A diferencia de lo que ocurre con el mercado de televisores, los monitores especialmente diseñados para computadores han mantenido una cierta estandarización en su diseño y prestaciones, con pocas innovaciones verdaderas durante los últimos años. Pero una vez más, el gigante chino Xiaomi vuelve a patear el tablero con un producto disruptivo, que en otras circunstancias podría ser inalcanzable.

Con su MI Monitor Curvo de 34″, como ya lo ha hecho con otros productos de su catálogo —ya sean televisores, smartwatches o celulares—, la marca astutamente ha penetrado en nuevos mercados ofreciendo un dispositivo a bajo costo pero con muy buenas prestaciones.

En general, los monitores actuales suelen ser relativamente homogéneos en sus tamaños —entre 24″ y 27″— y también en sus características. Pero una rama de estos productos se ha especializado en un público más específico: los gamers. En general, estos monitores son bastante más anchos y con altas tasas de refresco, además de una alta resolución. Los precios, por lo mismo, suelen ser mucho más elevados en comparación con un monitor tradicional.

Ya Xiaomi había presentado una buena alternativa con su primer monitor de 27″, bastante más tradicional y pensado para el trabajo y la productividad. Pero ahora, todo indica que encontraron el balance perfecto entre grandilocuencia, rendimiento y accesibilidad.

Especificaciones

  • Relación de aspecto: 21: 9 (ultra wide)
  • Resolución: 3440 x 1440 UHD
  • Relación de curva: 1500R
  • Tasa de refresco: 144 Hz
  • Brillo: 300 nits
  • Tiempo de respuesta: 4 ms
  • Gama de colores: 85% NTSC
  • Puertos: HDMI 2.0 (2), DisplayPort 1.4 (2) Audio (1) Entrada de CA (1)
$489.990 enParís

Experiencia de uso

Fuera de la caja, no hay mayores sorpresas: pantalla, soporte, tornillos, cables de conexión y manual de usuario. Instalar sus partes es sencillo y no toma demasiado tiempo, incluso para personas inhábiles en trabajos manuales como uno.

Al momento de verlo instalado, hay que reconocer que su abarcadora presencia es imponente, con un estilo muy minimalista en sus tonos oscuros y una base central del mismo color que permite una multiplicidad de posiciones y ajustes angulares. También hay detalles muy cómodos, como un cobertor magnético que ayuda a la administración y guardado de cables, y la luz led que indica su encendido, al costado inferior derecho del panel.

Digámoslo de inmediato: es un monitor ancho. Y su pantalla curva inmediatamente da la sensación de que te abraza. En mi caso, pasé de un monitor de 27″ a lo nuevo de Xiaomi y la primera impresión te bota de la silla. Tuve que ubicarlo al centro de mi escritorio, como segunda pantalla de mi Mac y como pantalla principal del PC.

El efecto de contar con una gran pantalla —tiene una relación de 21:9, más ancha que un telón de cine— y con una tasa de refresco superior, hace que todo el espacio del escritorio del computador adquiera una nueva vida, más fluidez y definición y, por supuesto, un nuevo y vasto espacio de trabajo. Funcionar con tres o más ventanas abiertas aquí no sólo es cómodo sino que no resulta invasivo, desplegando todo un mundo de posibilidades de productividad con tanto espacio.

Su curvatura no es tan pronunciada como parece, por lo que la vista se adapta a ella de forma natural. De hecho, su ángulo ayuda al contorno ocular y la inmersividad panorámica es grande. Tanto, que me fue necesario mover el cuello para abarcar todo el espacio visual de la pantalla. Pero nada que no resuelva la costumbre, en especial para quienes gustan de pantallas grandes.

Gran imagen pero algunos problemas de interfaz

Una vez encendida, nos encontramos con los detalles de sus prestaciones: una hermosa resolución 4K de 3440 x 1440, con una relación de aspecto de 21:9, lo natural para estos tamaños de pantallas. No incluye, eso sí, la funcionalidad de alto rango dinámico (HDR), una característica que ya tienen las nuevas generaciones de televisores pero que aún no se integra a los monitores de gama alta.

Sí cuenta con una alta tasa de refresco, de 144 Hz, un buen rasgo de contrastes y brillos, y FreeSync (tecnología para tarjetas gráficas AMD, pero que también funciona con NVidia), lo que garantiza una excelente fluidez de movimientos y de scrolling en pantalla. Para qué decir de cómo se ven los videojuegos. Los resultados y experiencias fueron perfectas.

En términos de conectividad y puertos, el monitor trae sus cosas —puertos para DisplayPort y HDMI—, pero carece de un hub USB que permita conectar directamente algún dispositivo. Pero lo que definitivamente es un punto en contra son los cinco botones en línea que controlan la interfaz y los ajustes del monitor. Se encuentran atrás, en el panel derecho, y hay que hacer grandes maromas táctiles para encontrar el botón que se busca y poder acceder a los modos y personalizaciones.

Lo que más eché de menos fue una función directa que permitiera hacer switch entre distintas fuentes (como entre el Mac y el PC, en mi caso). Existe la posibilidad, pero hay que realizar muchos pasos para llegar a algo que debería ser posible con sólo un clic o con un pequeño joystick.

Jugar, trabajar y mirar

Vamos a lo más importante: los videojuegos. De entrada, su relación de 21:9 otorga un 30% más de alcance visual lateral. En ese sentido, para juegos de disparos como Fortnite o Call of Duty entrega una bienvenida ampliación al campo de batalla. Los juegos de plataforma o de estrategia, por su parte, se aprecian mucho más amplios en sus mundos y permiten tomar mejores decisiones anticipadas.

Aunque estas pantallas están orientadas al mundo gamer, su uso no se restringe solo a ese mundo y hay mucho partido que sacarle para otros fines relacionados con el ocio o la productividad. La experiencia de ver películas, por ejemplo, cambia muchísimo, con otros niveles de inmersividad. Y en el trabajo, puede cambiar bastante nuestra manera de producir cuando tenemos múltiples ventanas desplegadas en la pantalla, sin necesidad de minimizar ni maximizar nada. También cuenta con filtro de luz azul, similar a los usados en pantallas de celulares, para evitar el cansancio extremo de la vista.

Veredicto Práctico

El nuevo modelo de Xiaomi es un gran monitor, en todo el sentido de la palabra, y de alguna forma redefine el acto de estar frente a un computador. Carece de algunas características técnicas que poseen sus contrapartes televisivas y su interfaz podría mejorarse, pero al final del día terminan siendo detalles que no opacan su rendimiento ni la experiencia.

Dadas las variadas características de esta pantalla —muchas de ellas únicas en el mercado de los monitores—, su resolución y su precio (muy importante), este es sin duda uno de los productos tecnológicos más apetecibles del momento y un must para quienes gusten de experimentar videojuegos a todo trapo en el computador o necesiten un extenso campo de trabajo visual.

Nota: ⭐⭐⭐⭐⭐

$489.990 enParís

*Los precios de los productos en este artículo están actualizados al 28 de diciembre de 2021. Los valores y disponibilidad pueden cambiar.