“Es un tren que creemos va a continuar hacia arriba”: la apuesta de Bice AGF que ve la caída del IPSA como una oportunidad para que los inversionistas entren
Pablo López, gerente de Inversiones en Bice Inversiones AGF, señala que si bien el selectivo ha recuperado terreno, aún está lejos del ratio Precio/Utilidad de 15 veces que mostró históricamente, por lo que todavía hay espacio para alzas.
Fue a finales de julio pasado cuando el IPSA sobrepasó los 6.400 puntos, marcando el máximo histórico del selectivo accionario. Desde entonces sólo se han producido bajas y actualmente cotiza apenas por sobre los 5.700 puntos. Pero la caída podría ser una oportunidad de entrada, considerando que hacia adelante se proyecta una economía chilena que, a diferencia de 2023, crecerá en torno a 2%.
Así al menos lo ve Pablo López, gerente de Inversiones en Bice Inversiones AGF. A su juicio, lo que ha pasado es que en los últimos dos meses han ocurrido dos hechos relevantes que han afectado al mercado local. Por una parte, Chile está en pleno proceso de reducción de tasas, mientras que en EE.UU. aún están subiéndolas, “y quizás los inversionistas que pretendían estar por un tiempo acotado en Chile aprovecharon de salir, porque el diferencial de tasas en corto plazo mueve el tipo de cambio, y los internacionales que piensan en dólares pueden querer no tener esa exposición a Chile en este periodo. Pero también se prendieron algunas luces de alerta en el mundo respecto de China. Hay componentes de preocupación fundamentales y de flujo”, señala López.
Sin embargo, pese a ese contexto, considera que la caída del IPSA es una oportunidad. Al respecto, apunta que “venimos recomendando Chile desde fines del año anterior y fue una tesis de inversión exitosa, porque la Bolsa local fue uno de los mercados que mejor rentó hasta finales de julio. Hoy seguimos reafirmando que es una oportunidad, sigue siendo una Bolsa castigada en su valorización con respecto a otros países emergentes o incluso EE.UU., y vemos esta caída como una oportunidad para que los inversionistas se sumen. Es un tren que creemos va a continuar hacia arriba”.
En ese sentido, el ejecutivo argumenta que la reducción de la Tasa de Política Monetaria (TPM) acelerará el crecimiento de la economía en 2024 “y eso es bueno para las acciones chilenas. Hay empresas en la Bolsa que se benefician de la baja de la TPM y otras que se benefician un poco más en el tiempo, cuando empieza a aumentar la actividad. Entonces, hay oportunidades que se gatillaron y otras que se gatillarán en el tiempo. Creemos también que si bien en septiembre se enrareció un poco el clima político, volverá a ser algo más positivo y que la política buscará volver a alcanzar acuerdos. Eso también será positivo. Y estimamos que la bolsa chilena está muy barata, menos que hace un año, pero con una valorización que arroja una medida de 9 veces Precio/Utilidad (P/U) a doce meses. Esta es muy atractiva si se compara con el ratio de 20 veces P/U de E.EUU.”.
De hecho, López precisa que si bien el retorno esperado para Chile cambió después de octubre de 2019, tras el rechazo de la primera propuesta de cambio constitucional se ha ido normalizando, pasando de un P/U de 6 veces a las 9 veces actuales, aunque eso está lejos todavía del ratio de 15 veces que históricamente mostraba el IPSA.
En términos de sectores, ve que se abrieron oportunidades en empresas de real estate: “En la Bolsa chilena están los mall, pero también está el retail y empresas de consumo importantes, como las de bebidas. En general la economía, como un todo, debiera normalizarse. Las constructoras también son superprocíclicas, y en la medida que haya mayor actividad es beneficioso para ellas”, plantea López.
Más allá de las acciones, también considera que hay espacios en la renta fija local. Así, para el gerente de inversiones de la AGF de Bice “las tasas están en un nivel superatractivo. Chile fue uno de los países que primero logró controlar la inflación, y por lo tanto tenemos al Banco Central bajando las tasas. Habitualmente (la baja en la TPM) mueve las tasas de corto plazo, y lo que suele suceder, es que las otras tasas se acoplan. Pero lo que está pasando, producto de lo que ocurre en EE.UU., es que las tasas de más largo plazo han tendido a tener un movimiento distinto al que normalmente ocurría: han aumentado. Eso no es por fundamentos económicos, sino por flujos y aversión al riesgo. Por lo tanto, se está generando una oportunidad para los activos de renta fija chilena. Creemos que hay una oportunidad y nos parece atractivo”.
Respecto del flujo de clientes, López sostiene que además del cambio de las inversiones desde depósitos a plazos de corta duración, hacia renta fija de mayor plazo, “también hemos visto aportes a la bolsa chilena, y ha sido más transversal en el año. No estamos llegando a máximos históricos de clientes comprando fondos de acciones, pero sí hemos vuelto a ver inversionistas trayendo flujo a la Bolsa nacional”.
Uno de los factores clave que visualiza en el comportamiento de los inversionistas es la aversión al riesgo. En ese contexto, indica que los aspectos locales, como la certeza sobre el marco jurídico, “es uno de los factores; incertidumbre económica es otra. Chile aún no está en un boom, estamos apostando a que de a poco irá mejorando la actividad. Por el lado del cobre, que apoya la actividad en el país, está la duda con China, y tienes el efecto de la economía de EE.UU. que se está desacelerando”.
No obstante, señala que su escenario base no está centrado en un aspecto político particular, y “creemos que el clima (político) general debería tender a disminuir su incidencia en los mercados, en la importancia para hacer negocios. Creemos que habrá un clima político más constructivo hacia adelante y eso contribuirá a que (haya) más negocios a nivel general en Chile”.
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