Amazon y Berkshire Hathaway podrían estar entre los principales pagadores del nuevo impuesto mínimo
Sólo unas pocas grandes empresas habrían pagado la mayor parte del impuesto del 15% si hubiera sido ley durante 2021, según un estudio.
WASHINGTON- Un puñado de grandes empresas, como Berkshire Hathaway Inc. y Amazon.com Inc, podrían soportar la mayor parte de la carga de un impuesto mínimo de sociedades del 15% que el presidente Biden firmó el mes pasado.
Los investigadores del Centro de Impuestos de la Universidad de Carolina del Norte (UNC) analizaron las declaraciones de valores para determinar lo que las empresas habrían pagado si el impuesto hubiera estado en vigor el año pasado. Descubrieron que menos de 80 empresas estadounidenses que cotizan en bolsa habrían pagado algún impuesto mínimo de sociedades en 2021, y sólo seis -entre ellas Amazon y el conglomerado de Warren Buffett- habrían pagado la mitad de los US$ 32.000 millones estimados en ingresos que habría generado el gravamen.
El impuesto, que entrará en vigor en enero, es la mayor disposición de recaudación de la ley demócrata sobre el clima, la sanidad y la propia ley de impuestos. La estipulación, que se prevé que genere US$ 222.000 millones a lo largo de una década, altera los incentivos fiscales y complica las decisiones monetarias de las empresas. Los demócratas dirigieron la disposición a las grandes empresas que reportan beneficios a los accionistas pero pagan relativamente pocos impuestos.
“Quienes realmente pagan mucho no son tantas empresas en absoluto”, comentó Jeff Hoopes, un profesor de contabilidad de la UNC Chapel Hill que es además uno de los autores del estudio. “Mi opinión es que no serán las mismas empresas todos los años”, agregó.
Aunque este no era el objetivo de la ley, podría tener un impacto en algunos de los estadounidenses más ricos. Algunos demócratas propusieron impuestos directos sobre las ganancias de capital no realizadas de los multimillonarios a principios del proceso legislativo. Aunque eso no se aprobó, el nuevo impuesto mínimo de sociedades aumentaría la carga fiscal de algunos accionistas ricos, como Warren Buffett en Berkshire y Jeff Bezos en Amazon.
Buffett poseía el 16% de las acciones de Berkshire Hathaway a principios de este año, mientras que Bezos poseía casi el 13% de las de Amazon, según muestran los archivos de valores. Sin embargo, los representantes de Bezos y Buffett se negaron a hacer comentarios al respecto.
Los directores de impuestos de las empresas y las compañías de contabilidad también están analizando la ley, averiguando cómo les afecta y preparándose para ejercer presión sobre la normativa. Pocos han estimado su impacto públicamente.
Ahora bien, el análisis de la UNC viene con advertencias. A falta de declaraciones fiscales confidenciales que permitan realizar cálculos precisos, los autores utilizaron datos financieros disponibles de manera pública. Las empresas podrían cambiar su comportamiento para minimizar los impuestos. Un panorama de un año incluye situaciones inusuales que hacen que las empresas paguen el impuesto mínimo una vez, generando créditos fiscales que pueden ser utilizados en años futuros.
Con la nueva ley, las empresas con un promedio de más de US$ 1.000 millones de beneficios anuales declarados públicamente calculan sus impuestos dos veces: una vez con el sistema ordinario, con una tasa del 21%, y otra con una tasa del 15% y reglas diferentes para las deducciones y los créditos. Luego pagan lo que sea más alto.
El nuevo sistema, conocido como impuesto mínimo contable, empieza con los ingresos declarados en los estados financieros, no de los ingresos imponibles tradicionales. Las diferencias entre ambos -el tratamiento de las compensaciones basadas en acciones, por ejemplo- podrían llevar a una empresa a pagar el nuevo impuesto.
Según las estimaciones de la UNC, Berkshire Hathaway sería la que más hubiese pagado en 2021, con US$ 8.300 millones -o aproximadamente una cuarta parte del total estimado-, seguida de Amazon, con US$ 2.800 millones, y Ford Motor Co., con US$ 1.900 millones.
Más tarde, si se agregan las tres siguientes empresas, se refleja más de la mitad del total de US$ 31.800 millones: AT&T Inc. con US$ 1.500 millones, eBay Inc. con US$ 1.300 millones y Moderna Inc. con US$ 1.200 millones.
