El plan de Canadá para las negociaciones comerciales con Estados Unidos: sacrificar a México

Los líderes canadienses están señalando que están dispuestos a dejar de lado a México en un intento de ganarse el favor de la administración entrante de Trump mientras se preparan para duras conversaciones comerciales .

Con una revisión programada del Acuerdo México-Estados Unidos-Canadá a partir del próximo año, los líderes canadienses, incluido el primer ministro Justin Trudeau y su ministro de Finanzas, han dicho que están dispuestos a hacer un nuevo acuerdo con el presidente electo Donald Trump solo, dejando fuera a México.

Los líderes canadienses dicen que les preocupa que México se haya convertido en una puerta trasera a la zona de libre comercio de América del Norte para los productos chinos, muchos de los cuales de otro modo se enfrentarían a fuertes aranceles tanto en Canadá como en EE.UU. Trudeau dijo que planteó estas preocupaciones a la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, al margen de la cumbre del G-20 en Brasil.

«Se han planteado preocupaciones reales y genuinas sobre la inversión china en México que planteé directamente a la presidenta mexicana, y sé que los tres países van a tener que apoyarse y trabajar en ello», dijo Trudeau el jueves en una conferencia de prensa en los suburbios de Toronto. «Idealmente, lo hacemos como un mercado unido de América del Norte, pero en espera de las decisiones y elecciones que México ha hecho, es posible que tengamos que buscar otras opciones».

Sheinbaum descartó que los comentarios de Trudeau fueran retórica de campaña de cara a las elecciones canadienses del próximo año. Los índices de aprobación de Trudeau han caído a nuevos mínimos en los últimos meses.

Las autoridades comerciales mexicanas afirman que no hay pruebas de que China esté utilizando México como puerta trasera para exportar productos a Estados Unidos y Canadá sin aranceles. Las autoridades aduaneras estadounidenses y mexicanas coordinan las inspecciones comerciales, y ambos países imponen fuertes sanciones a las empresas que incumplen las normas de importación.

«El primer ministro no está de acuerdo con sacar a México del tratado, me lo dijo claramente, y acordamos seguir hablando», dijo Sheinbaum sobre Trudeau en su conferencia de prensa diaria.

Los funcionarios canadienses están tratando de aislar a México para alinearse más estrechamente con Trump, quien criticó la inversión china en México durante la campaña presidencial. Trudeau ha tenido una relación antagónica con el presidente electo, pero está tratando de estrechar lazos con la administración entrante para demostrar el valor de los vínculos comerciales de los países.

Los empujones ponen de manifiesto la angustia que la victoria de Trump ha causado en Canadá y México, países que envían el 80% de sus exportaciones a EE.UU. Los tres países sustituyeron el Tratado de Libre Comercio de América del Norte durante el primer mandato de Trump por el USMCA.

Trump dijo que reabriría el USMCA para conseguir mejores condiciones para EE.UU., en virtud de las disposiciones del acuerdo comercial que permiten una revisión del acuerdo en 2026, aunque se espera que las discusiones entre los tres países comiencen el próximo año. Trump también ha prometido aplicar medidas comerciales proteccionistas, como aranceles generalizados a todas las importaciones, poco después de llegar a la presidencia.

Estados Unidos realizó intercambios comerciales por valor de 1,6 billones de dólares dentro del USMCA en 2023, según datos del Gobierno estadounidense. México es el mayor socio comercial de EE.UU., seguido de cerca por Canadá.

Luis Rosendo Gutiérrez, subsecretario de Comercio de México, dijo en una conferencia de prensa el martes que la inversión extranjera directa de China es significativamente mayor en EE.UU. y Canadá que en México. Gutiérrez dijo que el 68% de las inversiones de China en América del Norte van a EE.UU., más del 31% a Canadá y sólo el 0,4% a México.

«Revisen sus datos, ahí están. ¿De qué estás hablando?», dijo sobre los temores de puerta trasera.

