Cómo operará la nueva modalidad que prepara Fonasa: su director afirma que puede ser una respuesta frente a crisis de las isapres

Camilo Cid
Camilo Cid, director de Fonasa. Foto: Andres Perez

Camilo Cid detalla cómo operará la Modalidad de Cobertura Complementaria (MCC) que el gobierno propone crear en la ley corta de isapres. Con el 7% de la cotización para salud, el asegurador público cubriría en promedio el 38% de lo que cuesta la atención de las personas, y de ahí en adelante serían las aseguradoras privadas las que cubrirían hasta llegar al 65%, para lo cual los afiliados tendría que pagar una prima adicional de entre $20 mil y $28 mil.


La ley corta de isapres del gobierno que se tramita actualmente en el Parlamento, además de buscar implementar el fallo de la Corte Suprema sobre tabla de factores, contempla la creación de la Modalidad de Cobertura Complementaria (MCC) en Fonasa, donde el Ejecutivo también introdujo modificaciones en las indicaciones que ingresó el viernes 3 de noviembre al Congreso.

“Nuestros cálculos están hechos para que las personas puedan tener una cobertura similar a la que tienen en promedio en una isapre. Porque partimos de la base de que la gran cantidad de gente que estamos recibiendo proviene de isapres. Entonces, la idea es darles protección financiera de manera similar”, explica el director de Fonasa, Camilo Cid, quien esta entrevista ahonda en cómo operará esta nueva modalidad del servicio que encabeza.

¿Cree que la MCC es una solución a la crisis de las isapres?

-Yo creo que coopera en esta crisis, sin duda que lo planteamos por eso mismo, y claro, responde a la necesidad también del gobierno y del Estado de hacerse cargo del problema que se está produciendo. Y hasta ahora, por supuesto, está siendo respuesta a una decisión voluntaria de las personas sometidas a ciertas situaciones, de incertidumbre, primas demasiado altas para sus ingresos, problemas de la inflación, la situación económica en general. Sin duda que la MCC puede ser una respuesta para esas inquietudes, y junto con eso, para la crisis de las isapres, en el sentido de que existe siempre la posibilidad de que alguna de ellas entre en insolvencia y gran cantidad de personas tenga que emigrar.

¿Podría estar lista esta modalidad antes de que eso ocurra?

-Es un esfuerzo que tenemos que hacer, hay ciertos plazos. Después de la aprobación de una ley siempre hay reglamentos, nosotros tenemos que hacer la licitación, esperamos llegar a tiempo. En todo caso, en el sistema de isapres, en caso de ocurrir algún problema, eso también tiene unos tiempos. Hay un plan de ajuste y contingencia, las isapres tienen que pasar algunos meses en unas situaciones específicas, hay un interventor, etcétera. Entonces, eso también da un tiempo y uno podría pensar que, entre la aprobación y el conjunto de acciones que hay que hacer para implementar, podrían llegar más o menos a la par. No lo puedo asegurar, pero...

Y en esa transición, en caso de ocurrir, por ejemplo, si hay personas que estén en ese momento enfrentando una enfermedad de alto costo en alguna clínica, ¿podrán seguir atendiéndose ahí?

-Bueno, en estas indicaciones que ingresamos a principios de mes hay tres posibilidades de hacer eso en Fonasa. La atribución es la siguiente: que Fonasa pueda dar continuidad a los tratamientos cuando está el GES activo; que sea un tratamiento CAEC activo, que es un problema de alto costo; o que sea una sentencia o resolución de la Superintendencia, en tanto tribunal de salud también que tiene esa atribución. Ahí Fonasa tendría que asumir la continuidad de estos tratamientos, con las personas trasladadas a Fonasa, por supuesto.

Pero hay gente que no activa el GES, ni el CAEC...

-Si las personas no usan el GES, bueno, ahí ya se generan otros problemas, pero sin duda que en una situación de emergencia tendríamos que analizar esos problemas en concreto, lo que estoy seguro es que el Estado no va a abandonar a las personas, y si el brazo del Estado es el Fonasa, vamos a ver cómo se soluciona el problema.