Berkshire Hathaway no hizo comentarios al respecto. Amazon se negó a comentar la cifra, pero aseguró que está a la espera de la orientación federal. También explicó que sus impuestos reflejan una combinación de decisiones de inversión y compensación y las leyes estadounidenses.
Por su parte, un representante de AT&T comentó que la empresa no espera que el impuesto mínimo afecte a su factura fiscal de 2023. “Los académicos no preparan nuestros impuestos; los profesionales de impuestos capacitados y expertos hacen ese trabajo”, dijo la fuente.
A su vez, la tasa impositiva de Moderna en 2021 -su primer año con beneficios de explotación- estuvo condicionada por el uso de pérdidas netas de explotación deducibles generadas por los gastos de investigación, declaró Jamey Mock, director financiero de la empresa. La empresa también pagó gran parte de sus impuestos de 2021 durante 2022. “No prevemos que esas condiciones únicas influyan en nuestras futuras consideraciones fiscales”, dijo Mock.
Melissa Miller, una representante de Ford, comentó que la compañía paga todos los impuestos que debe y señaló los créditos fiscales en la ley diseñada para acelerar la transición a los vehículos eléctricos.
Por otra parte, Heather Jurek, vicepresidente de impuestos de eBay, sostuvo que los cálculos del estudio y las interpretaciones de la ley son inexactos cuando se aplican a la empresa. “Las conclusiones de la UNC se basan en una disposición significativa en 2021 que es poco probable que eBay reproduzca”, explicó.
Exelon Corp. es una de las pocas empresas que ha revelado lo que anticipa que serán los efectos detallados del impuesto. El holding de servicios públicos afirmó en una presentación de valores de agosto que esperaba incurrir en costos anuales de efectivo de alrededor de US$ 200 millones a partir del próximo año, por debajo de una estimación anterior de US$ 300 millones.
A su vez, Exelon dijo que sigue evaluando la provisión de impuestos y que espera beneficiarse de las disposiciones legislativas que fomentan la inversión en vehículos eléctricos y la modernización de la red eléctrica.
Lynn Good, director ejecutivo de Duke Energy Corp., comentó a los inversores en agosto que el gigante de los servicios públicos también espera verse afectado, sin proporcionar cifras. Un representante dijo que la estimación de UNC, US$ 802 millones basada en los ingresos de 2021, es demasiado alta. Explicó que la empresa también espera beneficiarse de los créditos fiscales de la legislación para la energía renovable y nuclear.
La vinculación de los impuestos a los beneficios declarados públicamente es intencionada. Según los asesores fiscales, a las empresas les resultará más difícil maximizar los beneficios para impresionar a los accionistas mientras gestionan los beneficios imponibles a la baja para minimizar los pagos a los gobiernos.
Biden ha dicho que el nuevo impuesto significa que los días en que las empresas rentables no pagaban impuestos han terminado.
“Hay empresas que, por diversas razones, estarán eternamente en una posición de impuestos mínimos”, aseguró April Little, de la firma de contabilidad Grant Thornton LLP.
Algunas compañías rentables podrían seguir pagando muy poco o ningún impuesto federal sobre la renta. Las empresas pueden compensar hasta el 75% de sus obligaciones fiscales con créditos, incluidos los incentivos a las energías renovables que el Congreso acaba de ampliar. La ley incluye disposiciones especiales que benefician a las empresas con inversiones en espectro inalámbrico, pensiones de prestación definida e inversiones de capital significativas.
“Tenemos el proyecto de ley tributaria contra las lagunas, que está lleno de lagunas”, dijo Hoopes.
Los asesores fiscales dicen que las empresas están tratando de entender la ley, señalando incertidumbres como el tratamiento de las pérdidas y ganancias de divisas, las deducciones por depreciación capitalizada y las normas en torno a las fusiones y adquisiciones.
A principios del año que viene, las empresas empezarán a dar orientaciones sobre los beneficios, a realizar pagos de impuestos estimados y a reflejar el impuesto en los beneficios trimestrales. También es posible que empiecen a elaborar estrategias de mitigación y a buscar flexibilidad en las normas contables sobre el cómputo de ingresos y gastos.
“Lo que veo que hace la mayoría de la gente ahora es preocuparse: ¿Cómo se supone que va a funcionar? ¿Cómo voy a hacer esto sin volverme loco?”, comentó Diana Wollman, socia del bufete de abogados Cleary Gottlieb Steen & Hamilton LLP.
“Pasan más tiempo intentando averiguar qué quieren pedir en la normativa en términos de claridad o discreción normativa que intentando averiguar cómo van a jugar con ella”, concluyó Wollman.
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