oeste norteamericano, también ofrece una interesante y muy profunda experiencia en línea que también bien vale la pena revisar.

El League of Legends —o LoL, para los amigos— es probablemente unos de los juegos multijugador que más ha logrado perdurar en popularidad. Lanzado por la norteamericana Riot Games en octubre del 2009, su éxito se puede explicar ante la casi nula barrera de entrada: el juego se descarga de manera gratuita y puede correrse prácticamente en cualquier PC. Además, invita a colaborar profundamente en equipo.

El LoL, definido como un MOBA (es decir, una arena de batalla multijugador y en línea) de vista isométrica —donde el jugador controla a uno de varios “campeones”, cada uno con sus propias características de defensa y ataque— ha mantenido sistemáticamente sus cotas de popularidad. Actualmente, según datos de la compañía, el juego cuenta con ocho millones de jugadores activos todos los días.

Por lo mismo, el juego es uno de los favoritos globales en lo que respecta a los e-sports, o deportes electrónicos, con torneos alrededor del mundo, audiencias de millones de espectadores y premios que superan los millones de dólares. Su esencia, eso sí, puede que sea más atractiva para un público más bien juvenil.

Gracias a sus posibilidades creativas de mundo abierto, (casi) sin violencia de por medio, para muchos Minecraft es un juego más grande que la vida. Creado de manera individual el 2011 por el sueco Marcus “Notch” Persson, este videojuego se transformó este año en el más vendido de las últimas décadas, con más de 200 millones de copias desde su lanzamiento, siendo sólo superado por el clásico Tetris.

Tal como su juego base, las múltiples opciones, modalidades y personalizaciones en línea que ofrece Minecraft son para todos los gustos, permitiendo además la posibilidad de poder jugar entre plataformas (lo que se conoce como cross-platform), incluyendo dispositivos móviles.

Si hablamos de videojuegos en línea, es imposible no mencionar este híper popular título futbolístico creado por Electronic Arts. Más allá de su fidelidad a la hora de generar simulaciones de partidos de fútbol —con distintas ligas, equipos, jugadores y estadios alrededor del mundo—, el FIFA es un verdadero favorito a la hora de jugar partidas en línea. Ideal para todo público y de todas las edades, las posibilidades de juego online que ofrece son vastas.

De hecho, la última versión del juego –FIFA20– incluye un modo llamado VOLTA, que permite jugar con equipos más pequeños para futsal o partidos de fútbol callejero. Los modos por temporada, donde se compite entre equipos, se mantienen y se han refinado con los años para una mejor experiencia, la que también es sumamente popular en los círculos profesionales de e-sports.

Desde su aparición tras la cortina de hierro en 1984, el Tetris es literalmente el juego más vendido de la historia. Desde entonces, ha tenido múltiples porteos e iteraciones a través de los años, donde la fórmula de eliminar filas a partir de tetrominos que van descendiendo se ha logrado mantener fresca.

No es de extrañar que esta clásica mecánica de juego diera pie para una modalidad de competencia en línea, no muy distinta a las anteriormente mencionadas batallas reales —aunque sin explosiones ni armas, claro está. En vez de eso, el juego pone frente a frente a 99 jugadores que compiten entre sí. El único detalle es que el juego es gratuito, aunque sólo está disponible para el modo en línea de la Nintendo Switch.