Guitarras, acordeón, pandero y piano son algunos de los instrumentos que suelen estar presentes en las enérgicas y alegres melodías de las cuecas, cuyos motivos tratan casi siempre de desamores e historias de vida. Por lo general, su estructura lírica está compuesta por tres estrofas y un remate, con rima en los versos pares. Muchas veces incluyen metáforas, un relato previo o juegos de palabras. Su duración bordea el minuto veinte segundos y lo común es bailar tres pies de cueca seguidos.
“La cueca y el folclore son un estilo de vida”, aseguran Camila Loza y Cristián Flores, fundadores y profesores de la Academia Cuecas CyC. “Enamorarse de este baile es muy fácil: cuando uno comienza ya no se puede parar”, aseguran. Camila baila desde los 13 años, y desde hace unos cuatro que se dedica exclusivamente a la cueca. A Cristián siempre le gustó, pero solo al emparejarse con Camila fue que pudo adentrarse por completo a este género.
Así fundaron su academia en Maipú (Av. San Ramón #101), “donde alumnos de todas las edades y niveles pueden aprender o perfeccionarse”, comentan.
Para Sebastián Campusano la cueca también es una parte importantísima de su vida. Tanto que cuando chico la bailaba solo en su casa. No por nada ha sido campeón regional y vicecampeón nacional, y tras más de veinte años de práctica también formó su propia academia, la que lleva su nombre.
“Estas fechas me llenan de orgullo, sobre todo cuando veo a niños disfrutarla”, dice Campusano. “Es muy importante rescatar y enseñar en todo Chile nuestra danza, porque ayuda no solo a representarnos como chilenos sino también como terapia para salir adelante”.
“¡Nuestra cueca es única! No hay ninguna danza que se asemeje, ninguna vestimenta que se le compare”, opina la pareja de Loza y Flores. “Ojalá no se pierda con el paso del tiempo, para que cada chileno se sienta orgulloso y preparado al momento que le pidan bailar un pie de cueca”.
Algo que ocurre y ocurrirá mucho durante las Fiestas Patrias, en especial después de un par de terremotos o pisco sours, cuando los tímidos se ponen valientes y los pesados más pesados, subiéndole el volumen al “Guatón Loyola” y pasándole un pañuelo al desprevenido que pillen por delante.
Negarse es casi imposible, en especial si las palmas de la familia y los amigos comienzan a marcar el ritmo en seis octavos. Si no quieres quedar como la persona fome de la fonda, ni tampoco hacer el ridículo moviendo el pañuelo como si te rindieras de una guerra, entonces sigue leyendo este artículo.
¿Puede cualquier persona bailar cueca?
Max Sade, profesor y bailarín de cueca, dice que hay “alguna gente con más y otra con menos habilidad, pero todos pueden aprender”. “¡Claro que sí!”, aseguran los profesores de CyC. En su academia tienen alumnos que van desde los cinco años hasta adultos mayores. “Bajo nuestra experiencia, con tres o cuatro clases ya puedes saber lo básico, como la estructura, el deslizado, el escobillado y quizá un zapateo que deje a todos sorprendidos en el Dieciocho”, comentan.
Para aprender, cree Campusano, solo se necesita ser valientes. “Tengo alumnos que a la primera clase ya salen bailando algo, y con tres a cuatro clases ya estarían en condiciones de bailarla en cualquier lugar”, analiza.
Paso a paso: cómo bailar cueca
A diferencia de otros bailes, la cueca tiene una estructura muy definida, con fases que no se pueden eludir. “Todas son muy importantes y características”, dice Camila Loza.
Son ocho las etapas básicas, no muy complicadas pero sí insustituibles y correlativas, ya que solo después de finalizada una sigue la otra.
1) Paseo
Es la fase inicial, que empieza al mismo tiempo que la música y se prolonga hasta que comienza el canto. “Debemos recordar que la cueca es una danza de conquista, por lo cual, en esta primera parte, el hombre debe acercarse a la mujer e invitarla a caminar, ofreciéndole el brazo derecho”, comentan Loza y Flores. Aquí ambos bailarines pueden intercambiar palabras, además de ponerse de acuerdo para realizar la vuelta inicial que prefieran. “El paseo es cuando se conocen, diríamos que cuando están pinchando”, añade Sade.
