Alibaba destinará US$ 15.000 millones para promover la “Prosperidad Común” a la que llama el gobierno en China
Tencent, Xiaomi, ByteDance y Meituan se cuentan entre las otras compañías que se han sumado a la campaña impulsada por Xi Jinping.
Con 100.000 millones de yuanes (US$ 15.500 millones), para gastarlos de aquí a 2025 en tecnología, pequeñas empresas, zonas rurales y el bienestar de los trabajadores, se puso Alibaba, respondiendo al llamado del gobierno de Xi Jinping para que los privados contribuyan a la promoción de una “Prosperidad Común”.
La empresa china más grande se pone así con el monto más abultado en una campaña que suma y suma donantes. Meituan, un delivery de comida, dono US$ 2.700 millones; la tecnológica Xiaomi, US$ 2.200 millones y ByteDance, controladora de TikTok, US$ 73,3 millones.
Asimismo, Tencent comprometió el mes pasado US$ 7.700 millones luego de una promesa similar en marzo para su fondo común de prosperidad. En tanto, Pinduoduo, una plataforma tecnológica que conecta a agricultores, proveedores y clientes, donará US$ 1.500 millones en ganancias para ayudar al desarrollo agrícola, US$ 100 millones a la Universidad de Zhejiang y US$ 2.400 a un fideicomiso benéfico.
Coincidencia o no, los aportes llegan en un momento en que las grandes empresas, en particular las tecnológicas, enfrentan un creciente escrutinio por parte de las autoridades chinas. De hecho, Alibaba fue la primera de las gigantes chinas en ser investigada por la legislación antimonopolio, recibiendo una multa de 18.200 millones de yuanes.
“(La medida de Alibaba) es muy relevante para la creciente presión regulatoria”, señaló a South China Morning Post el director ejecutivo de la consultora de comercio electrónico Dolphin Think Tank, Li Chengdong. “Ha habido críticas de que las empresas de Internet han ganado demasiado. La iniciativa es un mensaje no solo para el gobierno, sino también para el público en general“, subraya.
Li, además aclara que, en el caso de Alibaba y otros, parte de los montos involucrados son una inversión y no una donación, por lo tanto no quedarían grabadas como una pérdida directa en el balance de las empresas.
La campaña de Xi
La invitación a participar de la “Prosperidad Común” está abierta hace años en China. Sin embargo, recientemente el presidente Xi Jinping ha sido particularmente entusiasta a la hora de insistir en este tipo de medidas. De hecho, según un conteo de Bloomberg, las menciones a este slogan se han duplicado durante el año.
Una de las más recientes referencias tuvo lugar el pasado 17 de agosto, cuando el mandatario chino pidió avanzar hacia la “Prosperidad Común”, enfatizando la necesidad de “regular los grupos de ingresos excesivamente altos” y señalando que las empresas deberían devolver una mayor parte de sus ganancias a la sociedad.
Por supuesto, el enfoque de Beijing ha generado debate. El profesor de economía en la Universidad de Beijing, Zhang Weiying, planteó en un artículo publicado por el Chinese Economists 50 Forum que dirigirse a personas ricas y emprendedoras solo perjudicará los empleos, los consumidores, las donaciones caritativas y hará que la nación vuelva a la pobreza.
“Si fortalecemos nuestra confianza en la economía de mercado y continuamos impulsando reformas orientadas al mercado, China avanzará hacia la prosperidad común (...) Si perdemos nuestra fe en el mercado e introducimos más y más intervenciones gubernamentales, China solo entrará en la pobreza común”, indicó Zhang.
Ante ese tipo de análisis, el gobierno ha salido a aclarar de qué se trata su campaña. Han Wenxiu, funcionario de la comisión central de asuntos económicos y financieros, señaló que esto no se trata de “matar a los ricos para ayudar a los pobres”, agregando que China también debe “protegerse de caer en la trampa del asistencialismo”.
Desde el punto de vista del gobierno, indica Han, la campaña apunta a que quienes “se enriquecen primero” deben ayudar a los que están quedado atrás, sin dejar de alentar el trabajo arduo. “No podemos esperar a recibir ayuda, depender de la ayuda de otros o pedir ayuda. No podemos apoyar a los holgazanes“, sostuvo.
Asimismo, aclaró que China seguirá protegiendo los ingresos legales pero que “ajustará racionalmente los ingresos excesivamente altos”. Es en ese marco que se alienta a los grupos y empresas de altos ingresos a contribuir más a la sociedad. Las donaciones caritativas deben incentivarse a través de la política fiscal y pueden mejorar la “estructura de distribución”, dijo Han.
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