Ante un mundo cambiante que busca mayores oportunidades para todas las personas, la igualdad de género y el empoderamiento de todas las mujeres y las niñas es una de las metas para el futuro cercano. Considerado el quinto objetivo para el desarrollo sostenible por parte de las Naciones Unidas en su agenda 2030, este puede concretarse al aumentar la participación e inclusión de las mujeres en el mundo de la ciencia y la tecnología, siendo clave para enfrentar los diferentes desafíos globales como el calentamiento global, la erradicación del hambre o la creación de energía asequible y no contaminante.

Las ciencias y la ingeniería son un terreno no solo para concretar esta meta, sino para desmitificar que existen actividades exclusivamente destinadas para un género, aunque las cifras aún están lejos de demostrar un real cambio. En Chile, los datos de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo reflejan que la participación femenina en carreras de pregrado alcanzó el 53,1% en 2018, mientras que la matrícula femenina en las carreras del área científica sólo alcanzó el 22%.

La ingeniería es una de las profesiones más valoradas en nuestra sociedad. Sin embargo, tiene los porcentajes más bajos de mujeres ejerciéndola ya que proyecta una imagen fuertemente masculina.

Para la Dra. Ximena Canelo, Directora de Calidad y Desarrollo UCSH, este compromiso con la igualdad de género no sólo permite reducir brechas salariales y de género, sino también “posibilita que estas carreras se beneficien de la diversidad que aportan las experiencias de las mujeres”. Comenta que “hay estudios que demuestran que la presencia de mujeres en áreas predominantemente masculinas fomenta la innovación, ya que aporta una nueva perspectiva, otra mirada sobre las cosas y problemas”.

Este compromiso pretende ser un aporte en la tarea de revertir los resultados del informe de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico OCDE en 2018, que señalan que desde los 15 años las niñas chilenas se auto perciben como “peores” que sus pares varones para las matemáticas y ciencias, y reportan más temor al fracaso. Esto explicaría el hecho de que actualmente, las mujeres en las Ingenierías no sobrepasan el 50% en relación a sus pares varones. El porcentaje de mujeres chilenas cursando carreras de Ingeniería sólo llega al 26%. Hacer que este porcentaje aumente constituye un desafío de cambio de paradigma significativo de cara a los tiempos actuales.

Actualmente, en la UCSH estudian 4.458 mujeres de una matrícula total de 6.128 estudiantes en pregrado. La tendencia en el postgrado es similar, con 30 mujeres frente a 16 hombres. Una superioridad numérica que podría favorecer un escenario positivo para que las jóvenes que están terminando su enseñanza media se motiven y decidan estudiar en un espacio donde podrán marcar la diferencia.

“La UCSH avanza, desde la investigación educativa, hacia el conocimiento de cómo ciertas experiencias y vivencias formativas de las mujeres influyen en su trayectoria académica, una vez que deciden optar por este ámbito de desarrollo profesional”, añade la autoridad.

La experiencia que las Instituciones de Educación Superior Salesianas han desarrollado durante décadas en el área de la Ingeniería en sus más de 90 establecimientos alrededor del mundo, sumado al compromiso de la Universidad Católica Silva Henríquez con el desarrollo del país en un contexto de alta innovación y tecnologización, movilizaron la apertura de estas cuatro nuevas carreras.

¿Cuál debe ser la hoja de ruta para fortalecer la participación de mujeres en el mundo científico? La Universidad Católica Silva Henríquez cuenta con 4 nuevas opciones de ingeniería, las cuales puedes conocer para optar a una de estas carreras de cara a la Admisión 2023.