Si hay un personaje que se identifica con WOM en Chile es su primer gerente general, el inglés Chris Bannister. De hecho, se hizo masivamente popular por su apodo de “Tío WOM” cuando vino al país en 2015 a lanzar la compañía, con un estilo desenfadado que le hizo frente a las tres firmas que dominaban la telefonía móvil. Su agresividad en precios y publicidad catapultó a WOM al segundo lugar de participación de mercado después de que Bannister estuviera tres años al mando y partiera después a hacer lo mismo en Colombia.

Pero los problemas financieros de la empresa obligaron a sus directivos a traer de vuelta al Tío WOM en el cuarto trimestre de 2023, para que se hiciera cargo de una delicada situación que combinaba la inminencia del vencimiento de un gran bono, altas tasas de interés, un mercado crediticio complejo y los incumplimientos de compromisos de inversión en redes con el gobierno.

Sin embargo, Bannister sólo duró seis meses al mando, ya que sólo tres días después de que la compañía iniciara un proceso de reorganización judicial bajo el Capítulo 11 de la Ley de Quiebras de Estados Unidos, venció su contrato de seis meses y su jefe, el islandés Thor Björgólfsson, dueño del fondo de capital privado Novator Partners que controla el 100% de las acciones de WOM, no se lo renovó. Así, dejó por segunda vez la compañía en abril de este año.

Tras dedicarse a descansar y pasear por el país junto a su esposa chilena, Bannister volvió a trabajo. Pero esta vez por el equipo contrario: los acreedores de la compañía.

Un grupo de tenedores de bonos de WOM lo contrató para que los asesore en el proceso de reorganización.

Consultado al respecto a través de la red social LinkedIn, vía por la cual permanentemente envía mensajes sobre sus viajes, el acontecer nacional y sobre todo, sobre la actualidad de su exempresa, Bannister respondió. “Como parte del proceso, yo tuve que firmar un acuerdo de confidencialidad, por lo tanto en esta etapa no puedo comentar”, dijo a Pulso.

El último gran hito en el proceso de reorganización ocurrió el 15 de julio pasado, cuando el tribunal de quiebras del estado de Delaware aprobó el acuerdo entre la firma y sus acreedores que pretendía mantener el proceso en Estados Unidos, pese a que el Programa de Síndicos de ese país sostenía que el acuerdo traería altos costos de honorarios para WOM en abogados y profesionales.

WOM, entretanto, se encuentra en la búsqueda de interesados en realizar una asociación estratégica o derechamente una venta de la empresa, e incluso se considera la posibilidad de que algún acreedor se quede con la compañía.