Detrás de la filosofía de gestión de Elon Musk: “Primeros principios”

PHOTO ILLUSTRATION BY EMIL LENDOF/THE WALL STREET JOURNAL; ISTOCK, REUTERS
ILUSTRACIÓN DE EMIL LENDOF/THE WALL STREET JOURNAL; ISTOCK, REUTERS

El empresario lleva tiempo hablando de un punto de vista basado en la física y en la resolución de problemas que su nueva CEO de Twitter invocó en su primer memorándum al personal.


Linda Yaccarino entiende la tarea.

O al menos eso es lo que sugiere su primer memorándum a toda la plantilla como directora ejecutiva de Twitter. En él demuestra que está en sintonía con una filosofía de gestión clave de su nuevo jefe, Elon Musk. Se trata de su total adopción del llamado enfoque de primeros principios para la resolución de problemas, una mezcla de física y razonamiento filosófico que divide los problemas en sus aspectos más básicos y no se limita a confiar en lo que se ha hecho antes.

“Tenemos que pensar a lo grande. Tenemos que transformar. Tenemos que hacerlo todo juntos”, escribió Yaccarino el lunes pasado, una semana después de asumir su nuevo cargo en la empresa de redes sociales tras una larga carrera en el sector de la publicidad televisiva.

“Y podemos hacerlo todo empezando desde los primeros principios, cuestionando nuestros supuestos y construyendo algo nuevo desde cero”.

Su adopción pública del método de los primeros principios es el último ejemplo de cómo este enfoque se ha convertido en parte del tejido del imperio empresarial de Musk, que se amplió con su adquisición de Twitter en octubre.

A lo largo de su carrera, Musk ha hablado a menudo de su razonamiento de primeros principios, ya sea en su trabajo de su empresa de cohetes, en su fabricante de autos eléctricos o incluso en la educación de sus hijos.

La historia del origen de SpaceX, por ejemplo, se basa en el rechazo de Musk a la sabiduría convencional de la época de que los cohetes no podían reutilizarse de forma eficiente y su obstinada apuesta de que podía hacer que llegar al espacio exterior fuera más asequible basándose en las matemáticas fundamentales del funcionamiento de los cohetes y la economía de sus materias primas.

En Tesla, también construyó el fabricante de automóviles sobre la creencia de que los autos eléctricos podían ser asequibles. Esta mentalidad estaba en contradicción con otra convención imperante en la época: que las baterías de los vehículos eran demasiado caras para hacerlos prácticos.

Quienes han trabajado con Musk a lo largo de los años afirman que el ethos de los primeros principios entra a menudo en juego -a veces de forma enloquecedora- a la hora de justificar ciertas decisiones de ingeniería o cuando intenta motivarlos para realizar nuevos avances. Aunque puede conducir a grandes avances, también puede llevar a complicar demasiado las cosas.

“Cuando quieres hacer algo nuevo, tienes que aplicar el enfoque de la física”, comentó Musk en 2013 durante una charla TED. “La buena física es realmente una especie de averiguar cómo descubrir cosas nuevas que son contraintuitivas, como la mecánica cuántica”.

El reto, según Musk, es que es más fácil tomar decisiones fijándose en experiencias anteriores, prácticas pasadas o, como él lo describe, analogías. Pueden ser atajos mentales. Eso está bien para la mayoría de las cosas de la vida. Pero ese enfoque, dice, puede ser limitante cuando se trata de descubrir algo nuevo.

Para los descubrimientos, defiende el enfoque de los primeros principios. En el sentido más básico, Musk lo ha descrito así: “Reducir las cosas a las verdades más fundamentales y decir: ‘Bien, ¿qué estamos seguros de que es verdad, o tan seguros como sea posible de que es verdad? Y luego razonar a partir de ahí”.

En una señal reveladora de lo mucho que Musk cree en los primeros principios, insistió en que sus hijos fueran educados en su forma de pensar, creando Ad Astra School en 2014, construida en torno a esa filosofía. “Es tan fundamental para Elon”, aseguró Joshua Dahn, cofundador de la escuela, en una entrevista.

La creación de la escuela, que atendió a niños de 8 a 14 años en la sede de SpaceX hasta 2020, requirió que Dahn desplegara el pensamiento de primeros principios en cada paso.

“Parte del superpoder es que, una vez que entiendes el enfoque de los primeros principios -y esperas que Elon te cuestione en ese sentido-, no hay otro camino para alcanzar el éxito que operar de esa manera”, dijo Dahn.

