BCI enciende las alertas: prevé riesgos de que economía entre en recesión el tercer trimestre del próximo año y proyecta crecimiento nulo para 2023

Sergio Lehmann, economista jefe de BCI Estudios.

Sergio Lehmann, economista jefe de esa institución, sostiene que “el escenario que enfrentamos hoy día se ha tornado más complejo, lo que se refleja en un deterioro de la confianza, caídas en los precios de activos y alta volatilidad en los mercados financieros". Además, en su escenario base no descarta que Chile entre en un ciclo de estanflación, con inflación sobre 7% y un bajo crecimiento.


Este año el crecimiento no tendrá sobresaltos. Las expectativas cada vez se acercan más a lo proyectado por el Banco Central que fijó un rango entre 10,5% y 11,5%. Una de esas instituciones que ajustó su proyección para 2021 fue BCI, que espera un PIB de casi 11%. Pero este boom del crecimiento se acabará rápidamente: para 2022 la previsión que entrega es muy pobre, llegando a solo 1,4%.

El escenario base que muestra el BCI contempla que la situación política-económica cambia de manera importante luego de las elecciones presidenciales. “La elevada base de comparación, la alta incertidumbre política, deterioro institucional y altas tasas de interés llevarían a un estancamiento en la inversión y consumo privado”. Por esa razón, proyectan que la actividad económica crecería en torno a 1,4% durante el 2022, menor al 2,1% esperado previamente y por debajo del promedio del mercado (2,2%).

Sergio Lehmann, economista jefe de BCI, sostiene que “el escenario que enfrentamos hoy día se ha tornado más complejo, lo que se refleja en un deterioro de la confianza, caídas en los precios de activos y alta volatilidad en los mercados financieros. Destaca el fuerte incremento en las tasas de interés, producto de la incertidumbre política y las presiones inflacionarias, con efectos especialmente negativos para la inversión”.

Construccion Edificios Departamentos
24 de Agosto 2020 Hoy volvieron a trabajar varias obras de Construccion de Edificios de Departamentos en el sector de Estacion Central luego de ser autorizados cumpliendo medidas especiales por Pandemia de Coronavirus Covid 19 que afecta al pais. Foto : Andres Perez

En el reporte manifiesta que hay una alta probabilidad de entrar en una recesión, es decir, una contracción de la actividad económica, entre el tercer trimestre de 2022 y el primer trimestre de 2023, debido principalmente a la poca certeza en temas económicos claves. “La probabilidad que vemos de recesión en 2022, es en torno al 75%. La lectura de la caída se hará visible, tanto en base anual como trimestre a trimestre, hacia la segunda parte del año”.

Lehmann enfatiza que “el incremento en las tasas de interés, producto de la irresponsabilidad que ha capturado el debate político, así como el deterioro en el clima económico, llevará a una contracción en la demanda interna. Sólo en la medida que se recupere la sensatez, tal como lo plantea el informe, ese escenario podría evitarse”.

Hacia 2023, las perspectivas empeoran: se anticipa un consumo muy debilitado y una inversión que no logra recuperarse ante políticas públicas que no impulsarían el crecimiento económico, junto con tasas de interés más altas en la economía, ante el mayor nivel de deuda pública y tasa de política monetaria. Por ello, prevén un nulo crecimiento del PIB como escenario central. “Asignamos una probabilidad relevante, cercana al 15%, de que en 2023 veamos una contracción económica”, alerta Lehmann, quien agrega que “dependerá esencialmente del marco de políticas que adopte el próximo gobierno”. Esto, porque “de no apuntar a la estabilidad, a la responsabilidad fiscal, a la provisión de incentivos para una mayor inversión, veremos retrocesos en la actividad que llevan irremediablemente a pérdidas de empleo, mayor pobreza y caídas en el bienestar social”.

¿Inflación exportada o interna? Qué pesa más y cuál incide en la evolución de los precios locales

¿Estanflación?

La inflación parece que será un problema durante los próximos meses. Las mayores presiones no se irán rápidamente y se advierten alzas en todas las categorías. De acuerdo al análisis de BCI, el incremento en precios de servicios que se han recuperado con fuerza debido al importante repunte económico, al tiempo que la mayor depreciación del peso, debido a factores locales, seguirá impulsado los precios de bienes. En tanto, la gasolina continuará inyectando inflación, dado el incremento en los precios internacionales del petróleo.

El escenario base de BCI Estudios contempla una inflación en torno a 6% de cara a los próximos trimestres, para luego ceder gradualmente a partir de la segunda mitad de 2022. Pero los riesgos de una inflación más alta siguen presentes y, en ese caso, el escenario alternativo apunta a una variación sobre 7% el próximo año. En este escenario asoma el peligro de un período de estanflación prolongada en el país, es decir, alta inflación y bajo crecimiento, sujeto a los desarrollos políticos y las políticas públicas que se vayan materializando.

Debido a los mayores registros inflacionarios, la Tasa de Política Monetaria se elevó desde 0,5% a 2,75% en sólo tres meses y se anticipan nuevas alzas. El escenario base de BCI Estudios considera una tasa de interés que termine en su nivel neutral (3,5%) en 2021 y que se ubique en 4,5% en la primera parte de 2022, para luego irse ajustando hacia un nivel en torno a la tasa neutral a partir de 2023. Mencionan que esta trayectoria estará sujeta la evolución de la inflación y las señales frente a las políticas económicas que se vayan anunciando. Cambios económicos radicales y con impacto inflacionario supondrían incrementos más significativos en la tasa de interés por parte del Banco Central.

En el informe se afirma que, debido a lo realizado por el instituto emisor, las tasas de interés en Chile han subido con fuerza, alcanzando máximos del último tiempo, y capturando el mayor riesgo presente en nuestra economía. “Los precios de activos recogen que el Banco Central continuará subiendo marcadamente la tasa de interés, lo que afecta principalmente las tasas de corto plazo, mientras que para plazos largos también suben, evidenciando además la menor liquidez predominante”.

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