La capacidad de la computación en la nube de mover cargas de trabajo de manera flexible, adaptarse rápidamente y escalar cuando sea necesario ha atraído la atención y la inversión de la mayoría de las organizaciones. Sin embargo, tras su explosión durante la pandemia, cuando las empresas se vieron obligadas a migrar a este modelo, llegó el relato de un cambio sin estrategia: alta complejidad y costos superiores a los esperados.

“La nube es un aliado de las organizaciones, pero debe usarse de manera inteligente. Las arquitecturas y los sistemas operativos heredados pueden ser obstáculos para una migración exitosa. Además, no todas las cargas de trabajo y no todos los datos deben estar en la nube. Es necesario entender qué migrar, dónde y cómo. Un análisis previo marca la diferencia para que las empresas puedan realmente reducir costos y extraer todo el potencial de la nube”, explica Paulo Bonucci, SVP y Gerente General de Red Hat para América Latina.

Se trata de un desafío del cual no escapa nuestro país. No obstante, el potencial y los avances registrados hasta ahora ofrecen un panorama alentador. De hecho, en su más reciente visita a Chile, Paulo Bonucci destacó algunos logros de la industria financiera, el retail, las telecomunicaciones, el sector público y la minería: “En todos estos rubros encontramos casos de éxito de organizaciones que están progresando en su camino hacia la madurez en la gestión de los entornos cloud”.

Proyecciones recientes de IDC señalan que las inversiones en la nube deberían aumentar un 6,9% este año, alcanzando los US$ 93.700 millones a nivel mundial. Latinoamérica, que lideró el avance global en 2022, se mantiene al frente de este crecimiento, con los proyectos híbridos entre una de las principales soluciones para el mercado. Para 2023, se espera que el 25,2% de las empresas latinoamericanas inviertan en nube híbrida.

“La nube híbrida, que combina nubes públicas y privadas en diferentes entornos, permite una mayor portabilidad y consistencia, lo que la hace mucho más resistente, especialmente frente a los desafíos actuales del mercado. La computación en la nube hoy en día tiene mucho más que ver con la gestión, con escalar recursos y con la distribución de las cargas de trabajo que con la localización”, dice Germán Soracco, VP de Ventas y Cloud para América Latina en Red Hat.

De hecho, aun con la gran oportunidad que representa, a menudo surge la complejidad en la administración de sus aplicaciones y en la transferencia de sus cargas de trabajo a través de la infraestructura. “La estandarización es una de las respuestas para simplificar la gestión. Las plataformas de código abierto como Red Hat® Enterprise Linux® brindan una base de operaciones consistente para entornos híbridos, lo que permite que las aplicaciones se ejecuten donde se necesite”, comenta Eugenio Rodríguez, Country manager de Red Hat Chile.

Una estrategia de servicios en la nube también se convierte en un aliado de la innovación al simplificar la implementación de la nube y capacitar a los desarrolladores para lograr resultados más rápidos. “Son ofertas de software administrado, diseñadas para que las empresas puedan acceder a aplicaciones y recursos sin necesidad de comprar infraestructura, hardware o tener un equipo interno especializado. Con esto ganan velocidad para desplegar y desarrollar aplicaciones en diferentes nubes, ubicaciones y a escala, enfocándose en el crecimiento del negocio”, dice Thiago Araki, Director de Tecnología y GTM de Red Hat para Latinoamérica.

Además, los servicios gestionados de nube ayudan a ajustar los gastos y desarrollar estrategias efectivas a largo plazo, migrando entre productos, manejando picos estacionales en la demanda, y optimizando las compras de software, según sea necesario.

Por otro lado, las organizaciones pueden explorar los servicios disponibles en el marketplace o en la consola del proveedor. Uno de ellos, Red Hat Cloud Services, moderniza la infraestructura TI de las organizaciones, basándose en una estrategia ágil y segura. La solución incluye una plataforma alojada y administrada, aplicaciones y servicios de datos que aceleran el tiempo de generación de valor, reducen el costo operativo y la complejidad de la entrega de aplicaciones nativas de la nube.

Por todo esto, para un viaje completo y exitoso a la nube, la clave es encontrar el proveedor de servicios en la nube y la plataforma de ejecución adecuados que ofrezcan libertad de elección, manteniendo la nube dinámica y abierta ahora y en el futuro.