2) Vuelta inicial
“Luego del paseo viene el aplauso, esperando a que comience el canto”, relata Campusano. Una vez que se inicia la letra, viene la primera vuelta, que es completa: es decir, los bailarines vuelven a su posición original.
Esta puede ser de diferentes formas: redonda (formando un círculo), en doble S, cuatro esquinas, corralera o espalda con espalda, entre las más reconocidas. “Es la única parte de la cueca que se puede modificar dentro de la danza”, comentan los profesores de CyC, ya que “luego de esta vuelta la estructura se mantiene”.
3) Medias lunas
“En esta parte de la cueca, la pareja debe imaginar que está bailando cada uno sobre un semicírculo, en el cual la mujer decide a qué extremos dirigirse (derecha, izquierda) y el varón puede seguirla o no, juntándose en los costados”, explican Loza y Flores. Estas son las famosas medialunas, que pueden estar adornadas por diferentes recursos, “pero nunca mantener un contacto físico”.
4) Cambio de lado
Tal y como lo dice el término, aquí viene un cambio de lado, una vuelta incompleta donde cada bailarín debe dirigirse al puesto de su pareja, dibujando una “S” en el piso con el paso. Este movimiento se marca cuando termina la segunda estrofa, donde los cantantes suelen gritar “¡vueeeeelta!”.
5) Escobillado o cepillado
Tras el cambio de lado, se retoman las medialunas pero con otro paso: el cepillado. “La cueca es una danza de tierra, por lo cual todos sus movimientos deben estar marcados o direccionados al piso”, explican Loza y Flores. “El cepillado debe ser siempre a ras de piso, con rodillas semiflexionadas, pasando un pie sobre el otro”, explican. Se prolonga por una sola estrofa, la tercera, “por lo que hay que hacerlo con elegancia y a pasos cruzados”, agrega Campusano.
6) Cambio de lado
Al terminar la tercera estrofa se realiza otro cambio de lado —marcado casi siempre con otro grito de “¡vueltaa!” por los cantantes—, de nuevo con forma de S, retomando la posición que se tenía al inicio. “Hay que destacar que los pañuelos son el arma de seducción, especialmente para la mujer, mientras que para el hombre son signo de destreza”, opina Sade.
7) Zapateo
“Aquí tanto el varón como la dama deben adoptar una postura erguida, y usar el taco y la planta del pie a ras de piso, elevando las rodillas y golpeando el suelo”, explican desde los profesores CyC. “Es el momento para mostrar, en ocho tiempos, habilidad y fuerza en el zapateo”, dice Campusano. La idea es que el zapateo del hombre sea fuerte pero sin exageración, mientras que el de la mujer debe tener algunos toques más delicados.
8) Vuelta final o remate
Cuando termina el zapateo es el inicio del fin de la cueca. “Se debe realizar un cambio de lado con la pareja, pero esa vez dibujando una “S” más pequeña y cerrada que las interiores, para posteriormente reencontrarse y ofrecerle el brazo a la dama, coincidiendo con el término de la canción”, puntualizan Loza y Flores.
“La cueca tiene una estructura, pero cada uno es libre de bailarla como la sienta”, asegura Campusano. En estos días, el boom de la cueca “romántica” ha permitido posicionar la cueca entre los más jóvenes.
¿Quieres aprender a bailar? Te dejamos dos datos:
Academia Sebastián Campusano
La academia Sebastián Campusano funciona todo el año y tiene clases en dos sedes en Santiago: La Florida (Metro Rojas Magallanes) y Santiago Centro (Metro Cumming). Para más información, consulta en su cuenta de Instagram.
Academia Cuecas CyC
“En nuestra academia se imparten en cuatro grupos distintos”, dicen los profesores Loza y Flores. “Tratamos de buscar diversas metodologías para poder llegar a todas las edades y a todas las personas, evitando que se frustren por no lograr un paso. Hacen clases en tres sedes distintas, tanto en Pudahuel como en Maipú, las que se pueden revisar en su cuenta de Instagram.