Cómo gestiona China su moneda y por qué es importante

ILLUSTRATION BY ALEXANDRA CITRIN-SAFADI/WSJ
ILUSTRACIÓN POR ALEXANDRA CITRIN-SAFADI/WSJ

No se trata sólo de economía. El yuan también tiene una importancia política y psicológica. De hecho, su valor es visto por muchas personas dentro y fuera del país como una señal de confianza en China, que ha ambicionado durante años promover el uso internacional de su moneda, presentando un desafío a largo plazo para el dominio del dólar.


La política monetaria china es una mezcla de ambición y temor a la fortaleza del dólar.

El yuan ha perdido más del 3% de su valor frente al billete verde este año, y lo estaba haciendo aún peor antes de que el dólar cayera frente a la mayoría de las divisas mundiales en noviembre. En septiembre, el yuan cotizaba en mínimos de 16 años frente al dólar. Actualmente, por un dólar se compran unos 7,15 yuanes.

Una moneda débil debería ser una buena noticia para una economía que a veces se denomina la fábrica del mundo. China exportó bienes y servicios por valor de 3,7 billones de dólares en 2022, más que ningún otro país, según datos del Banco Mundial. Un yuan más débil hace que los productos chinos sean más baratos para el resto del mundo, lo que debería impulsar la demanda. Pero esto es sólo la mitad de la historia.

La moneda china tiene una importancia tanto política como económica. Estados Unidos etiquetó a China como manipulador de divisas en 2019, escalando una guerra comercial entre las dos superpotencias. China ha ambicionado durante años promover el uso internacional de su moneda, presentando un desafío a largo plazo al dominio del dólar.

El valor del yuan también es visto por muchas personas dentro y fuera del país como una señal de confianza en la economía china, que está sufriendo por un mercado inmobiliario moribundo, una desaceleración en la fabricación y una reticencia de los consumidores a gastar a lo grande. Los inversores extranjeros se han retirado de los mercados bursátiles chinos este año, y los pequeños inversores del país están nerviosos.

“La preocupación del Banco Central es que la debilidad de la divisa exacerbe el sentimiento negativo entre los inversores extranjeros y los nacionales”, afirmó Alvin Tan, responsable de estrategia cambiaria en Asia de RBC Capital Markets.

Todo esto significa que es casi seguro que el yuan seguirá en el punto de mira el año que viene. He aquí una guía de cómo gestiona China su tipo de cambio.

El yuan es en realidad dos monedas

Beijing aplica un novedoso sistema de divisas que combina un yuan nacional y una versión extraterritorial que se negocia más libremente.

El Banco Popular de China (PBOC, su sigla en inglés) permite que el valor del yuan nacional sea dictado por las fuerzas del mercado, dentro de ciertos límites. Cada mañana, el Sistema de Comercio de Divisas de China, una unidad del Banco Central, publica un tipo de referencia para el yuan frente a una variedad de divisas, aunque el tipo del dólar acapara la mayor parte de la atención. A lo largo del día, el yuan puede cotizar un 2% por encima o por debajo de ese nivel. El yuan offshore cotiza sin restricciones.

La diferencia entre los dos tipos de cambio es una señal de hasta qué punto la percepción del mercado de la economía de China -y el valor de sus activos- está divergiendo de la visión oficial. En octubre, la diferencia entre el yuan extraterritorial y el yuan nacional se disparó, debido al aumento de los rendimientos de la deuda pública estadounidense y a la creciente preocupación por la desaceleración económica de China.

“Aunque la divisa se ha estabilizado, la diferencia en sí indica que el mercado aún no está muy entusiasmado, no está muy seguro de la divisa y, por extensión, de la economía”, explicó Sim Moh Siong, estratega de divisas del Banco de Singapur.

El Banco Central tiene muchas herramientas

Este año, el Banco Central ha tomado múltiples medidas para apuntalar el valor del yuan, como permitir que los bancos tengan menos divisas en reserva y dificultarles la compra de dólares.

