Chilexpress, Blue Express y Starken: como funciona el mercado de la última milla según la FNE
El líder es ChileExpress con entre 30% y 40% del mercado. Le sigue Blue Express, y en tercer lugar aparece Starken. Las compañías operan tanto en la preparación de paquetes como en su distribución. Gran parte de sus vehículos son tercerizados; un pequeño porcentaje es propio y va a la baja. La mayoría tiene relación con las compañías de combustible, aunque para ellas es un negocio menor.
En diciembre, la Fiscalía Nacional Económica aprobó la compra de Blue Express por parte de Copec. El grupo Angelini entrará con ello a un nuevo negocio: el de la última milla, uno que los números de la transacción daban cuenta de su apogeo: los antiguos socios de Blue Express recibieron prácticamente US$ 230 millones, cinco veces más que el monto pagado cuando se hicieron de la compañía en 2019. Es que la pandemia y el consiguiente auge del ecommerce, transformaron los últimos kilómetros entre el producto y el cliente en un tramo clave.
Según el informe de la FNE, las actividades de logística y transporte pueden dividirse hoy en dos segmentos. El fulfillment o preparación de paquetes, y la distribución de última milla. En el primero, existen un sinnúmero de compañías que participan. Entre ellas destacan Blue Express, Chilexpress o Cargo Trader.
La distribución de última milla corresponde básicamente al servicio de envío de paquetes en una ruta origen destino, dentro del radio urbano y según una guía de transporte determinada. Chilexpress -señala el documento- es el líder del mercado con entre un 30% a 40% de participación en 2021. Le seguía en esa fecha ya BlueExpress, la que, según un reporte anterior de la Fiscalía, tenía un 12% al 2019. En el tercer lugar se ubica Starken, con entre un 20% a 30%, y luego Correos de Chile, con entre un 10% a 20%. “Lo anterior, corresponde a una estimación conservadora, toda vez que no incluye las ventas realizadas por otros distribuidores, tales como FedEx o WSP”, dice el reporte de la FNE.
Blue Express realiza los envíos en Chile con una cobertura nacional, a empresas o personas con tiempo de entrega estándar (priority) o exprés (premium). El modo de transporte y el tiempo de envío dependen de la modalidad contratada, y del origen y destino de los paquetes. El modelo se replica en los competidores.
Gran parte de los envíos se realizan con vehículos tercerizados. Sólo un porcentaje menor es con transporte propio de las compañías. De hecho, la FNE revela que este último mecanismo ha ido disminuyendo en participación, aunque no precisó los porcentajes.
La relación con las empresas de combustible
La distribución de combustible se realiza a nivel mayorista -reparto a las distintas estaciones de servicio de franquicias o terceros, y a clientes industriales- o a nivel minorista: desde las estaciones al público. Las compañías contratan servicios de última milla para abastecer a sus estaciones de implementos necesarios para su funcionamiento diario, como artículos de seguridad o insumos necesarios para comercializar el combustible. Y en el otro lado, las compañías de logística compran combustible, ya sea de manera spot o con contratos con las distribuidoras.
Hoy -dice la FNE- la contratación de servicios de última milla representa un costo menor para las distribuidoras de combustible, sin que existan antecedentes que permitan afirmar que aquella situación cambiará en el futuro. La Fiscalía apunta que, por ejemplo, en el caso de Shell, los servicios contratados con Blue Express y otras empresas de última milla representan menos del 1% de sus costos durante el último año. Para Petrobras, el peso es similar. Enex utiliza, sin contrato, los servicios de las empresas Urbano, Chilexpress y Moto Italia, indica la Fiscalía. Las cifras de Copec aparecen tarjadas en la presentación.
Al revés, las ventas de combustible de las empresas a aquellas de última milla también es menor. “El porcentaje aproximado que representa Correos de Chile en el segmento empresas para el año 2022 es menos del 1%”, dijo Petrobras a la FNE. Mientras que, en el caso de Shell, las ventas a empresas de última milla y a proveedores transportistas significó menos de un 10% del total de ventas a clientes empresa durante el 2022. Sin que -destaca el organismo- se proyecte un incremento de esa injerencia en el futuro. “Estos servicios son prestados a un amplio umbral de clientes, indeterminado en su número, sin que se observe que las empresas de combustible sean clientes particularmente relevantes”.
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