Columna de Francisca Pérez: “¿Un Banco Central para 1989 o para 2050?”
"Sin embargo, las enmiendas aprobadas lo único que hacen es llevarlo al pasado. El consejero republicano Sebastián Figueroa dijo que el propósito de las enmiendas es “mantener y consolidar la definición que ha tenido el Banco Central desde 1989″. Quitarle la facultad de poder comprar bonos soberanos ante alguna crisis financiera, disminuye su capacidad de hacer cumplir uno de sus objetivos, que es contribuir a la estabilidad financiera".
En el pleno del Consejo Constitucional fueron aprobadas tres enmiendas, respecto al articulado que se refiere al Banco Central, que cambian de manera importante lo propuesto por el Comité de Expertos y va en desmedro de la institucionalidad y autonomía del Banco Central.
El Banco Central de Chile en los últimos 20 años se ha posicionado como uno de los mejores bancos centrales del mundo, ha ganado importantes premios, junto con sus Presidentes, poniéndose a la misma altura que los bancos centrales de países desarrollados. Esto ha sido gracias a un arduo y constante trabajo, tanto del staff, como de los miembros del consejo y de las mejoras que ha tenido la legislación que lo atañe a lo largo de los últimos 34 años.
Es cierto que desde 1989, el marco que le dio la Constitución y las LOCs lograron que por primera vez el Banco Central fuera realmente autónomo desde su creación en 1925 y pudiera avanzar de manera independiente en las políticas monetarias que creían necesarias, con los buenos resultados a la vista. Pero también en los más de 30 años que han transcurrido, ha cambiado la forma de hacer política monetaria y los miembros del Banco Central lo saben, es por eso que se han ido ajustando y cambiando la forma en como analizan el entorno económico y en cómo se van tomando las decisiones.
El texto propuesto por la Comisión de expertos significaba un avance en la forma de hacer política monetaria, reconocía que el camino tomado es el correcto y dejaba la puerta abierta para que el Banco Central dentro de su autonomía y sus competencias, pudiera seguir mejorando para el futuro. Ayudando al país con un entorno económico estable, para avanzar hacia el desarrollo.
Sin embargo, las enmiendas aprobadas lo único que hacen es llevarlo al pasado. El consejero republicano Sebastián Figueroa dijo que el propósito de las enmiendas es “mantener y consolidar la definición que ha tenido el Banco Central desde 1989″. Quitarle la facultad de poder comprar bonos soberanos ante alguna crisis financiera, disminuye su capacidad de hacer cumplir uno de sus objetivos, que es contribuir a la estabilidad financiera. Respecto a su objetivo inflacionario, lo que se busca es la estabilidad de los precios, no de la moneda (como quedó en la propuesta final), pero ante esa búsqueda no podemos dejar de lado variables como son el crecimiento y el empleo, como ocurrió en 1998, cuando nos auto infligimos una recesión. Un tremendo error.
Tirar esto por la borda es desconocer lo aprendido del pasado, es decir no hay memoria de la historia económica que hemos tenido como país, y esto mismo nos podría llevar a cometer errores que ya creíamos tener superados.
*La autora es directora de plataforma del Banco Central Autónomo.
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