El proceso de los primeros principios implica imaginar cómo es el éxito final y estar abierto a cualquier camino que conduzca a él. Incluso algo tan arraigado en la enseñanza tradicional, como la acreditación, mostró cómo la mente de Musk aplicaba el razonamiento de los primeros principios en la toma de decisiones, planteando preguntas muy sencillas: “¿Qué es la acreditación? ¿Por qué existe? ¿Para qué sirve? ¿Cuál es su costo? ¿Cuál es el costo de oportunidad de hacerlo?”.

Y las respuestas no pueden ser simplemente: Eso es lo que hacen otras escuelas.

“Razonar por analogía, sobre todo al principio, es lo que mata del todo”, dijo Dahn.

Los éxitos empresariales de Musk y su interés por los primeros principios han despertado el interés de otros. James Clear, el autor superventas de autoayuda, ha escrito sobre este enfoque y ha afirmado que, aunque grandes mentes, desde Aristóteles hasta Johannes Gutenberg, han empleado este tipo de razonamiento, “nadie encarna la filosofía del pensamiento de primeros principios de forma más eficaz” que Musk.

Ad Astra cerró en SpaceX, en Hawthorne (California), cuando los hijos de Musk se marcharon. Desde entonces, Dahn ha convertido su trabajo en Astra Nova School, una oferta en línea para una población más amplia de estudiantes.

Aun así, no es un enfoque fácil. Para los ingenieros de Musk, el trabajo de desaprender suposiciones puede ser un reto, sobre todo en momentos en los que el método de probada eficacia sería más rápido.

Un ejemplo reciente es su decisión de hace unos años de renunciar a una forma probada de automatizar los limpiaparabrisas cuando llueve en favor del uso de la inteligencia artificial.

Las empresas automovilísticas integraron hace tiempo sensores para detectar la lluvia cuando golpea el parabrisas, con lo que se activaban los limpiaparabrisas. Pero Musk se convenció de que la cámara que ya hay detrás de la luna delantera, utilizada para otras tecnologías del auto, podría servir también para ese fin, lo que ahorraría a la empresa tener que añadir un sensor más.

“Elon miró algunas de estas imágenes de parabrisas y dijo: ‘La visión [por computadora] puede ver gotas de lluvia, así que podemos simplemente usar eso’“, dijo el entonces ejecutivo de Tesla Andrej Karpathy en una conferencia en San Francisco en 2018. “Ahora, es mi problema... Podrías pensar que esto es bastante sencillo... pero esto se rompe por completo y se rompe en todas las situaciones raras”.

Al desplegarlo, los programadores tuvieron que superar numerosos desafíos, incluidos algunos esperados, como diseñar un sistema de IA que pudiera diferenciar entre gotas de lluvia y manchas de polvo. También los hubo inesperados, como cuando un sol radiante le jugó una mala pasada a la cámara. “Los túneles me entusiasmaban”, explicó. “Los limpiaparabrisas se volvían locos dentro de los túneles cuando se veía el sol”.

Otro ejemplo reciente es cómo Tesla recurrió a una máquina de fundición gigante para crear el tercio delantero y el tercio trasero del vehículo deportivo utilitario Modelo Y como piezas únicas, que sustituyeron a decenas de piezas diferentes de la estructura del SUV, ayudando a reducir costos y complejidad en el proceso de fabricación de la empresa.

“Tuve esta idea gracias a los juguetes”, comentó Musk el año pasado en una conferencia. “Me dije: ‘¿Cómo hacen los juguetes? Esos son baratos’. "

La respuesta era sencilla: Los autos de juguete de fundición a presión se crean mediante un proceso que consiste en verter metal fundido en un molde que le da la forma deseada hasta que se solidifica. Sin embargo, hacerlo al tamaño requerido para un auto de verdad no era tan sencillo.

“¿Se puede construir una máquina de fundición tan grande?”. Musk recuerda haber preguntado a su equipo. “Ellos respondieron: ‘Bueno, nadie lo ha hecho nunca’. Y yo les dije: ‘¿Estamos rompiendo la física? pareciera que no. ‘Bueno, vamos a preguntarles’. "

Según él, cinco de las seis empresas dijeron que no. “La sexta dijo que tal vez”, sostuvo Musk. “Yo dije: ‘Tomaré eso como un sí’”.

Musk dio una conferencia sobre primeros principios en el colegio de sus hijos hace años, en la que se sumergió en su razonamiento para poner en marcha SpaceX, incluidas las matemáticas que hay detrás de un cohete y la economía que hay detrás de sus costos.

Al empezar, Musk preguntó a los niños: “¿Alguien tiene experiencia con el análisis de primeros principios?”.

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