El cambio climático exige equilibrio y soluciones inteligentes

"En los últimos años hemos observado un significativo aumento de empresas enfocadas a desarrollar soluciones inteligentes para la disposición de desperdicios, potenciar la economía circular y, en especial, elaborar alimentos alternativos a los de la proteína animal".



En un comienzo se habló de calentamiento global y luego de cambio climático. Independientemente del término que empleemos, es una certeza que la alteración de los ciclos naturales es un fenómeno cuyas consecuencias comienzan a impactar negativamente nuestra realidad.

El último informe del Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de la ONU entre sus conclusiones alerta que las emisiones continuas de gases de efecto invernadero podrían romper un límite clave de la temperatura global en poco más de una década.

En este fenómeno, la cadena de alimentación juega un rol muy importante por su impacto medioambiental, ya que contribuye con más del 20% de las emisiones globales de gases invernadero y representa más del 90% del consumo mundial de agua dulce, según el informe de Credit Suisse Research Institute: “El Sistema Alimentario Mundial: Identificación de Soluciones Sostenibles”.

A ello hay que agregar que el probable crecimiento de la población mundial a 10.000 millones de personas para 2050, junto con un nuevo cambio en las dietas, especialmente en la clase media emergente, podría aumentar las emisiones relacionadas con los alimentos en un 46%, lo que resulta incompatible con la necesidad de lograr un entorno de cero emisiones a nivel mundial para 2050.

Como resultado de ello, en los últimos años hemos observado un significativo aumento de empresas enfocadas a desarrollar soluciones inteligentes para la disposición de desperdicios, potenciar la economía circular y, en especial, elaborar alimentos alternativos a los de la proteína animal.

Hoy ya existen más de 600 empresas privadas dedicadas a esta labor y solo en 2020 se invirtieron más de US$3 mil millones en startups de esa índole, según datos del Good Food Institute. Un ejemplo de ello es la firma chilena The Not Company, que recientemente se convirtió en la segunda empresa local en ser categorizada como “unicornio” tras ser valorizada en US$1.500 millones.

Estas cifras y el interés por invertir en ellas son el reflejo de los cambios de hábito que están demandando los consumidores hacia productos más sostenibles, lo que nos hace pensar en Credit Suisse que existe un gran potencial de crecimiento para los alimentos de proteína no animal, ya que, según nuestros cálculos, el valor del mercado de productos lácteos y cárnicos alternativos puede crecer hasta los US$ 1,4 billones en 2050.

Dado lo anterior, estamos seguros de que este es el futuro de la alimentación, y de que para lograr avanzar hacia un sistema sostenible de producción debemos encontrar el equilibrio tanto en la producción y distribución de las empresas de alimentos, como en el consumo. También estamos convencidos de que este nicho ofrece numerosas opciones de inversión para compañías que están explorando soluciones inteligentes para esta industria y, por supuesto, para inversionistas en busca de ideas innovadoras.

*Jerónimo Correa Braun, CEO y Country Manager de Credit Suisse Chile.