Empoderar a las comunidades educativas para alcanzar una economía digital
Fernando Alfonso, Director Comercial de Red Hat Chile, comparte sus impresiones sobre cómo la tecnología tiene mucho que aportar, ante la necesidad de las instituciones de educación superior por interactuar más estrechamente con sus comunidades y el entorno.
Hace 10 años atrás, emprender con tecnología era caro, difícil y riesgoso, pues había que invertir en una infraestructura física completa, generando grandes barreras de entrada. El modelo de consumo de tecnología como servicio que se ha estandarizado de la mano de las “grandes nubes” globales cambió esta situación de manera definitiva, brindando nuevas herramientas, e inyectando más competencia al sector.
El acceso a la nube pública y sus plataformas acelera el desarrollo de innovación y nuevos emprendimientos, en beneficio de los clientes, pero también en general de la economía nacional, como ha quedado demostrado con el surgimiento de múltiples “unicornios” chilenos en años recientes. Las preguntas que surgen, entonces, son: ¿Cómo están respondiendo las instituciones de educación superior? ¿Estamos preparando debidamente a nuestros estudiantes para emprender con tecnología?
Los profesionales en tecnologías de la información (TI) de Red Hat destacan en el concierto regional; sin embargo al observar las carreras vinculadas al sector, observamos que los alumnos están egresando con una formación muy avanzada, pero que debido a la velocidad con que avanza este mundo, puede quedar desactualizada a la hora de encontrar su primer trabajo.
Como consecuencia de ello, si el alumno no fue autodidacta o emprendedor durante su propósito formativo, va a estar en desventaja en el mundo laboral, pese a tener la misma certificación.
No podemos seguir ignorando la deuda que persiste en los planes y programas educativos, por lo que debemos incorporar, en las mallas de formación profesional materias críticas para la operación cotidiana y el desarrollo de soluciones para las empresas; como por ejemplo contenedores, integración ágil, estrategia y administración de nube híbrida, automatización, y nuevos lenguajes de programación. A esto hay que sumarle el comienzo en el trabajo en aspectos metodológicos para poder lograr que los procesos de generación de valor sean rápidos y efectivos.
De la misma forma, el proceso formativo de nuestros expertos de TI debe reflejar las formas modernas de trabajo en el sector, principalmente en lo que respecta a operación y desarrollo. Desde la perspectiva del trabajo, observamos una desproporción entre la formación teórica abstracta y las habilidades prácticas y blandas, como trabajar en célula, conocer la cultura DevOps, planificar la ciberseguridad como parte de la estrategia de desarrollo, o simplemente ser un buen líder.
Esto no quiere decir que debamos formar profesionales “a la medida” del sector privado, pues las instituciones de educación superior son mucho más que “fábricas de profesionales”. A diferencia de una empresa, que quiere vender más y ser más eficiente, las instituciones complejas buscan albergar, multiplicar y difundir el conocimiento. Para ello es esencial considerar las instituciones como comunidades educativas en constante relación con la sociedad.
Modernización tecnológica para la vinculación con el medio
Ante la necesidad de las instituciones por interactuar más estrechamente con sus comunidades y el entorno, la tecnología tiene mucho que aportar. En nuestra experiencia, es indispensable que toda institución moderna alcance una total integración sistémica. Ha quedado demostrado que esto no puede lograrse con plataformas legadas y rígidas, que persisten en áreas como administración de campus, ERP, contabilidad o gestión académica.
Modernizar las plataformas tecnológicas significa modernizar la forma como las instituciones generan valor e interactúan con su entorno; adicionalmente, la tecnología entrega a las instituciones la capacidad de generar servicios diferenciales, en áreas como emprendimiento, consultoría o innovación.
En términos prácticos, cuando una institución desea emprender un nuevo proyecto necesitará asimismo desarrollar nuevos sistemas y aplicaciones. Si además debe buscar proveedores, motores de integración y otros elementos de infraestructura tecnológica, el proceso será sin duda mucho más largo y costoso.
Por eso, nuestra propuesta es entregar recursos por medio de una plataforma que funcione como un catálogo de servicios –ligado directamente a la nube– que permita desarrollar sin pagar adicional, y literalmente saltarse la etapa de preproyecto, que puede tomar meses o incluso años.
La clave está en usar mejor la información que cada institución dispone y es capaz de generar. No basta con acumular información de utilidad: hay que tratarla, analizarla y usarla de forma proactiva. Las instituciones hoy cuentan con múltiples sistemas y aplicaciones que logran capturar información rica para la toma de decisiones. Hoy es una prioridad de las instituciones, usar esta información para poder generar mayor fidelización del alumnado, mayor retención y mejor entrega de información y servicios al ecosistema.
Se trata entonces de mucho más que contenido y tecnologías. En Red Hat acompañamos a la educación superior en el desarrollo de sus estrategias de transformación y modernización, fomentando el cambio cultural y aprovechando la iniciativa propia, el background histórico y la visión distintiva de cada institución; para avanzar hacia una mejor integración con los distintos entes involucrados en el proceso formativo y las actividades de extensión, como son el cuerpo docente, estudiantes, empresas y centros externos, entre otras.
El código abierto es una filosofía de trabajo que pone en el centro a las comunidades, reconociendo su autonomía y su capacidad de aportar desde su realidad local al desarrollo global de la tecnología y la economía. Por eso, empoderar comunidades es lo que mejor sabemos hacer.
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