Cómo funciona el impuesto a las ganancias con acciones en el mundo y los efectos en Chile
Actualmente, los inversionistas no pagan impuestos por las ganancias obtenidas con acciones con alta presencia bursátil. Con el proyecto que busca financiar la pensión básica garantizada, pasarán a tributar 10%. Muchos países gravan hoy estas transacciones. El economista Claudio Agostini afirma que Chile es "el único país de la OECD que tiene exención a las ganancias de capital”.
Una tasa de un 10% a la ganancia de capital en la venta de acciones es lo que ahora propone el gobierno en el proyecto de ley que busca crear una Pensión Básica Garantizada, lo que implica duplicar el impuesto propuesto inicialmente en octubre. Hoy esas transacciones no tributan. Los efectos, dicen varios agentes de la industria que prefieren mantener su nombre bajo reserva, podría llevar al mercado a estrecharse.
La iniciativa propone “gravar el mayor valor obtenido en la enajenación de instrumentos que cuenten con presencia bursátil, con un impuesto único de tasa 10% sobre las ganancias obtenidas”, lo que aplicará “para todas las enajenaciones que se efectúen a contar de 6 meses desde el primer día del mes siguiente a la publicación de esta ley”, dice el texto ingresado al Congreso.
Actualmente, los inversionistas no pagan impuestos por las ganancias obtenidas con acciones con alta presencia bursátil, es decir aquellas que son más transadas. Con este proyecto, pasarán a tributar 10%. Eso sí, los inversionistas institucionales, como AFP y las compañías de seguros, quedan fuera de la propuesta.
¿Pero cómo queda este impuesto en relación a otros países? ¿Será más caro para un inversionista local invertir en Chile?
“A partir de la experiencia internacional comparada, podemos señalar que, tanto países de la región como países desarrollados de referencia aplican un impuesto a las ganancias de capital proveniente de la venta de acciones. Países como Brasil, Colombia, Corea del Sur, Irlanda, México y Suecia gravan a nivel individual las ganancias de capital con un impuesto particular. Sin embargo, en ciertos casos se aplican exenciones dependiendo del monto, participación y periodo de mantención”, dice un estudio de Clapes UC de agosto de este año, titulado Efectos de modificar o eliminar la exención del impuesto a las ganancias de capital en la enajenación de determinados instrumentos financieros.
En esa línea, el estudio indica que “en diversos centros financieros globales las ganancias de capital provenientes de la venta de acciones no se gravan, mientras que, en otros, se aplican exenciones al cumplirse determinadas condiciones”, y concluye que “un mercado accionario menos desarrollado tiene un menor número de transacciones, una reducida participación de inversionistas, menor liquidez y, como consecuencia, lleva a que las empresas se financien con tasas de descuento menos competitivas”.
Al respecto, detalla que en Hong Kong y Singapur no se pagan impuestos por estas transacciones, mientras que en Luxemburgo y Dublín hay tratamientos especiales, y apunta que la muestra de estos países ejemplifica que “que no es una condición excluyente contar con el tamaño de centros financieros como el de Nueva York o Londres para convertirse en un centro financiero de excelencia”
Desde un punto de vista netamente tributario, el economista Claudio Agostini considera que “la tendencia es ir incluyendo las ganancias de capital como ingreso en el global complementario, países que lo hacen actualmente son Australia, Canadá, República Checa, Dinamarca, Estonia, Lituania y Noruega”, y recalca que “somos el único país de la OECD que tiene exención a las ganancias de capital”.
“Hoy la exención beneficia fundamentalmente al 3% de más altos ingresos”, dice Agostini.
Perú y el MK en Chile
Un caso que en el mercado suelen comentar a la hora de hablar de los efectos de estos impuestos en países similares a Chile es lo que ocurrió con Perú en la década pasada.
En 2009, en dicho país se gravó la ganancia de capital con acciones con un impuesto 5%, lo que regiría a partir del 1 de enero del 2010. Sin embargo, ello implicó una baja en los montos y el proveedor de índices MSCI analizó pasar a Perú desde un mercado emergente a uno frontera, con la salida de flujos que ello implicaba. Por ello en 2015, mediante un decreto, se estableció que las acciones líquidas no pagarían el impuesto por un período de tres años, esto a partir de 2016. En octubre de 2019 se emitió un nuevo decreto, aprobando la exoneración del beneficio hasta 2022.
Entre 2010 y 2015, el monto total negociado diario cayó 26%.
En Chile, el impuesto a las ganancias de capital se eliminó en 2001 en el marco de la reforma al mercado de capitales, conocida como MKI, realizada durante el gobierno del presidente Ricardo Lagos. Para dicho año, la bolsa local transaba un volumen de US$3.600 millones, monto que a partir de 2003 se disparó. En lo que va de 2021 las transacciones en acciones alcanzan los US$43.124 millones.
Pero esa cifra podría disminuir. Un importante actor del mercado lo ejemplifica así: en vez de ser un win/win, será un lose/lose, caerán los montos transados y no se recaudará lo que pretenden.
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