Chile, y en particular isapre Cruz Blanca, han estado presentes en los últimos reportes de resultados que ha realizado desde Londres el controlador de dicha aseguradora de salud privada, Bupa (The British United Provident Association Limited). Así ocurrió en los resultados al cierre de 2022 que publicó la empresa en marzo, y lo mismo sucedió cuando este jueves la compañía publicó sus resultados al cierre del primer semestre.

Las referencias que hizo respecto al mercado local fueron varias, en el contexto de la crisis que el sector acusa estar viviendo en el país. Ahora Bupa no solo se refirió a la incertidumbre que genera el fallo de la Corte Suprema sobre la tabla de factores, sino que también puso énfasis en el último frente judicial que le queda pendiente a la industria: el ajuste del precio por las Garantías Explícitas en Salud (GES), donde las isapres el mes pasado presentaron sus alegatos ante la Tercera Sala de la Corte Suprema.

En una nota especial sobre Chile, Bupa señala en sus resultados al cierre del primer semestre que, tal “como se indica en los resultados del año 2022, la industria de seguros de isapre en Chile continúa siendo impactada negativamente por acciones judiciales y regulatorias”.

En ese sentido, parte diciendo que “la Corte Suprema de Chile ha cambiado significativamente su interpretación de los precios de las isapres en los últimos años, con el efecto acumulativo de restringir el enfoque de fijación de precios o tarifas previamente permitido y generalmente aceptado”.

Al respecto, recuerda que “en diciembre de 2022, la Corte Suprema emitió un fallo que requiere que las isapres utilicen una tabla de factores de riesgo legal con efecto retroactivo, lo que significa que la cobertura de productos no se corresponde con la capacidad de aumentar las tarifas para reflejar el costo de dicha cobertura. La situación permanece como se describe en los resultados del año completo para 2022, excepto que la fecha en la que el regulador pertinente debe implementarla se extendió de mayo de 2023, a noviembre de 2023″. Además, agrega que “las posibles implicaciones a corto y largo plazo para isapre Cruz Blanca son muy inciertas”.

En otro apartado, sobre pasivos contingentes, Bupa profundiza en el tema: “Continuamos reconociendo un pasivo contingente material como resultado del fallo de la Corte Suprema de Chile de diciembre de 2022. El método de implementación de la tabla de factores de riesgo legal luego de la decisión de la Corte Suprema de diciembre de 2022 sigue sin estar claro. Dado que continúa la incertidumbre, Cruz Blanca no puede estimar de manera confiable el valor de dichos pagos retrospectivos a futuro, por lo tanto, no se ha reconocido ninguna provisión IFRS al 30 de junio de 2023″.

Añade que “hay una amplia gama de posibles resultados, sin embargo, en contraste con los requisitos de IFRS, bajo Solvencia II el grupo está obligado a incluir un valor para los pasivos contingentes, incluso si el monto de la obligación no puede medirse con suficiente fiabilidad. El grupo ha incluido una reserva de 160 millones de libras esterlinas (año fiscal 2022: 100 millones de libras esterlinas) para este pasivo contingente por pagos retroactivos dentro del balance regulatorio de Solvencia II”.

En todo caso, aclara que “es probable que el impacto final difiera materialmente de este valor y este es un cálculo a efectos de Solvencia II y no una estimación previa de todas las pérdidas reales o potenciales relacionadas con isapre Cruz Blanca. Cualquier pago retroactivo que finalmente se determine con respecto a las pólizas históricas como resultado de esta sentencia serían pasivos para isapre Cruz Blanca”.

En el mismo apartado sobre pasivos contingentes, Bupa explica que, “además, el regulador aprobó los aumentos de precios de Garantías Explícitas en Salud (GES), vigentes desde octubre de 2022, los que están sujetos a judicialización. Se espera un fallo más adelante en el año que podría dar lugar a pasivos por pagos retroactivos. La situación es incierta y cualquier impacto financiero potencial depende del resultado futuro de la judicialización”.

En otro apartado profundiza sobre el tema, donde detalla que “el impacto anualizado en los ingresos de estos aumentos de precios es de aproximadamente 90 millones de libras esterlinas (unos US$114 millones). Se espera un fallo más adelante en el año que podría dar lugar a pasivos por pagos retroactivos. La situación es incierta y cualquier potencial impacto financiero depende del resultado futuro de la judicialización. Por lo tanto, no se ha reconocido ninguna provisión IFRS al 30 de junio de 2023″.

Y pese a que al cierre de 2022 Bupa destacó el mal resultado que obtuvieron en Chile, ahora eso cambió, en gran parte gracias al ajuste del precio GES. En su balance al primer semestre de 2023, la compañía señala que “en Bupa Chile, volvimos a ser rentables en la primera mitad del año, debido a eficiencias operativas y crecimiento de ingresos impulsados por aumentos de precios aprobados por el regulador relacionados con un componente de las primas de isapres (Garantías Explícitas en Salud o GES) que cubren los tratamientos y condiciones médicas que la normativa chilena establece como cobertura mínima obligatoria por parte de las isapres”.

Ahí explica que “este componente se ha aplicado a una tasa que ha resultado en pérdidas significativamente reducidas en isapre Cruz Blanca. Sin embargo, el aumento del GES es objeto de un juicio en la Corte Suprema. El resultado de esto es incierto y, en el peor de los casos, podría significar que el aumento de GES se cancela desde la fecha en que se implementó por primera vez (octubre de 2022)”.

En otro apartado Bupa menciona que a nivel mundial “los cambios en la política gubernamental y regulatoria continúan siendo uno de nuestros principales riesgos dada la naturaleza de nuestros negocios. Este riesgo está presente en Chile, donde la industria de seguros de isapres continúa siendo impactada negativamente por la incertidumbre política, posibles cambios en la ley y acciones regulatorias y judiciales”.

Agrega que “esto da como resultado que los pasivos contingentes estén presentes al 30 de junio de 2023, como se resume en la revisión financiera. La situación sigue siendo altamente incierta con una amplia gama de posibles resultados de estas exposiciones que, dependiendo del resultado de la incertidumbre actual, podrían generar pasivos materiales y pérdidas materiales en curso dentro del negocio de isapre”.