Economista jefe de Bci tras mejor Imacec de enero: “Podríamos no tener recesión este año″
Sergio Lehmann se declara sorprendido por el aumento de 0,4% que registró la actividad económica el mes pasado, y anticipa que elevarán de manera importante su proyección del PIB para el año. Todavía cree que habrá una caída en 12 meses en 2023, pero ve alejarse la posibilidad de una recesión entendida como un crecimiento negativo en dos trimestres consecutivos, trimestre contra trimestre.
Con sorpresa recibió el economista jefe de Bci, Sergio Lehmann, el resultado que dio a conocer este miércoles el Banco Central respecto al Índice Mensual de Actividad Económica (Imacec) de enero, el cual registró un aumento de 0,4% frente a igual mes de 2022.
El dato estuvo muy por sobre las expectativas del mercado, que en general proyectaba un descenso, si bien este lunes tras conocerse los datos sectoriales del mes que informa el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), varios analistas corrigieron sus estimaciones hacia arriba. De hecho, economistas consultados por Pulso estimaban que la variación del Imacec se ubicaría entre -0,9% y 0,2%, asomándose la visión de que podía incluso ser positivo, pero muy minoritaria.
“Nos sorprendió, nosotros estábamos proyectando un -0,3%, que estaba más o menos en línea con lo que había publicado el INE en materia de datos sectoriales, así que sin duda que fue una sorpresa esta cifra positiva”, reconoce Lehmann.
¿A qué responde este mejor resultado?
-Hay varios elementos. El primero, tiene que ver con que servicios mantiene un dinamismo positivo. A pesar de la política monetaria contractiva, ha estado mostrando un buen desempeño durante los últimos meses. Ha venido sistemáticamente sorprendiendo y este mes no fue la excepción. Segundo, minería estuvo también algo mejor a lo previsto. Hoy día está aportando al crecimiento de la economía y probablemente va a ser la tónica durante el año. Y como tercer elemento, por el lado del comercio, se ve alguna mejora en materia de desempeño. Si bien sigue mostrando una caída en 12 meses, si uno ve el dato mes contra mes, se observa un repunte. Por lo tanto, en general, casi todos los sectores exhiben una mejor adaptación a la política monetaria contractiva. Entonces, da cuenta de que la economía está resiliente y, por lo tanto, para el año probablemente vamos a tener una cifra mejor a la que estábamos proyectando hace algunos meses.
A partir de este Imacec, ¿cuál sería esa nueva proyección de crecimiento para el año?
-Todavía no la tenemos, pero sí vamos a mejorar de manera relevante nuestra proyección de crecimiento para 2023. Nosotros estábamos proyectando hace algunos meses un -1,7%, pero probablemente va a estar más en torno al rango de -0,5% a -1%. En definitiva, la caída de la actividad en el año, que nosotros seguimos proyectando, probablemente va a ser bastante más moderada a lo que se estaba previendo.
¿No se trata entonces de una postergación en el tiempo de las cifras más negativas, sino de un claro cambio de escenario hacia uno más favorable?
-Las sorpresas han venido ya repitiéndose desde hace algunos meses, fundamentalmente por el lado de servicios, pero lo que uno ve es que efectivamente la desaceleración de la economía va a ser menor. Creo que ya es un componente más sistemático en el dinamismo de la economía. De hecho, no es descartable que en definitiva no tengamos una recesión durante esta primera parte del año, aunque de todas formas se recoja una caída en la actividad económica en el año como un todo, respecto a 2022, producto de un tema de base comparación. Pero claramente, insisto, la economía está mostrando una resiliencia, una adaptación mucho mejor de lo previsto.
O sea, ¿podría no haber recesión este año?
-Podríamos no tener recesión este año, a pesar de que de todas formas uno vea en el dato anual una caída del PIB respecto a 2022. Porque según la definición técnica, cuando uno habla de recesión, habla de dos trimestres consecutivos de caída, trimestre contra trimestre. Es posible que eso en realidad no ocurra, justamente producto de este mejor dinamismo que está mostrando la economía. Ahora, ojo, que con la revisión que hizo el Banco Central a propósito del dato de actividad económica de diciembre, uno de todas maneras recoge que la economía sí tuvo una recesión en la primera parte de 2022.
¿Sigue estimando que el primer trimestre de este año va a ser el más complejo para la economía o podría ser el siguiente?
-Uno sí podría anticipar que de todas formas el primer trimestre debería ser el más débil de la economía. Pero eso va a depender naturalmente de cómo se vayan recogiendo las señales políticas, cómo vayan avanzando las reformas, qué se vaya viendo en materia del proceso constituyente. Todo apunta a que se ve más probable que se vayan buscando acuerdos y consensos, que es el ánimo de la economía que está presente en los mercados. Pero no serían descartable algunos vaivenes y en función de eso tener desempeños algo más negativos, pensando, a lo mejor, en el segundo trimestre. Pero de todas formas todo apunta a que en la segunda parte del año uno debería ver una mejor actividad.
¿Y todavía ve que pueden venir Imacec negativos hacia adelante?
-Sí, efectivamente eso podría ocurrir de todas maneras, pensando que las bases de comparación de 2022 son muy exigentes. Por lo tanto, no sería para nada sorprendente que tengamos Imacec negativos los meses de febrero y marzo. Y de hecho, para los siguientes meses del segundo trimestre también.
¿Cree que esto puede afectar la convergencia hacia la meta de inflación y por lo tanto la acción de política monetaria del Banco Central?
-Creo que lo que uno puede prever es que la baja de la inflación podría ser algo más lenta de lo que se estaba proyectando, producto del dinamismo de la economía y del ajuste que todavía se requiere para efectos de corregir los desequilibrios macro. Y eso podría llevar a que el Banco Central tarde algo más en comenzar esta baja de tasas. El mercado anticipaba que pudiese ser abril, mayo, pero probablemente hoy día, en función de los datos que estamos conociendo, en realidad eso recién se inicie a comienzos del segundo semestre. Esto todavía es preliminar, pero si yo tuviera que apostar, probablemente en julio comenzaría recién ese proceso. Efectivamente el Banco Central tiene que ser más cauto, tiene que ser más cuidadoso, el ajuste todavía tiene que realizarse de manera de asegurar de que la inflación vaya convergiendo gradualmente hacia el 3%.
El ministro de Hacienda, Mario Marcel, ha dicho que “muchas predicciones catastrofistas no se van a cumplir”. Dado el Imacec de este miércoles, ¿tiene razón el ministro?
-Creo que la terminología “catastrofista” no es la correcta. Más bien, lo que en definitiva hacen los analistas, es proyectar en función de las variables macro, fundamentos y qué pasa con el escenario internacional. Yo me atrevería a decir de que visiones de caídas importantes en la actividad económica con miras a este año, hoy día son menos probables. Entonces, en definitiva, probablemente vamos a tener una desaceleración o un ajuste bastante más suave del que se estaba anticipando.
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