El CEO de JPMorgan, Jamie Dimon, proyecta un momento dorado para la economía estadounidense
Los estímulos, gastos en infraestructura y las vacunas, podrían impulsar un auge económico para el 2023, dice el magnate a los accionistas en su carta anual.
El líder del banco más grande de Estados Unidos dijo que la economía del país está emergiendo de la pandemia por coronavirus y está entrando a un boom que podría durar hasta el 2023.
El miércoles, en su carta anual para los accionistas, el director ejecutivo de JPMorgan Chase & Co. Jamie Dimon dijo que los ahorros fuertes de los consumidores, la gran distribución de vacunas y el plan de infraestructura de US$ 2,3 billones de la administración de Biden podría llevar a la economía a un momento dorado, es decir, a un crecimiento rápido y sostenido, junto a una inflación y tasas de interés que se elevarían lentamente.
La perspectiva de Dimon es decididamente más optimista que hace un año, cuando advirtió a los accionistas que se prepararan para una “dura recesión” en la que el PIB de Estados Unidos podría caer hasta un 35%. La carta del año pasado la escribió semanas antes de someterse a una operación de emergencia para reparar una falla al corazón que amenazaba su vida, y Estados Unidos se oscureció para detener la propagación del coronavirus.
La rápida y profunda intervención fiscal y monetaria del gobierno de Estados Unidos durante el año pasado ayudó a prevenir muchos de los peores posibles resultados, dijo Dimon, quien desde entonces se recuperó completamente del desgarro aórtico que sufrió en marzo del 2020.
“Es mucho dinero, y está destinado a causar un auge económico”, dijo en una entrevista para The Wall Street Journal. “Sería una vergüenza para nosotros si es que no ocupamos ese crecimiento para ayudar a quienes más lo necesitan”.
En su carta, Dimon hizo un llamado para establecer la base de un largo período de crecimiento económico con un “plan Marshall” de alcance nacional y por un año, refiriéndose a la iniciativa estadounidense de ayudar con la reconstrucción de Europa occidental después de la II Guerra Mundial.
Un cuidado infantil asequible, programas optimizados de red de seguridad y la capacitación laboral que conduce a trabajos con mejores sueldos aumentarían la participación de la fuerza laboral, aseguró el banquero. Pero un plan así, dijo Dimon, “puede muy bien, significar impuestos más altos para los ricos”.
“Los impuestos van a tener que subir; no puedes funcionar con un déficit del 10% o el 15% para siempre”, dijo. “Si la gente pensara que sus impuestos van en la ayuda de los pobres y desfavorecidos, preferirían pagar un monto mucho más alto”.
Cualquier cambio a la tasa de impuestos corporativos, dijo, debe ser “razonable y moderado” para mantener a Estados Unidos competitivo frente a los otros países.
Los bancos, que tienden a beneficiarse de los períodos de crecimiento, recibirán de muy buena manera el auge. Se mantuvieron mejor de lo esperado después de que el coronavirus devastara la economía el año pasado, en gran parte, gracias al estímulo sin precedentes que el gobierno entregó a los consumidores y a los empresas. Mucha de esa ayuda pasó a través de grandes bancos, como JPMorgan.
El banco con US$3,4 billones de activos, reportó ganancias récord en los últimos tres meses del 2020, un cierre fuerte para un año que partió con una caída del 69% en ganancias. Analistas esperan ganancias de US$9.260 millones cuando JPMorgan entregue los resultados del primer trimestre la próxima semana.
En los próximos meses, se espera que JPMorgan y otros grandes bancos liberen decenas de miles de millones de dólares en reservas que habían guardado para cubrir préstamos que aún no se han materializado, a un año dentro de la pandemia.
Sin embargo, una serie de obstáculos podrían interrumpir el boom, dijo Dimon. Una inflación más rápida de lo esperado podría llevar a que la Reserva Federal aumente las tasas de interés, lo que pesaría en el negocio de las inversiones y sobre el crecimiento general. La recuperación podría no alcanzar su potencial si es que los gastos del gobierno en infraestructura no son acompañados por mecanismos específicos que midan su eficacia, sentenció.
En su carta de 65 páginas, Dimon también explicó cómo los aproximadamente 250.000 empleados del banco trabajarán después de la pandemia. Muchos de ellos estarán en la oficina en modalidad full-time, y un número menor dividirá el tiempo entre su casa y la oficina, o trabajará de manera completamente remota, dijo Dimon.
Un brote de coronavirus en uno de los pisos de trading de la sede de Madison Avenue del banco en marzo y abril pasado, sacudió a algunos empleados de planta que se esperaba siguieran yendo a la oficina.
El banco está avanzando con sus planes para construir una nueva sede en New York que albergará entre 12.000 y 14.000 empleados, finalizó.
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