Renta4 Corredores de Bolsa presentó una querella en el 4° Juzgado de Garantía de Santiago contra su extrabajador, David Esteban Ayala Bravo, y su madre, María Angélica Bravo Bozo, por los delitos de “acceso ilícito y fraude informático”. La corredora acusa a Ayala, quien se desempeñaba como operador de mesa, de haber accedido sin autorización a los sistemas “I-Manager” y “Shell”, utilizados para la gestión de transacciones de acciones y divisas tanto en Chile como en mercados internacionales, ocasionando un perjuicio patrimonial de “US$383 mil”, equivalentes a $359.180.373.

Según la acción penal, Ayala creó una ficha de cliente a nombre de su madre, registrada como “supuesta cliente de esta corredora”, en violación a las “normas internas de la empresa y por normas de la Comisión para el Mercado Financiero (CMF)”. A través de esta ficha, asignaba órdenes de compra, principalmente de acciones de Soquimich (SQM). La querella describe el esquema: cuando las operaciones generaban ganancias, Ayala “transfería los beneficios a la cuenta de su madre”, mientras que en caso de pérdidas, “cargaba el déficit a otro cliente, Rodrigo González Bolados”. Este método se habría aplicado desde agosto de 2022 hasta octubre de 2023.

Renta4 explicó a Pulso que “en el contexto de auditorías internas y controles de riesgos se detectó un uso indebido de los sistemas internos de la corredora que derivaron en operaciones irregulares por parte de un exempleado, por lo que procedimos a denunciar el hecho ante la Fiscalía. Hace algunos días nos querellamos por delitos informáticos y comenzará un juicio respecto al caso. Podemos asegurar que este incidente no representa riesgo alguno para la estabilidad de nuestra operación”.

Las irregularidades fueron descubiertas durante una auditoría interna de Renta4 , cuando “la imputada Bravo apareció sobregirada con un saldo negativo contra la corredora por US$702.080″. Esto activó las alarmas en las áreas de compliance y control interno de la empresa, dando paso a una investigación más profunda que derivó en la intervención de la PDI y la Fiscalía Oriente. La PDI confirmó que Ayala accedió al sistema “Shell” con su clave personal, lo que le permitió “eludir los controles automáticos de seguridad de la corredora” y ejecutar operaciones de alto riesgo con instrumentos financieros apalancados, como “TQQQ, SOXS y SOXL”, incrementando la exposición de la corredora.

El fraude también impactó a otros clientes, como Rodrigo González Bolados, quien fue afectado por “pérdidas de operaciones no autorizadas”. En enero de 2024, Renta4 acordó una compensación para indemnizarlo. En su querella, la corredora solicita que el caso sea remitido al Ministerio Público para formalizar y acusar a los imputados, exigiendo “el máximo de las penas que señala la ley” y reservándose el derecho de emprender acciones civiles para “resarcir el daño económico sufrido”.

Renta4 detalla el método utilizado por Ayala, quien, aprovechando sus conocimientos y acceso a los sistemas internos, creó una cuenta ficticia a nombre de su madre y realizó operaciones bursátiles de alto riesgo. Los controles internos fueron manipulados para evitar auditorías automáticas, y según la acción penal, se habría realizado una “suplantación de identidad digital para efectuar una transferencia” a favor de su madre, constituyendo un delito de “fraude informático” conforme a la Ley 21.459.

La corredora solicitó una serie de diligencias investigativas, como “el levantamiento del secreto bancario de las cuentas de David Ayala para obtener pruebas adicionales sobre las transacciones realizadas en beneficio de su madre”. Además, pidió que se cite a declarar a testigos clave, como el contralor interno, Juan José Guzmán Rodríguez, y el gerente general, Arturo Frei Riutort, para que “aporten información relevante sobre las auditorías internas y el descubrimiento del fraude”.