Control de gastos, modelo de negocios e investment grade: los desafíos del gerente que necesita Falabella, según el mercado
Gastón Bottazzini dejará la gerencia general el 1 de enero de 2024 y Falabella tiene casi cuatro meses para elegir a su sucesor. Más allá del perfil, los especialistas apuntan a que quien llegue debe ser capaz de enfrentar la situación financiera de la firma y defender el grado de inversión, así como lograr un alza en las ventas.
El 1 de enero de 2024 el argentino Gastón Bottazzini dejará la gerente general de Falabella tras cinco años. La caída en las ventas, en ingresos y utilidades de la compañía golpearon la gestión del CEO, lo que además se ha visto reflejado en una fuerte baja de la acción. Cuando Bottazzini asumió el cargo, en 2018, la empresa tenía una valorización bursátil cercana a los US$ 17 mil millones, la que hoy se ha reducido a US$ 6 mil millones.
Su salida se produce casi cinco meses después de que Enrique Ostalé reemplazara a Carlo Solari en la presidencia del retailer. Ostalé, mediante un comunicado, indicó que Bottazzini seguirá aportando su experiencia, visión y capacidad analítica “en el proceso de sucesión de su cargo”. Para ello, la empresa pretende trabajar con la empresa de head hunting Egon Zehnder y evaluar en conjunto candidatos externos e internos.
Hasta ahora, todos los últimos gerentes generales de Falabella eran ascensos desde otros cargos relevantes en la misma compañía. La sucesión ya está en marcha y el perfil de quien comande a la empresa es relevante, si se privilegiará por atributos más bien financieros, como el mismo Bottazzini, o como lo fue Juan Benavides, quien venía de CMR al asumir el cargo, o con mayor experiencia en el rubro retail, como Juan Cuneo, Pablo Turner o Sandro Solari.
Los desafíos
Jorge García, gerente de Estrategia de Nevasa, dice que el perfil del próximo CEO de la compañía debe mezclar aptitudes financieras y de retail, pues “va a tener que pelear por el investment grade y encontrar el modelo de negocio y tamaño optimo”. En esa línea, apunta que quien llegue, debe “rentabilizar el negocio y mantener un balance solido”. Y agrega: “creo que la empresa perdió también un relato claro, qué es y para dónde va”.
Guillermo Araya, gerente de estudios de Renta4, comenta que “desde mi perspectiva, debe ser una persona del retail. Por lo que he visto, un buen gerente comercial sabe mucho de finanzas y viceversa. Lo principal es saber formar equipos y analizar por qué están como están, habiendo sido la empresa líder del retail en Chile”.
Flavio Nicovani, analista de Estudios BCI, cree que “el principal desafío para el próximo CEO es volver a indicadores financieros que muestren una mejor solvencia en la compañía, esto incluye mantener la nota crediticia de Falabella, esto a través de la venta de activos como se ha mencionado en las últimas reuniones con los inversionistas y de rentabilizar toda la inversión que se ha hecho en los últimos años en el negocio online y omnicanalidad”.
Para Carolina Ratto, directora de Research de Credicorp Capital, “la salida de Gaston Bottazzini y la llegada de Enrique Ostale al directorio representan un cambio significativo en la orientación estratégica de la empresa, que ha sido objeto de críticas debido a los elevados niveles de inversión en la implementación de su estrategia digital, sin que estas inversiones hayan generado beneficios claros”.
En esa línea, apunta que “en esta nueva fase, la empresa tiene la intención de revitalizar su estrategia comercial, incluyendo la mejora de la experiencia del cliente en las tiendas físicas, como parte de su enfoque omnicanal”, aunque “esta evolución estratégica no implica un abandono del mercado digital, sino más bien una priorización destinada a maximizar el retorno de la inversión y al mismo tiempo acercarse más al cliente para ganar cuota de mercado. En este contexto, sería razonable esperar que el nuevo gerente general provenga del ámbito del retail tradicional y siga una línea de pensamiento afín a la del actual presidente del directorio”.
La semana pasada, Falabella informó que cerró el segundo trimestre de 2023 con ganancias, esto luego de tres trimestres de pérdidas, pero las utilidades vinieron de un nuevo modelo de revalorización para sus propiedades de inversión y no del desempeño de sus negocios. Los ingresos trimestrales cayeron 12,5% respecto al periodo abril-junio de 2022, mientras el resultado operacional completo descendió 79%, hasta US$ 34 millones.
Los resultados llevaron a que la semana pasada S&P dejara la clasificaciones de Falabella en “Revisión Especial Negativa”, esto por las “débiles tendencias operativa y de apalancamiento”. Según la clasificadora, “durante la primera mitad de 2023, los resultados operativos de Falabella fueron más débiles de lo esperado”, y que “el ritmo de la mejora de los resultados ha estado por debajo de nuestras expectativas”. La agencia sostuvo que el estatus de credit watch “refleja un mayor riesgo de que Falabella no sea capaz de recuperar las utilidades y los indicadores de apalancamiento durante los próximos dos años a los niveles que esperábamos anteriormente”.
A principios de año S&P ya había reducido la nota de Falabella a BBB- ,pero con una perspectiva estable. En tanto, a fines de febrero, Fitch Rating recortó la nota internacional de la compañía desde BBB a BBB-, y la nacional desde AA a AA-, con una perspectiva que pasó a negativa desde estable.
Flavio Nicovani agrega que “la compañía debe enfocarse en mejorar los resultados de la empresa, principalmente los negocios de retail, mejorando los márgenes, a través de un mejor control de inventario, un mejor traspaso de inflación a precios y una mejor rentabilidad del negocio online. El negocio bancario también debe mejorar sus márgenes, ya que ya se cumplió la expansión de la cartera que buscaba la compañía y el desafío hoy es mejorar los márgenes a través de un menor costo por riesgo de la cartera”.
Más allá del perfil, desde Banchile Research sostienen que quien llegue debe tener “el foco de corto y mediano plazo en rentabilizar su operación actual y fortalecer su balance”, además de centrarse en el “control de gastos e inventarios. Menor inversión y venta de activos apuntan en esa dirección”.
Para Ratto, l “credit watch” negativo que puso S&P la semana pasada sobre los bonos de la compañía “implica que Falabella deberá presentar un plan de acción concreto en los próximos 90 días para bajar el apalancamiento y así no perder el grado de inversión en sus bonos. Por lo tanto, anuncios respecto a la venta de activos es inminente y mas que necesario. En esta línea la compañía anuncio un plan de venta de activos de ~ USD 400 mn que incluye las oficinas de Sodimac en Renca, centros de distribución y otros activos inmobiliarios. Creemos que la opción mas factible es que a esto se sume la venta de Open Plaza, que incluyen tiendas stand alone, strip centers, Open Kennedy etc. Entendemos que Falabella privilegiara esta venta antes que Tottus”.
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