El aumento de la inflación tiene a los trabajadores estadounidenses exigiendo mayores alzas de sueldo. ¿Podría esto conducir a una espiral de precios-sueldos?
Los incrementos salariales, provocados por los precios más altos, podrían proteger a los trabajadores, pero, a la vez, impulsar la inflación, advierten los economistas. Índice de precios en EE.UU. marcó 6,8% en noviembre, el nivel más alto en 39 años.
El COLA (o ajuste del costo de la vida por la vía de un aumento de los beneficios de seguridad social para contrarrestar la inflación) está de regreso.
Los precios más altos, la escasez de trabajadores y un movimiento laboral revitalizado están provocando el retorno de los aumentos de sueldos ligados a la inflación, conocidos como ajustes por costo de vida o COLA.
El martes, los trabajadores en huelga del fabricante de alimentos Kellogg Co. ratificaron un contrato que incluía un COLA, el segundo acuerdo laboral importante en las últimas semanas que incluye tales ajustes sobre la paga. Los analistas dicen que los COLA podrían aparecer en futuras negociaciones entre empleadores y sindicatos.
Bajo los COLA, el sueldo del trabajador aumenta para compensar el aumento de los precios al consumidor. La idea es proteger los sueldos en momentos en que los precios al consumidor están aumentando rápida e impredeciblemente.
Las disposiciones a menudo formaban parte de los contratos sindicales hace 40 o 50 años, cuando la inflación era alta. A partir de la década de 1990, a medida que la inflación se desaceleró a niveles más modestos, los COLA se volvieron menos importantes.
Ahora, el resurgimiento de la inflación está llevando a algunos trabajadores a pedir remuneraciones más altas. La inflación anual en noviembre se aceleró hasta llegar a un 6,8%, informó el Departamento del Trabajo, la más rápida en 39 años.
Los economistas y los funcionarios de la Reserva Federal han reconocido que no saben qué tan alta llegará la inflación ni cuánto durará. Tal incertidumbre podría hacer que los COLA sean más atractivos, afirmó Harry Katz, economista de la Universidad de Cornell especializado en relaciones laborales.
“Los COLA no se usan, principalmente, porque la inflación sea más alta, sino porque hay incertidumbre sobre la inflación”, afirmó. La disposición “proporciona una forma de, básicamente, compartir el riesgo”.
Por lo tanto, los COLA ofrecen una vía a través de la cual los trabajadores podrían protegerse del aumento del costo de la vida. Pero los COLA también podrían contribuir a la inflación. Aumentar los sueldos para compensar los precios más altos podría conducir a una situación en la que las empresas suban los precios para recuperar lo perdido por los sueldos más altos, lo que hace que los trabajadores pidan pagas aún más altas, y eso provoca que los dos se alimenten entre sí.
“Si bien es comprensible desde el punto de vista de los trabajadores, el peligro del uso generalizado de los COLA es que institucionalizan la inflación y contribuyen a una espiral de precios y sueldos”, afirmó Michael Walden, profesor emérito de la Universidad Estatal de Carolina del Norte.
Esta espiral de precios y sueldos surgió en la década de 1970 y solo se rompió con una política monetaria más estricta, sostuvo Walden. Una espiral de precios y sueldos podría volver a ocurrir si la Reserva Federal no aumenta las tasas de interés significativamente más de lo que ha señalado, dijo.
Algunos economistas ven menos motivos para preocuparse. Las cláusulas COLA contribuyeron en pequeña medida al aumento de la inflación en las décadas de 1970 y 1980, impulsada por otros factores, como las crisis petroleras, explicó Katz, el economista de Cornell.
Además, hoy en día hay una proporción mucho menor de trabajadores sindicalizados y los COLA son más raros, lo que reduce la probabilidad de una espiral de precios y sueldos, agregó. Aproximadamente el 6,3% de los trabajadores del sector privado pertenecían a un sindicato el año pasado, por debajo del 16,8% en 1983, según el Departamento del Trabajo.
El mes pasado, los miembros del sindicato United Auto Workers (UAW) de Deere & Co. terminaron una huelga de cinco semanas al ratificar un contrato que, entre otros aumentos de sueldo y beneficios, ajustará las pagas cada tres meses para igualar la inflación.
El contrato de cinco años del martes entre Kellogg y el Sindicato Internacional de Trabajadores de Panadería, Confitería, Tabaco y Molineros de Granos les otorga a los empleados aumentos de sueldos y ajustes trimestrales por costo de la vida. El acuerdo significa que aproximadamente 1.400 sindicalistas que habían estado en huelga desde el 5 de octubre volverán a trabajar.
Los miembros de sindicatos no son los únicos trabajadores que reciben aumentos de sueldo ligados a la inflación.
Los trabajadores con sueldo mínimo verán aumentadas sus remuneraciones, que reflejarán el mayor costo de vida en varios Estados, entre ellos Arizona, Colorado, Maine, Minnesota, Montana, Ohio, Washington y Dakota del Sur, según un análisis de la Conferencia Nacional de Legislaturas Estatales.
En Arizona, por ejemplo, los trabajadores con pago mínimo verán que su sueldo por hora aumentará un 5,3%, llegando a US$ 12,80 a principios del próximo año, desde los US$ 12,15 actuales. El sueldo mínimo subió un 1,3% a principios de este año, reflejando una menor inflación al inicio de la pandemia.
Una mano de obra reducida, combinada con una fuerte demanda de mano de obra, ha dado a los trabajadores un mayor poder de negociación. Eso podría llevar a más sindicatos a solicitar COLA. Varios contratos sindicales importantes vencen el próximo año, incluso entre los trabajadores portuarios de la costa oeste y las empresas que operan terminales marítimos. El Sindicato Internacional de Estibadores y Almacenes se negó a comentar.
“Vamos a ver más esfuerzos para incluir COLA en los contratos, de eso no hay duda”, aseguró Michael Lotito, copresidente del Workplace Policy Institute en Littler, un bufete de abogados laborales.
Miles de trabajadores en huelga del fabricante de comida Mondelez International Inc. y del fabricante de camiones comerciales Volvo, obtuvieron aumentos de sueldo en nuevos contratos a principios de este año. Y los trabajadores de la salud evitaron recientemente una huelga al ratificar un acuerdo sindical con Kaiser Permanente que cubrirá a unos 50.000 empleados.
Hasta ahora, los trabajadores no sindicalizados han visto aumentar sus sueldos más rápidamente que los trabajadores sindicalizados, cuyos aumentos de remuneración tienden a establecerse en contratos de varios años. En el tercer trimestre, los sueldos de los trabajadores no sindicalizados del sector privado aumentaron un 4,7% con respecto al mismo trimestre del año anterior, en comparación con el 3,5% de los sueldos de los sindicatos, según el Departamento de Trabajo.
“Si la historia sirve de guía, creo que veremos una significativa presión sobre el sueldo en la parte sindical”, sentenció Gad Levanon, economista jefe del Conference Board.
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