El orgasmo es el momento de máxima sensibilidad durante la actividad sexual, y se manifiesta a través de contracciones musculares del piso pélvico. El gran aporte de sangre hacia los órganos genitales, promueve el aumento de la sensibilidad sobre todo el lugar que tiene más terminaciones nerviosas, el clítoris.

El orgasmo es uno solo y, en el caso de las mujeres, se produce a través del clítoris que es el órgano que genera los aumentos de sensibilidad. Por lo tanto, los diferentes tipos de orgasmo de los que mucho se habla, no existen, sino que son vías de estimulación para producirlo.

Dicho de otra forma, el orgasmo es un evento psicofísico. Sin importar el estímulo por el cual se alcance, el orgasmo a nivel físico se produce con las contracciones de los músculos del piso pélvico que, al contraerse rápida y fuertemente sobre el clítoris, aumentan la sensibilidad y ésta es entendida como placentera en el cerebro.

¿Por qué algunas mujeres sí consiguen tener orgasmo vía vaginal? Porque la sensibilidad de su clítoris les permite sentir estímulos indirectos lo suficientemente placenteros como para generar el orgasmo. También es posible que la posición o estímulos que acompañan la penetración sean altamente excitantes o porque realizan estimulación manual sobre el clítoris, simultánea a la penetración.

Solo el 18%* de las mujeres consiguen experimentar la sensación orgásmica únicamente a través de la estimulación penetrativa vaginal. La mayoría de las mujeres experimentan el orgasmo por la estimulación directa o indirecta del tejido eréctil del clítoris.

Las mujeres experimentan menos orgasmos durante el coito que los hombres. Esto se debe al desconocimiento de que el órgano que provoca el orgasmo en la mujer es el clítoris, mientras que en el hombre es el pene. Así, es lógico que si durante la penetración sea el pene el que se estimula en mayor medida, las mujeres no experimentan de igual forma los orgasmos durante la penetración.

Por tanto, es fundamental probar posiciones en las que el clítoris tenga roce con el cuerpo de la pareja o bien, que se estimule simultáneamente ya sea manualmente o con algún dispositivo como el anillo vibrador.

Durante la fase de excitación ocurren ciertos fenómenos fisiológicos. Nuestro organismo es capaz de secretar ciertas sustancias capaces de relajar los músculos de los vasos sanguíneos que están presentes en todos nuestros genitales, provocando la dilatación de estos y permitiendo mayor aporte de sangre a esa zona, lo que genera mayor sensibilidad. A medida que esto ocurre, la vulva y el clítoris se llenan de sangre y los músculos del piso pélvico ejercen presión, lo que promueve la erección de todas las estructuras eréctiles.

Todos estos cambios provocan que la vulva cambie de color, se congestionen los labios internos y el clítoris se erecte.

La lubricación se debe a que los músculos superficiales del piso pélvico que están sobre las grandes glándulas vestibulares, de cierta forma las presionan promoviendo la emisión de sus secreciones, que ayudan a lubricar la vulva y la entrada vaginal.

Además, los músculos más profundos también ayudan a estrechar la entrada del canal vaginal, mientras que el final de este suele ensancharse. Por otro lado, la vagina se alarga unos buenos centímetros durante esta fase, todo esto para preparar para la penetración.

La vagina no tiene glándulas que la lubriquen; la hidratación que naturalmente tiene se debe a la filtración de agua (desde el plasma) de las paredes vaginales y que, durante la excitación, por la vasodilatación que existe y el mayor aporte de sangre hacia la zona genital, se ve aumentada. Sin embargo, existen ciertas condiciones, como el uso de medicamentos o la edad, que pueden afectar la adecuada lubricación durante la excitación.

Cuando hay dificultad para lubricar, se pueden usar geles para aportar mayor lubricación en la zona vulvar y vaginal, como también pueden ser usados como parte de las diferentes actividades sexuales para experimentar distintos sabores y sensaciones.

Los lubricantes en base a agua son más ligeros y se absorben más rápido, además son aptos para sexo oral. Los en base a silicona son más densos y no se absorben fácilmente, lo que permite que se mantenga la lubricación por más tiempo tras su aplicación.

En el caso de los aceites, estos no son aptos para la zona genital, puesto que no se absorben y dejan una capa grasosa que impide el paso de agua a través de las paredes vaginales.

La mayoría de los lubricantes Bentley son a base de agua, entregando la posibilidad de probar nuevos sabores, aromas y sensaciones para disfrutar tu sexualidad. También cuentan con gel a base de silicona que te permitirá disfrutar relaciones más extensas y bajo el agua.

El piso pélvico es un conjunto de músculos y tejidos que soportan los órganos pélvicos (vejiga, vagina, útero, recto), el cual no solo está relacionado con la incontinencia urinaria, el prolapso y el dolor sexual, sino que también son fundamentales para tu vida y disfrute sexual.

Cuando tienes relaciones sexuales, la musculatura del piso pélvico se contrae de forma rítmica e involuntaria, estimulando de manera interna el clítoris y produciendo una sensación intensa que para muchas personas es placentera. Entrenar tu piso pélvico te ayudará a sentir más intensamente, a tener mayor disfrute en tus actividades sexuales, lograr más fácilmente la sensación orgásmica y también poder multiplicarla.

Las Bolitas Pélvicas de Bentley son una gran herramienta para acompañar el entrenamiento de los músculos de tu piso pélvico.

Las bolitas están compuestas por dos esferas que en su interior tienen otras bolitas en forma de diamante. Al introducir el dispositivo, el desplazamiento del diamante interno hace que la musculatura del suelo pélvico se active de forma inmediata e involuntaria respondiendo al estímulo y que esté más preparado para la contracción.

El entrenamiento consiste en subir y bajar la colita del dispositivo médico a través de la contracción y relajación de la musculatura pélvica. Para realizar el entreno es necesario el acompañamiento de un especialista de la kinesiología pélvica que te ayude con la prescripción de la rutina de ejercicios y te indique la cantidad de repeticiones, los tipos de contracción/relajación y la postura en la que debes realizar el entreno.

Carolina Silva (@la.carosilva), es Fisioterapeuta Pélvica, Especialista en sexualidad funcional. Paula Mella (@matronapaulamella), es Matrona y autora del libro “El placer de conocernos”.

*Información proveniente del artículo “Orgasm Equality: Scientific Findings and Societal Implications”, publicado en la revista científica Current Sexual Health Reports en enero de 2020.