“Búscanos en Instagram”: el comercio en redes sociales se triplicará en el mundo hacia 2025 y en Chile inquieta la informalidad
El denominado "comercio social" alcanzará en tres años, a nivel global, una cifra equivalente a cinco veces el PIB de Chile. Ropa, electrónica de consumo y decoración para el hogar serán los ítemes más demandados vía redes sociales
Con más de 2.500 millones de usuarios activos en el mundo, Facebook es por lejos la red social más grande del planeta. A esta se suma Instagram con más de 1.000 millones de cuentas, Whatsapp con más de 2.000 millones y Youtube, con más de 2.200 millones. La suma de cuentas de estas y otras redes sociales incluso supera la cantidad de personas que hay en el mundo, que llega a 7.800 millones.
Tanta gente viendo, escuchando, leyendo, posteando lo que hace otra gente abre, obviamente, una ventana casi infinita de oportunidades para hacer negocios…pequeños y grandes.
De acuerdo a un estudio de Accenture, en el último año un 64% de las personas a nivel mundial afirma que realizó compras a través de redes sociales, una tendencia que seguirá en crecimiento. Según esta consultora, el denominado “comercio social” triplicará su valor hacia 2025, alcanzando los US$ 1,2 billones. Para hacerse una idea, se trata de una cifra equivalente a cinco veces el PIB de Chile.
El reporte anticipa que para ese mismo año el mayor número de compras de comercio social a nivel mundial se espera en la ropa (18% de todo el comercio social para 2025), la electrónica de consumo (13%) y la decoración del hogar (7%). Los alimentos frescos también representan una gran categoría de productos (13%), aunque las ventas por ahora corresponden casi exclusivamente a transacciones en China. Se prevé que la belleza y el cuidado personal, aunque serían menores en términos de ventas totales de comercio social, ganen rápidamente terreno al comercio electrónico y capten más del 40% del gasto digital de media para esta categoría en los mercados clave para 2025.
Otra conclusión del estudio es que los consumidores de los países en desarrollo son más propensos a utilizar el comercio social y lo hacen con frecuencia. Así también, la confianza es más importante para las generaciones mayores que para las jóvenes. Los compradores de más edad hacen hincapié en las funciones de seguridad y valoran la familiaridad con la marca, mientras que las generaciones más jóvenes se sienten atraídas por las transmisiones en directo y confían más en las opiniones de los compradores.
La importancia del Whatsapp
En Chile, el comportamiento es muy similar y probablemente haya sido mucho más activo que en cualquier parte del mundo. Claro porque lo que el país vivió fue una verdadera fiebre por consumir, lo que se produce en medio de unos niveles de liquidez nunca antes vistos y que tuvieron como telón de fondo las ayudas estatales y los retiros de fondos de pensiones, que se calculan en unos US$ 50.000 millones. Esto quedó expresado en las históricas ventas que tuvieron los eventos comerciales “cyber”.
“Los grandes retailers chilenos ya están impulsando el comercio social y, por ejemplo, en los últimos cyber han realizado live shopping a través de redes sociales, con rostros nacionales”, dijo Mauricio Blanco, director Ejecutivo de Accenture Chile
En la era de la movilidad, Whatsapp se ha convertido en una herramienta clave. Se usa en prácticamente en todos los ámbitos de la vida moderna y tiene aún más importancia en el comercio social, ya que sirve de soporte para cerrar negocios.
“En un estudio reciente que hicimos Accenture y Facebook, 58% de los consumidores chilenos dijo que comenzaba el proceso de compra en redes sociales, mientras 83% afirmó usar WhatsApp como herramienta de soporte de compra, siendo Chile el país que más lo utiliza en la región, junto con Brasil”, afirmó el experto.
El lado oscuro de las compras
Pero este comercio a través de las redes sociales tiene una zona oscura, un lado B que no es del agrado de todos. Es que detrás de este comercio también existe mucha informalidad, con todo lo que eso significa en materia de resguardo de derechos del consumidor y también en materia de pago de impuestos.
De acuerdo a la Cámara Nacional de Comercio, tras la fuerte irrupción de las compras digitales el año pasado, y dada la crisis social y sus consiguientes restricciones de movilidad, la informalidad digital alcanzó cerca de US$1.700 millones, representando un 14% de las compras realizadas online, y dando cuenta de una fuerte entrada de nuevos oferentes y demandantes.
Según el Índice Informalidad en el E-Commerce correspondiente al tercer trimestre de esa entidad, del total de transacciones realizadas en el período, un 10,3% fueron informales.
Entre julio y septiembre de 2021, se estima que en el sector comercio (no incluye T&E y Servicios) se hicieron compras a través de plataformas digitales por un total de US$3.533 millones, de los cuales US$318 millones fueron destinados a compras informales en el canal digital, acumulando de esta manera la informalidad un total de US$1.511 millones entre enero y septiembre, 22% superior a lo reportado en igual período del año pasado.
“Claramente, la pandemia ha traído consigo un boom de las ventas online y junto a esto se ha visto un fuerte incremento de las redes sociales como canal de compra, tanto por el lado de nuevos usuarios de RRSS, como un incremento muy significativo en la oferta, debido al surgimiento de nuevos vendedores digitales”, afirmó Bernardita Silva, gerente de Estudios de la CNC.
La entidad gremial estima que un 12% de las compras digitales del comercio son a través de redes sociales, duplicándose su participación en los últimos dos años.
“Pero esto trae consigo un enorme desafío ya que, según nuestro índice de informalidad digital, cerca de un 16% de las transacciones a través de RRSS son informales, es decir, no se está cumpliendo con las reglas del juego en cuanto a entrega de boleta y pago de impuestos correspondientes, y es extremadamente difícil poder detectar y fiscalizar este tipo de transacciones”, sentenció Silva.
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