Durante la campaña presidencial, Trump señaló a menudo la industria automotriz de México y sus vínculos con los fabricantes chinos . En mítines de campaña, dijo que impondría aranceles de entre el 100% y el 200% a los coches procedentes de México. “No vamos a permitirlo. No vamos a permitir que esos coches entren en Estados Unidos”, dijo durante un mitin de campaña en octubre.

El gobierno mexicano dijo que no hay fabricantes chinos de automóviles que fabriquen en México , mientras que la china BYD tiene una planta de fabricación de autobuses en California.

La ministra de Finanzas de Trudeau, Chrystia Freeland , dijo que compartía las “graves preocupaciones” que albergan el gobierno de Biden y asesores de Trump sobre la inversión china en México.

«Estamos perfectamente alineados con Estados Unidos, y eso significa que no somos una puerta trasera para los productos chinos de comercio desleal. No se puede decir lo mismo de México», dijo a principios de esta semana.

El primer ministro de Ontario, la provincia más poblada de Canadá y sede de la industria automotriz del país, dijo que los líderes provinciales acordaron que Canadá debería cerrar un acuerdo con Estados Unidos que no incluya a México.

«Necesitamos un acuerdo comercial bilateral con Estados Unidos y otro con México», declaró Doug Ford , primer ministro de Ontario.

Algunos críticos temen que el esfuerzo de Canadá por aislar a México pueda ser contraproducente. Ex funcionarios mexicanos señalan que durante las complejas negociaciones trilaterales en 2018 que llevaron a la creación del USMCA, muchos políticos en Canadá sugirieron que el país necesitaba negociar directamente con Estados Unidos bajo la percepción de que México era el más problemático de los “tres amigos”.

Sin embargo, a medida que avanzaban las conversaciones trilaterales, México fue el primero en alcanzar un acuerdo preliminar con Estados Unidos en el verano de 2018. “Veremos si Canadá puede unirse”, dijo entonces Trump.

El acuerdo preliminar USMCA entre Estados Unidos y México no fue una sorpresa para los negociadores comerciales de Canadá porque sus contrapartes mexicanas siempre los mantuvieron al tanto, dijo Juan Carlos Baker , quien fue subsecretario de Comercio de México y dirigió los equipos negociadores del país durante las conversaciones de USMCA.

“México se negó a dar la espalda a Canadá”, afirmó Baker.

México es el tercer mayor socio comercial de Canadá, y su creciente mercado es importante para las empresas canadienses, dijo John Weekes , un ex funcionario de comercio canadiense que fue jefe negociador en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte.

Canadá ya ha tomado medidas para alinearse con las políticas estadounidenses dirigidas a China. El gobierno de Trudeau igualó en agosto el arancel del 100% impuesto por la administración de Biden a los vehículos eléctricos fabricados en China y una sobretasa del 25% a los productos chinos de acero y aluminio.

El sector automovilístico será uno de los principales focos de atención de las conversaciones del USMCA, ya que la industria se ha entrelazado en los tres países. Las piezas de un coche fabricado en EE.UU. pueden viajar de un país a otro siete veces antes de su montaje final, según Flavio Volpe , presidente de la Automotive Parts Manufacturers’ Association, un grupo industrial canadiense que representa a 250 empresas.

México quiere establecer un marco norteamericano de sustitución de importaciones de productos y componentes chinos, ya que los fabricantes estadounidenses en México son grandes importadores de productos chinos, incluidas las empresas automovilísticas estadounidenses que envían vehículos fabricados en sus plantas chinas para venderlos en los mercados nacionales de México.

Los funcionarios mexicanos dicen que quieren un nuevo marco sobre China cuando las consultas para la revisión del USMCA de 2026 comiencen el próximo año.

“Creo que vamos a tener que hablar con el presidente Trump sobre el USMCA en febrero”, dijo el jueves el secretario de Economía, Marcelo Ebrard. “Conociéndolo, más vale apurarse, ¿no?”.