Casen 2022: La mayoría de los hogares pobres tiene sólo una persona con empleo

Actividad económica confirma señales de desaceleración: Imacec creció 6,4% en mayo

De acuerdo a un análisis del OCEC-UDP, entre los ocupados pobres el 65,3% vive en un hogar donde una persona es la única que tiene una ocupación, mientras que sólo el 34,7% de ellos vive en un hogar donde hay 2 ocupados o más.


Las cifras generales de la encuesta Casen 2022 mostraron que la pobreza por ingresos bajó a 6,5%, lo que equivale a 1.292.521 personas que viven en Chile mientras que la pobreza multidimensional pasó de 20,3% en 2017 a 16,9% en 2022. Sin embargo, al desglosar esas cifras se va mostrando distintas realidades y bemoles.

De acuerdo un análisis del Observatorio del Contexto Económico de la Universidad Diego Portales (OCEC-UDP), puso el foco del empleo como elemento diferenciador en la población de menores ingresos.

Como punto de partida mencionan que, de acuerdo a las cifras de la Casen 2022, habían 289.934 ocupados en situación de pobreza, lo que implica una tasa de pobreza entre la población ocupada de 3,2%. Esta cifra es menor a la tasa de pobreza agregada de toda la población, la cual alcanzó el 6,5%.

Las cifras dan cuenta de que la situación en la fuerza laboral es un factor crucial que influye en la pobreza. Mientras la tasa de pobreza entre personas ocupadas es de 3,2%, entre quienes están fuera de la fuerza laboral la tasa sube a 7,8% y, entre los desocupados, la tasa de pobreza se empina hasta el 14,6%. Entre la población sin edad de trabajar (14 años o menos) la tasa de pobreza es del 10,8%”, subraya el informe.

El informe realizado por los investigadores del OCEC-UDP, Juan Bravo y Juan Acuña, indica que entre los ocupados que son pobres “hay una prevalencia mucho más alta de empleos por cuenta propia y de asalariados informales en el sector privado (sin cotizaciones previsionales) en comparación a los ocupados no pobres. Por el contrario, entre los ocupados que no son pobres la prevalencia de asalariados formales en el sector privado (con cotizaciones previsionales) y de asalariados del sector público es mucho más alta que entre los ocupados pobres”.

Es más, los datos muestran que entre los ocupados que están en situación de pobreza, el 44,4% ejerce empleo por cuenta propia. En cambio, entre los ocupados que no son pobres, sólo el 21,6% ejerce empleos por cuenta propia. Por su parte, el 17,8% de los ocupados pobres ejerce un empleo asalariado informal en el sector privado, cifra que se reduce a 8,4% entre los ocupados no pobres.

En cambio, entre los ocupados no pobres el formato laboral que domina es el empleo asalariado formal en el sector privado, donde el 49,3% ejerce este tipo de empleos. Esto contrasta con el segmento de ocupados pobres, donde sólo el 24,6% ejerce en estos formatos laborales.

Encuesta Casen

Y el 13,9% de los ocupados que no son pobres está en un empleo asalariado en el sector público, mientras que sólo el 4,1% de los ocupados pobres ejerce este formato laboral.

Otro elemento que destaca el análisis es que entre los ocupados pobres y los ocupados que no están en esa situación es que la prevalencia de ocupados a jornada parcial (30 horas habituales o menos a la semana) es mucho más alta entre los ocupados pobres, donde el 36,6% ejerce en esta modalidad. En el segmento de ocupados no pobres, sólo el 17,6% trabaja a jornada parcial.

Clave un segundo ingreso

De acuerdo a las conclusiones que llegaron los economistas al mirar los datos de la Casen 2022, releva que el hecho de que haya un segundo ocupado en el hogar influye “de manera gravitante en la incidencia de la pobreza”.

Así, entre los ocupados pobres el 65,3% vive en un hogar donde esa persona es la única que tiene una ocupación, mientras que sólo el 34,7% de ellos vive en un hogar donde hay 2 ocupados o más. Por el contrario, entre los ocupados no pobres el 67,9% vive en un hogar donde hay 2 ocupados o más, mientras que sólo el 32,1% de ellos vive en un hogar donde hay un único ocupado.

Las cifras indican que los ocupados pobres tienden a vivir en hogares con mayor número de integrantes en comparación a los ocupados no pobres. Entre los ocupados pobres el número promedio de personas en el hogar es de 3,9, mientras que entre los ocupados no pobres hay, en promedio, 3,4 personas por hogar.

El análisis también da cuenta de que entre los ocupados pobres más de la mitad vive en una vivienda arrendada, lo que contrasta con el segmento de ocupados no pobres, donde sólo el 29,5% vive en una vivienda arrendada. Así, existe una asociación entre el hecho de vivir en una vivienda arrendada y la incidencia de pobreza entre los ocupados. Esto, según el informe, puede ser explicado por el hecho de que quienes arriendan deben destinar una porción de su ingreso con estos fines, en contraste a quienes viven en viviendas con otras situaciones, lo que implica que, a igual ingreso, los ocupados que arriendan pueden destinar una menor porción de sus ingresos a satisfacer otras necesidades esenciales, elevando así la probabilidad de estar en pobreza.

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.