ANTS versus FAANG: las empresas tecnológicas que podrían dominar la próxima década
Entre los analistas y bancos de inversión se preguntan si la era de las grandes tecnológicas como las FAANG, el grupo de empresas donde están Meta, Alphabet -matriz de Google-, Apple, Amazon y Netflix, ya pasó, y para la próxima década otras empresas tomarán la posta, denominadas ANTS, y cuyo denominador común es que están en la industria de chips. Desde el cierre de 2020, Meta pierde 58%, Apple 0,2%, Amazon 47,9% y Netflix 46,7%. Sólo Amazon gana un 1,8%.
Si las cuarentenas en la mayor parte de los países del mundo empujo a las personas a las plataformas tecnológicas y el comercio online, los problemas en la cadena logística que generaron las medidas sanitarias terminó impactando a la industria de los semiconductores. Y con ello, a la industria automotriz, a los fabricantes de teléfonos como Apple y a los de consolas como Sony.
Ese hecho, además de las crecientes tensiones entre China y Taiwán, ha significado que los países desarrollados tomen medidas para disminuir su dependencia de los productores tecnológicos extranjeros, algo que se vio potenciado a inicios de este año con la invasión de Rusia a Ucrania.
En este contexto es que entre los analistas y bancos de inversión se preguntan si la era de las grandes tecnológicas como las FAANG, es decir el grupo de empresas donde están Meta, Alphabet -matriz de Google-, Apple, Amazon y Netflix, ya pasó, y para la próxima década otras empresas tomarán la posta, denominadas ANTS, y cuyo denominador común es que están en la industria de chips.
Si bien es cierto que en 2022 la gran mayoría de las tecnológicas cae, en un escenario donde la renta variable global se desploma, si se toma como referencia desde el cierre de 2020, existen diferencias. Por una parte, Meta pierde 58%, Apple 0,2%, Amazon 47,9% y Netflix 46,7%. Sólo Amazon gana, aunque apenas 1,8%.
Sin embargo, algunas de las empresas denominada ANTS siguen marcando un retorno favorable. Ese conjunto está compuesto por el fabricante de procesadores holandés ASML, que sube 16,59% desde el cierre de 2020; Nvidia, productora de procesadores gráficos, con un alza de 24,5%; mientras que TSMC, el mayor fabricante de chips del mundo con sede en Taiwán, pierde 30%; y Samsung, el monstruo tecnológico surcoreano, baja 37,64%.
Fernando Hales, analista sector tecnología DVA Capital, señala que existe una suerte de relación simbiótica entre ambos tipos de compañías, pues por un lado, las compañías de software, dispositivos electrónicos y tecnología en general como las FAANGS, funcionan gracias a los semiconductores; a la vez que “las compañías de semiconductores tienen portfolios de clientes sumamente concentrados por lo que también dependen de este tipo de compañías. Apple, por ejemplo, representa un 26% de las ventas de Taiwán Semiconductor, y TSMC representa un 37 % de las ventas de ASML que hace el equipamiento para hacer los chips de alta gama”.
“Lo que sí veo con mayor claridad, es que el mundo puede optar por una u otra compañía de software más fácilmente que por uno u otro proveedor de chips. Lógicamente las FAANGS han creado una posición de liderazgo notable y sumamente difícil de romper. Pero, es más fácil que exista una nueva red social que acabe con Facebook a que TSMC no mantenga su posición de liderazgo”, sostiene Hales.
Más allá de los sectores o la denominación, Kalus Kaempfe, director de portfolio solutions en Credicorp Capital Asset Management, plantea que no necesariamente habrá un ganador en los próximos años. A su juicio, habrá una pelea tecnológica: “No creo que uno reemplace a otro, pero habrá una pelea a muerte subsidiada por los países, y eso implicará una caída en los precios de los chips”; y agrega que si bien las FAANG en occidente seguirán reinando, la dinámica será distinta a la actual, pues “la lógica que hemos tenido de empresas globales será cada vez menos probable ante el conflicto comercial entre EEUU y China, por lo que va a existir el Netflix chino y el de EEUU. Veo difícil que exista un ganador en cada segmento”.
En su último simposio de inversiones, la gestora de fondos global Franklin Templeton indicó que los conflictos globales son un riesgo, “como el futuro de Taiwán y su sector de semiconductores”, y que “las guerras comerciales, las guerras de capitales, las cibernéticas y las tecnológicas son posibles vías para este conflicto, por no hablar de la actividad militar en el mar del sur de China, pues las tensiones entre los Estados Unidos y China siguen aumentando”. Por ello, es que apuntan a que “es probable que aumenten también las inversiones en tecnología espacial, satélites, comunicaciones inteligentes y en la digitalización del sector de la defensa, a medida que este choque entre países avance”.
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