¿Cuántos gastos en salud va a cubrir la MCC?

-Lo que hemos calculado es que cuando una persona está en Fonasa y usa solamente las clínicas privadas, dadas las diferencias de precios que hay con el sector público, la cobertura respecto de lo que le cuesta su atención es 38% en promedio. Y cuando uno hace lo mismo y examina a una persona promedio en isapre, se da cuenta que la cobertura promedio es del 65%. En ese caso, ellos pagan un 35% de copago promedio, y un 65% es cubierto por la aseguradora. Nosotros lo que queremos es entonces que de esos 38 puntos que en promedio le cubre a una persona estando en la Modalidad Libre de Elección (MLE), ahora pueda llegar al 65%. Son 27 puntos porcentuales de diferencia aproximadamente. Haciendo todo este ejercicio en promedio. Esa es la diferencia de cobertura que queremos que el tercer actor, el seguro complementario, se haga cargo.

Y aparte de la cotización del 7% para salud, ¿cuánto tendrían que pagar las personas por ese seguro adicional?

-Eso todavía lo tenemos que terminar de calcular. Lo hemos estimado. Hemos tenido diversos resultados dependiendo de qué variable movamos, pero en el fondo está entre los $20 mil y los $28 mil (...) En definitiva también está el tema de la licitación, porque el precio también va a ser una variable que (dependerá de lo que) los seguros postulen. Entonces, puede ahí tener una variación que todavía no sabemos.

Justamente la economista Paula Benavides, de Espacio Público, dijo que “es una licitación compleja que es probable que se declare desierta o tenga un alto precio”. ¿Cree usted que podría pasar eso?

-Lo que pasa es que nosotros hemos estado trabajando sobre el supuesto de funcionamiento de la industria actual. Y todo el mundo ya sabe que hemos aceptado, en el marco de la ley del lobby, a las aseguradoras, y hemos estado trabajando en esa mesa de trabajo con ellos. Entonces, nosotros estamos trabajando sobre el supuesto firme de que los seguros van a estar interesados en presentarse (...) Lo que veo es que hay interés y no vería por qué estaría ese problema.

¿Puede asegurar que los ingresos que recibirá Fonasa por el 7% serán mayores que los gastos al financiar esta nueva modalidad?

-Todo eso es ficción, en el sentido de que nosotros hacemos escenarios y hacemos simulaciones. Lo que tenemos efectivamente es que las personas que están viniendo ahora, son relativamente más jóvenes que las que venían antes, y son en mayor proporción hombres. Hombres jóvenes. En términos del seguro, de su aporte del 7%, en general son personas que son relativamente más sanas y, por lo tanto, es posible que sean aportantes netos, en el sentido de que sus aportes sean más altos que sus gastos, sin embargo, estas personas usan, si es que están usando las clínicas privadas, hay una cuestión de precios, que aunque estén más sanos los precios son más altos, y entonces terminan usando su 7%. Nosotros hemos trabajado más bien (asumiendo) el equilibrio de la situación, que permanezca como está. Entonces, cuando hacemos las simulaciones y hacemos los cálculos, suponemos que ellos más o menos están haciendo utilización de los servicios que hoy día hacen, con los ingresos que hacen y los gastos que tienen.

Ustedes aseguran en el proyecto que esto no tiene mayores gastos fiscales que el 7%.

-Claro, por lo que digo, porque estamos suponiendo que la utilización de servicios no debería variar significativamente (...) Nosotros hemos hecho el supuesto de que los gastos de administración ya no existen, o existen en la proporción que existen en Fonasa, que son muy bajos respecto de las isapres, porque las isapres gastan en total unos $380 mil millones al año en gastos de administración, que es el 12% de sus ingresos, y entonces cuando uno ve un caso promedio, de una persona promedio, uno podría hacer el supuesto de que hay un 12% de su gasto que va a ser reutilizado, porque nosotros, de ese 12%, utilizaremos a lo más un punto como gasto de administración, y el resto queda disponible para ser usado en servicios.

