Deterioro del mercado laboral: en noviembre el número de cotizantes en AFP registró su menor alza interanual desde marzo de 2021

Su menor crecimiento interanual en veinte meses fue lo que registraron los cotizantes de AFP en noviembre del año pasado. Esto, considerando que según cifras de la Superintendencia de Pensiones, en el décimo primero mes de 2022 hubo 5.852.748 cotizantes en el sistema de AFP, lo que se compara con los 5.822.255 cotizantes de noviembre de 2021, es decir, se registró un incremento de 0,5% en doce meses, o 30.493 cotizantes adicionales en un año.

Ese es el menor incremento interanual desde que en marzo de 2021 los cotizantes crecieron 0,07% hasta los 5.613.437, mes en que por primera vez desde que inició la pandemia se registró un alza en doce meses en el número de cotizantes. Pero desde entonces, las tasas de crecimiento año contra año estuvo siempre por sobre el 1%, registrándose el mayor incremento interanual en octubre de 2021, cuando aumentaron 10,4% a 5.761.581.

Lo que refleja este indicador, es justamente lo que está ocurriendo con las personas que tienen un empleo formal remunerado, ya que ellos son los que están obligados a cotizar en el sistema. En todo caso, hay que considerar que el número de cotizantes en AFP del mes de noviembre de 2022 corresponde, en realidad, a aquellos trabajadores que devengaron sus remuneraciones en el mes de octubre, y considera a afiliados activos y afiliados voluntarios.

Con todo, al comparar los cotizantes de noviembre de 2022, con los que se registraban al cierre de 2021, se observa que al penúltimo mes del año pasado se registraban 74.299 cotizantes menos, esto es una baja de 1,3%.

Lo ocurrido en noviembre va en línea con lo que ha sucedido con el empleo del país. El economista y director del Centro de Encuestas y Estudios Longitudinales UC, David Bravo, comenta que “de un total de 5,59 millones de ocupados existentes en el periodo prepandemia (febrero 2020), se produce una caída a 5,15 millones en junio de 2020. Una caída de 450 mil cotizantes (caída de 10%). A partir de entonces el número de cotizantes se comienza a recuperar hasta que en marzo de 2021 se vuelve al número de cotizantes prepandemia. El segundo semestre de 2021 muestra un fuerte incremento hasta llegar a 5,97 millones de cotizantes en enero de 2022. A partir de junio de 2022 el número de cotizantes se estanca en torno a los 5,9 millones”.

Bravo agrega que “un 35,8% de la población en edad de trabajar (15 años y más) estaba ocupada y cotizando en el mes previo a la pandemia. Esta tasa cae 3,1 puntos porcentuales al mes de junio de 2020. A partir de entonces la tasa se comienza a recuperar, cuestión que ocurre en octubre de 2021. El último dato para noviembre de 2022 (36,3%) muestra que la proporción de cotizantes sobre la población se ha mantenido estancada por cinco meses. Sin embargo, debe destacarse que se mantiene por sobre su situación prepandemia”.

¿Representa el mes de noviembre algún cambio en tendencia apreciable? El economista cree que “no por el momento. En mi opinión, el promedio en la tasa de cotizantes respecto de la población aun está dentro del rango de variación estacional en comparación con la información de comienzos de año. Ello también para el número de cotizantes”. En todo caso, dice que “el año 2022 muestra un estancamiento en el empleo total durante todo el año. En el caso de los cotizantes esta situación se aprecia en los últimos seis meses”.

Juan Bravo, director del Observatorio del Contexto Económico de la Universidad Diego Portales, sostiene que lo ocurrido con los cotizantes en AFP “muestra una clara tendencia a la desaceleración. Esto se descompone con una caída de 14,6% de los cotizantes independientes, y un aumento de 0,7% anual en los cotizantes dependientes”.

Juan Bravo añade que “la mayoría de los cotizantes de AFP son trabajadores dependientes, por lo tanto, el grueso de la evolución de las cifras viene dado por ese segmento. Si nos enfocamos en los cotizantes dependientes, esto refleja el impacto que tiene la recesión económica sobre la generación de empleo formal. Una caída de la actividad económica implica menores necesidades de contratación y un aumento de las desvinculaciones, eso lleva a un daño sobre el empleo formal”.

La académica de la Universidad de Los Andes, Cecilia Cifuentes, comenta que “esto corresponde a los empleos formales del mes de octubre, y lo que muestra el la desaceleración del empleo formal, especialmente masculino (los cotizantes dependientes masculinos caen en 12 meses). No obstante, se observa también una caída muy importante de los cotizantes independientes y voluntarios, lo que acentúa el menor crecimiento de cotizantes totales. Creo que este último fenómeno se debe a la discusión que ha habido en materia de pensiones, el riesgo asociado al sistema, y a lo mejor en algún grado al importante aumento de beneficios en pensiones no contributivas, que podría incentivar la informalidad. Estos datos muestran la importancia de políticas que fomenten la formalidad laboral”.