Comienza la cuenta regresiva: Nova Austral tiene 20 días hábiles para negociar propuesta de reorganización con sus acreedores
Tribunal de Porvenir citó para el 16 de agosto a una junta en la que los acreedores deberán pronunciarse sobre la propuesta de reorganización que la empresa debe negociar. Durante 30 días, la empresa gozará de la protección financiera concursal. El grupo adeuda US$ 560 millones.
El Juzgado de Letras y Garantía de Porvenir acogió a tramitación el viernes pasado la solicitud de reorganización judicial que presentó la salmonera Nova Austral el 20 de junio.
La empresa, controlada por el fondo noruego Altor Capital, solicitó su reorganización el 20 de junio, una solicitud en la que detalló los motivos que la llevaron a su reorganización: el “endurecimiento del estándar fiscalizador”; la falta de reconocimiento de las mejoras operacionales de la compañía”; la “invalidación de autorizaciones para relocalizar centro de cultivo” y la “emergencia sanitaria producto de la pandemia del Covid-19 en Chile”. En el documento, la compañía de capitales noruegos detalló que sus pasivos suman US$559 millones ($ 449.636 millones). Los tres mayores acreedores son Nordic Trustee (US$415 millones), que representa a los bonistas de la empresa; DNB Bank (US$69 millones) y Skretting (US$23 millones). A los proveedores locales, la empresa debe cerca de US$ 60 millones.
La resolución del tribunal otorga un plazo de 30 días hábiles de protección financiera concursal y, por lo tanto, en dicho periodo, que puede ser prorrogable de acuerdo a la Ley 20.720, los acreedores de la salmonera no podrán solicitar su quiebra, ni tampoco iniciar juicios ejecutivos de cobros de deudas, exceptuando el caso de los litigios laborales.
“Todos los contratos suscritos por el deudor mantendrán su vigencia y condiciones de pago. En consecuencia, no podrán terminarse anticipadamente en forma unilateral, exigirse anticipadamente su cumplimiento o hacerse efectivas las garantías contratadas, invocando como causal el inicio de un procedimiento concursal de reorganización”, consignó el escrito firmado por el juez Ricardo Herrera.
Tal como lo solicitó Nova Austral, el tribunal nombró al abogado Patricio Jamarme como veedor del proceso de reorganización. Jamarne, abogado de Hales & Jamarne, cuenta con amplia trayectoria en materia de quiebras y reorganizaciones, participando en procesos como el de la quiebra de Colo Colo y Pérsico, entre otras. De hecho, es el veedor con más procedimientos registrados desde 2014 -cuando se modificó la entonces Ley de Quiebras- a la fecha, con un total de 36 procedimientos, de los cuales 32 se mantienen vigentes.
Durante este período, la salmonera asesorada por el estudio de abogados Carey “no podrá gravar o enajenar sus bienes, salvo aquellos cuya enajenación o venta sea propia de su giro o que resulten estrictamente necesarios para el normal desenvolvimiento de su actividad; y respecto de los demás bienes o activos, se estará a lo previsto en el artículo 74 de la citada Ley”.
Sin perjuicio de la prórroga judicial de la protección financiera, el deudor a través del veedor, publicará en el boletín concursal, en el plazo de 20 días hábiles contados desde la publicación de la resolución, en el boletín concursal, su propuesta de Acuerdo de Reorganización Judicial. “Si el deudor no da cumplimento a esta orden, el veedor certificará esta circunstancia y se dictará la resolución de liquidación, sin más trámite”, consignó la resolución.
Además, el tribunal fijó para el 16 de agosto la junta de acreedores que deberá conocer y pronunciarse sobre la propuesta de reorganización judicial que deben negociar la empresa y sus acreedores.
En las frustradas negociaciones previas, Altor intentó porque sus acreedores capitalizaran las deudas, transformándose en accionistas y disminuyendo así la carga financiera de Nova Austral. Pero contaron con la posición inflexible sobre todo del banco DNB. Los mayores acreedores son tenedores de bonos, entre los que sobresalen fondos de Moneda Asset e Inversiones Megeve, de la familia Solari. Los dueños de Nova Austral pretenden insistir en una capitalización como primera fase y luego buscar un operador del sector que se haga cargo de la empresa.
81 millones de dólares en salmones
El jueves pasado, Nova Austral detalló al tribunal además sus activos. Según su presentación, la salmonera con operaciones en Magallanes y Aysén cuenta con activos avaluados en US$ 215 millones. Sus cinco mayores bienes son activos biológicos (valorizados en US$81 millones); cuentas por cobrar a entidades relacionadas (US$43 millones); centros de cultivo (US$35 millones); edificios (US$10 millones) e instalaciones fijas y accesorios (US$9 millones).
Las cinco empresas relacionadas que mantienen deudas con Nova Austral son Comercial Austral S.A (US$10,5 millones); Piscicultura Tierra del Fuego (US$21,8 millones); Salmones Porvenir (US$11 millones); Pesquera Cabo Pilar (US$182.254) y Nova Spain (US$84.547).
De acuerdo a la presentación, el Centro Cockburn 13, ubicado en Puerto Consuelo (Magallanes) posee la mayor biomasa de salmones actualmente, con un avalúo comercial de US$24 millones. Le siguen el Centro Aracena 9 (US$15 millones); Centro Cockburn 03 (US$11 millones); Centro Aracena 2 (US$10 millones); Centro Aracena 19 (US$8 millones) y Centro Aracena 4 (US$6 millones).
La compañía cuenta con 28 centros de cultivo en la Región de Magallanes y todos están bajo hipoteca. Se trata de bienes que poseen la característica de ser un bien esencial para el giro de la empresa. Cada uno tiene un avalúo comercial que va desde los US$413.438 a US$1.795.500, según el mismo documento.
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