Uno de los instrumentos más vigilados por el PBOC es la fijación del tipo de referencia diario del yuan frente al dólar, conocido como fixing. Desde finales de junio hasta noviembre, el fixing se fijó sistemáticamente a un tipo del yuan más alto de lo que esperaban los participantes en el mercado. Eso envió una clara señal de que el Banco Central no estaba dispuesto a dejar que la moneda cayera a nuevos mínimos frente al dólar este año, dijo Ju Wang, jefe de estrategia de cambio de divisas y tipos en la Gran China de BNP Paribas.

El punto más débil de la divisa este año fue en septiembre, cuando un dólar compraba alrededor de 7,36 yuanes en el extranjero.

El Banco Central utiliza lo que denomina factor anticíclico discrecional, una cifra que añade -o resta- a su idea de la fijación diaria justa para contrarrestar las grandes fluctuaciones del mercado. El PBOC ha guardado silencio sobre si ha utilizado el factor este año, pero tras un largo periodo de fijaciones más fuertes de lo esperado, muchos estrategas creen que sí lo ha hecho.

Las autoridades chinas adoptan un enfoque menos formal en el mercado extraterritorial. El gobierno y las empresas estatales emiten bonos denominados en yuanes en Hong Kong que absorben liquidez, y a veces los bancos estatales entran en el mercado para reducir la oferta de yuanes extraterritoriales, apoyando a la moneda, según los analistas.

Pero también tiene peces más gordos que freír

La forma más fácil que tienen los bancos centrales de impulsar el valor de sus divisas es subir las tasas de interés, ya que unos tipos más altos generan más demanda de activos en un país, lo que a su vez impulsa la demanda de la divisa. Pero el PBOC ha recortado las tasas este año en un intento de apuntalar la vacilante economía.

Esto ha exacerbado el impacto de la histórica subida de las tasas de interés en Estados Unidos. Los bonos del Tesoro de Estados Unidos ofrecen ahora rendimientos mucho más altos que los de China, una de las principales razones del mal comportamiento del yuan frente al dólar este año. Pero la presión está disminuyendo. En noviembre, los inversores extranjeros volvieron a comprar bonos denominados en yuanes, en parte impulsados por las expectativas de bajas de tasas en Estados Unidos.

Los economistas creen cada vez más que la Reserva Federal de Estados Unidos ha terminado su campaña de subidas de tasas de interés, y el dólar se ha debilitado recientemente frente a diversas divisas como consecuencia de ello. Esto está contribuyendo a reforzar la confianza del Banco Central chino, que está permitiendo que el mercado influya más en la divisa, de acuerdo a Craig Chan, responsable mundial de estrategia cambiaria de Nomura. Esto incluye el establecimiento de fijaciones diarias más acordes con las expectativas del mercado.

Sin embargo, un enfoque más libre por parte del Banco Central puede conducir a una mayor debilidad del yuan, advirtió Chan.

China tiene grandes ambiciones para el yuan

El dólar es la moneda de reserva mundial y está en uno de los lados de alrededor del 90% de las transacciones de divisas, según el Banco de Pagos Internacionales. Esto le da una enorme ventaja sobre otros países, a veces denominada “privilegio exorbitante”. China ha tomado medidas para minar esa ventaja, intentando promover el uso del yuan en todo el mundo.

Los bancos extranjeros ya aceptan depósitos en yuanes en el extranjero, y sus clientes pueden utilizar este dinero para comprar acciones y bonos denominados en yuanes fuera de China continental. El líder chino Xi Jinping ha estado cortejando a los gobiernos de Oriente Próximo y presionándoles para que acepten pagos en yuanes por el petróleo. Rusia ya acepta yuanes para algunos de sus envíos de petróleo.

El yuan fue la cuarta moneda de pago más utilizada del mundo en términos de valor a finales de noviembre, superando al yen japonés por primera vez desde enero de 2022, de acuerdo a datos de Swift. La divisa china se utilizó para alrededor del 4,6% de los pagos, resultado de una subida de varios años y su mayor cuota desde que Swift empezó a recopilar los datos en 2010.

Pero pasará mucho tiempo antes de que el dólar se vea amenazado. En noviembre, el billete verde se utilizó en cerca del 47% de los pagos mundiales.

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