En algunos años la situación no debería variar respecto del escenario actual, pero podría darse también que el gasto en licencias médicas sea...

-Por eso digo que todo esto va bajo el supuesto de que los comportamientos no cambiarían drásticamente ni tendrían grandes variaciones. Obviamente que siempre hay variaciones, pero controladas. Nosotros podemos suponer qué pasa si... ¿Qué pasa si aumentara, por ejemplo, la utilización de servicios en ciertas áreas? ¿Qué pasa si aumentara la utilización de licencias médicas? Bueno, eso nos da ciertos parámetros en que se pueden mover estos efectos, pero a nosotros no nos parece realmente que debería ocurrir algo que haga que las personas utilicen más, tanto en enfermedad como en licencias médicas.

¿Y tienen una proyección de cuántas personas podrían sumarse a esta modalidad?

-No todavía. Esa es una de las grandes preguntas, pero nosotros sabemos que es una inquietud de las personas que están en el grupo D, donde son cerca de 4 millones de personas, y del grupo C, donde hay otros casi 3 millones. O sea, cerca de 7 millones de personas que podrían eventualmente necesitar un aseguramiento de este tipo, más las personas que están viniendo de isapres. Esto contabiliza, por supuesto, las casi 900 mil personas que han venido (desde isapres) desde principios de 2022 (hasta septiembre de 2023). Y a fines de este año va a ser casi un millón en dos años, o sea, casi dos isapres completas. Cuando nos dicen: ¿cómo van a recibir ustedes...? Bueno, vean que en dos años hemos recibido dos isapres y todavía no tenemos ningún cambio legal.

¿Y no cree que por eso mismo debería aumentar el gasto en administración, para fortalecer el funcionamiento de Fonasa de cara a los afiliados?

-En el proyecto de ley hay una presentación en el informe financiero (IF) de aumento de algunos cargos de Fonasa. Sin duda que a nosotros nos hubiese gustado que tuviera más importancia eso, pero de todas maneras el efecto en términos monetarios es bastante marginal en términos del aumento. Eventualmente en los próximos años podría ir aumentando, en las próximas leyes de Presupuestos, en la medida que también vayamos calibrando cuánto es el efecto del esfuerzo que requiere de la administración del Fonasa.

¿Quién va a estar a cargo de la administración, recaudación y cobranza de las primas de la MCC, del 7% de cotización y del adicional?

-Lo que se ha pensado es que el 7% viene al Fondo, y el adicional va a las compañías de seguro.

¿Las aseguradoras recaudarían directo?

-Sí, pero hay un aspecto técnico que tiene que ver con la facilidad del uso de Previred. Entonces pasaría por ahí mismo, no hay necesidad de desarmar eso que funciona bien, pero en términos jurídicos, legales, por supuesto, son primas separadas. En lo operativo hay una cuestión tecnológica que está montada, y aprovecharíamos eso mismo (...) Previred deriva una parte (a las aseguradoras). Nosotros tenemos un contrato con ellos, entonces ellos derivarían una parte a nosotros, y otra parte (a las aseguradoras), para facilitar, pero en términos normativos, son dos primas separadas: una del 7% que va a Fonasa, y otra que va al seguro complementario.

Según el proyecto de ley, la licitación la hace Fonasa. ¿No cree que debería aprobarse también por decreto por otros ministerios, y no a nivel del organismo, para que también haya una toma de razón de Contraloría?

-La toma de razón de Contraloría en general tiene que ver con montos, y aquí no hay montos del Estado que estén en juego, porque son recursos que los privados, las personas, van a pagar como primas complementarias. Entonces, nuestros abogados piensan que no ha lugar esa idea. Con todo, no tendría ningún problema en que esto se curse por Contraloría. Segundo, nosotros hacemos muchas licitaciones con privados, todas las clínicas, los distintos programas que tenemos han sido licitados (...) Entonces nosotros en eso estamos acostumbrados.

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