Axel Christensen: el país viene mostrando un déficit en la cuenta corriente que afecta al situación de paridad cambiaria, independiente de que estamos votando una constitución
Con todo, el director de estrategia de inversiones para América Latina, sostuvo que “no tenemos una seguridad plena que se mantenga de forma permanente (en estos valores), porque va a depender de la tasa final que impere en EEUU".
Tocando los $1.000 por unidad abrió nuevamente el dólar durante la jornada. La volatilidad del tipo de cambio tiene al mercado inquieto, y al gobierno apuntando al Banco Central. Sin embargo, la subida de la divisa se da en un contexto de fortaleza global ante los temores de una recesión.
En el marco de la presentación 2022 midyear outlook de BlackRock, Axel Christensen, director de estrategia de inversiones para América Latina, sostuvo que “no sabemos bien el resultado final de lo que haga la Fed en EEUU, que es un factor muy importante para explicar la evolución reciente del dólar”.
En ese sentido, comentó que en Chile el comportamiento del tipo de cambio “tiene algunos elementos más propios de lo que está ocurriendo en el país, no hay que dejar de lado, y ciertamente ha sido un factor más importante, que el mercado está descontando una subida todavía pronunciada de las tasas en EEUU por el alza de la inflación”.
Ello, comentó, “ha logrado que la divisa haya ganado terreno frente al peso chileno, pero también frente a otros monedas como el real o el peso mexicano, pero también fuera de la región, el Euro asomándose a la paridad, el yen transándose por sobre de los 130 unidades por dólar. Todo apunta a un fenómenos global”.
“No tenemos una seguridad plena de que se mantenga de forma permanente (en estos valores), porque va a depender de la tasa final que impere en EEUU. Junto con eso hay elementos más propios que dicen relación a cifras macroeconómicas de Chile: el país viene mostrando un déficit tanto en la cuenta corriente como en la situación de términos comerciales, que afecta al situación de paridad cambiaria, independiente de que estamos votando una constitución o no, o la situación política, ese efecto es algo que los inversionistas le mostramos atención”.
A esto, dijo Christensen, se suma el peso de decisiones políticas que generan la búsqueda de mayor seguridad de inversionistas locales incorporando inversiones en dólares.
Inflación y el fin de una era
Por otra parte, el director de estrategia de inversiones para América Latina también apuntó que el problema de la inflación será más permanente, debido a que podríamos estar entrando en una nueva etapa de desarrollo a nivel global.
Así, explicó que “vemos un cambio de era” que se está reflejando en algo “sumamente inusual”, y es que en el 2022 “está bastante en terreno negativo el desempeño global de acciones y bonos”, algo que “creemos que en buena parte, si vemos la trayectoria de ambas clases de activos, están apuntando a un tema que hay que prestarle atención”.
En esa línea, dijo que “creemos que estamos inclinado a un cambio permanente”, pues el período de la gran moderación, que se inició desde mediados de los años 80 y duró hasta ahora”, estaría acabando para dar paso a una nueva era.
“Ese fue un período donde se genera bastante prosperidad, reflejado particularmente en los mercados financieros. En el momento actual, todo pareciera indicar que la situación está cambiando, tenemos un incremento importante en la inflación, nuestra tesis es que la inflación si bien se va a moderar de los niveles vistos recientemente, va a estabilizarse en cifras por encima de las que estábamos habituados a ver antes de la pandemia”, dijo Christensen.
Eso, comentó, estaría explicado por el proceso de desglobalización iniciado por rivalidad entre EEUU y China, y que se vio incrementado tras la invasión de Rusia a Ucrania.
En este contexto, enfatizó que hay que tomar una estrategia defensiva, y que “en la renta fija una de las categorías que estamos recomendando sobreponderar son bonos indexados a inflación”, mientras que en renta variable, apuntó que al momento de mirar qué exposición sectorial, hay que preguntarse “qué industria están mejor posicionados para hacer frente a una situación donde los precios de los insumos se mantendrán altos por un tiempo más largo, incluyendo el impacto de costos laborales”.
Así, por ejemplo, un teléfono inteligente se ven de por US$1.000, pero el costo no supera los US$400, el margen que no tiene con materias primas, sino que se paga por marca o propiedad intelectual. “El tipo de empresa que tengan esas capacidades creemos que van a sobrellevar el escenario presente y futuro de inflación de mejor manera”, al tiempo que “también hay un enfoque más sectorial que ayuda a proteger de la inflación como pueden ser las empresas de materias primas, como las firmas mineras”.
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