Casinos arremeten contra ANFP por tener de sponsor del campeonato a casa de apuestas online y afirman que fue oficiada por la autoridad: “Es una actividad ilegal”

El Campeonato Nacional alcanzó el 34° lugar a nivel mundial en la clasificación entregada por la IFFHS.

La presidenta ejecutiva de la Asociación de Casinos, Cecilia Valdés, dijo que resultaba “al menos particular” el aumento en el monto pagado por Betsson por quedarse con el derecho de denominación del certamen.


Sorprendidos están en la industria de los casinos en Chile. Desde la semana pasada, cuando el miércoles 18 de enero la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP) comunicó que Betsson, la compañía sueca que opera apuestas online desde Malta, firmó un contrato por US$2,5 millones para quedarse con los naming rights del Campeonato Nacional de la Primera División.

Esta mañana, la presidenta ejecutiva de la Asociación Chilena de Casinos de Juegos (ACCJ), Cecilia Valdés, se refirió al tema, recalcando que las apuestas online en el país son ilegales, y que el aumento en el pago que realizó Betsson para quedarse con el derecho de denominación del campeonato nacional, frente al pago que realizó el año pasado AFP Planvital resulta “al menos particular”.

“El campeonato nacional partió ayer, y es al menos particular el tema de que el año pasado, el auspiciador principal (Planvital) había puesto US$500 mil, y este año el auspiciador principal (Betsson), que es una casa de apuestas, puso US$2,5 millones”, dijo Valdés en entrevista con radio Infinita.

Pablo Milad

En esa línea, la representante gremial afirmó que “las autoridades oficiaron a la ANFP y a su presidente (Pablo Milad) diciendo que esta era una actividad ilegal. Él tiene en su poder un oficio del regulador, de la super de casino, que explica bien el tema, pero hasta ahora no hemos tenido respuestas”, agregó.

Valdés ahondó en las diversas aristas de la operación de casas de apuestas online, y señaló que “el tema de la publicidad está en una nebulosa”, ya que se realizan “a través de agencias de marketing que tienen sus oficinas fueras de Chile, y la mayoría de estas casas de apuestas están operando desde Malta o desde Curazao, que son paraísos fiscales”.

Al respecto, recordó que existe un proyecto en el congreso que busca regular a los casinos y casas de apuestas que operan en la web, que calificó como “una buena base”, puntualizó que se debe “trabajar bien sobre todo lo que tiene que ver con el tema de impuestos”.

La ejecutiva resaltó el aporte que realizan los casinos regulados para “generar un desarrollo turístico nacional”, por medio del financiamiento de iniciativas en las comunas en las que operan, por lo que ve necesario “resolver hacia dónde van a ir los ingresos que se puedan recabar” para las operaciones en línea. Agregó que “el cuánto gravar también es un aspecto clave en la discusión”.

En la visión de Valdés, la regulación a dichos actores “es uno de los principales desafíos que tiene la industria” y aunque ya se ha trabajado junto a la autoridad “porque hay una urgencia por regular esto en el país”, remarcó que actualmente “las apuestas online son ilegales, eso no lo duda nadie y todas las autoridades lo han confirmado”.

Apuestas Online

“Tenemos claro que esto es parte de la digitalización y el proceso tecnológico que tiene que tener la industria, y estamos abiertos a hacerlo, pero cuando estuvo la pandemia y cerraron los casinos, fueron a pedirle permiso a la autoridad para operar plataformas online y les dijeron que no porque esto era ilegal. Por lo tanto, hoy día cuando vemos que estas plataformas operan a vista y paciencia de todos, a través del fútbol hacen publicidad como si fuesen una actividad normalizada, es bien desilusionante y genera una competencia bastante desleal”, remarcó Valdés.

La representante gremial enfatizó que actualmente “hay un registro de más de 900 plataformas (ilegales) que operan en Chile, y la verdad que ha sido bastante complejo y perjudicial para el país”, recordando que dichas actividades no están generando recaudación de impuestos, pese a que se trata de “una actividad que crece a tasa de 10% anual, y por otro lado, hay un riesgo de lavado de activos porque nadie sabe quiénes están detrás de estas casas de apuestas”.

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