Estudio: red de cobertura de comunicación móvil de Chile lidera en la región
Un sondeo de Telecom Advisory Services destacó la posición de Chile respecto a la telecomunicaciones, de cara al desafío de que las torres de comunicación de la industria sea administradas por independientes para que este rubro aumente en su eficiencia.
Chile es un líder en la telecomunicaciones y queda en un privilegiada posición para los desafíos que tienen las telecomunicaciones ante la consolidación del la telefonía móvil 5G.
Según un reciente estudio de la consultora Telecom Advisory Services, la cobertura del 4G en Chile llega al 98% de la población a diciembre del 2022. Una posición que lo ubica sobre el promedio medido de los países de América Latina y El Caribe, donde llega a 89,84%.
Además, el texto llamado “Las telecomunicaciones latinoamericanas en la encrucijada de compartición de infraestructuras pasivas” resaltó que Chile está sobre la medida de velocidad de carga de datos de la región, pero bajo la velocidad de descarga de los países del bloque.
Aspectos que también destaca el documento sobre el país son: las normas para la instalación de torres en armonía con las ordenanzas locales; implementación de procesos regulatorios ligeros para el despliegue y la explotación de las infraestructuras pasivas; y claros parámetros o marcos de referencia que determinan las tasas para el uso del espacio o el uso del terreno para el despliegue de torres.
Sobre el futuro del 5G, el estudio explica el camino de Chile en este tema y apuesta que para el 2025 casi el 57% de la población en Chile tendrá acceso a esta tecnología, una cobertura que estará por sobre la media de la región esperada para esa fecha. Esto, cuando se espera que en la región la cobertura llegue a 36,99% y la de los países miembro de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos llegue 83,51% al 2025.
Otro de los temas que muestra el texto es que “Brasil, Chile o Perú demuestran una mayor competencia que la media de la OCDE o la de EE. UU. y el Reino Unido”. Sin embargo, también muestra que las firmas en Chile obtienen un ingreso por abonado relativamente más altos (más de US$ 20 por abonado) frente a los US$10,8 promedio de la región.
Desde Telecom Advisory Services también resaltan el buen estado de las telecomunicaciones de Chile ante el trabajo de la industria y también en ventajas como el espacio geográfico que deben cubrir en comparación con otros países de mayor extensión entre áreas urbanas y rurales.
Una buena posición para el desafío de la administración de antenas
Más allá del desafío de aumentar la cobertura, el estudio de Telecom Advisory Services apuntó al trabajo necesario de compartir la infraestructura pasivas o torres de comunicación en la industria de las telecomunicaciones es el paso al que invita un reciente estudio de la consultora El documento plantea que esta medida ayuda a mejorar la conectividad, al desarrollo económico y social de los países latinoamericanos y también favorece a las empresas del rubro.
Raúl Katz, consultor de telecos y doctor en Ciencias Políticas y Ciencias de la Administración, Máster en Tecnología y Política de las Comunicaciones del MIT, explica que, las empresas no tiene mayores ingresos por tener más torres de comunicaciones que su competencia: “Lo que la investigación está demostrando es que no existe esa ventaja competitiva a nivel de la infraestructura, del control de la torre, sino que la competencia se da a nivel de los servicios”.
Katz reafirma su punto a lo largo del estudio y también con el ejemplo de los cajeros automáticos de los bancos, que en un principio solamente podían ser ocupados por los clientes de cada institución y hoy cada persona con acceso algún tipo de cuenta puede usar cualquier cajero.
En concreto, la idea del documento plantea la ventaja de que se avance en que cada vez más actores independientes de las empresas de las telecomunicaciones administren las torres de comunicaciones.
“Las torres independientes muestran un impacto significativamente mayor en el uso, la cobertura, la velocidad y la asequibilidad de la banda ancha inalámbrica, lo que favorece una industria de las telecomunicaciones más competitiva”, resalta el documento.
Al 2022, en Chile existen 5.765 torres administradas de forma independiente y 2.545 por empresa de propiedad de los operadores.
El sondeo también se contextualiza en base a que la tecnología de telefonía móvil 3G ya tiene una importante presencia en la región, el 4G ya está consolidando en muchas áreas y ahora el 5G busca posicionarse de cara a ser una tecnología que también impacte en las industrias productivas de los países.
“Un área particular de ganancias mutuas proviene del uso compartido de la infraestructura, ya que las empresas de torres se aseguran una monetización relativamente estable de sus importantes inversiones, y los operadores pueden acumular ahorros para reinvertir en servicios de mejor calidad de los futuros (a través de la investigación más desarrollo —I+D)”, detalla el estudio en sus conclusiones.
Por otro lado, Katz resalta la importancia de avanzar en esa independencia de la administración de las torres para que existan mayores incentivos de ir a cubrir zonas rurales que hoy no tienen acceso a la conectividad móvil. Esto, en la base de que económicamente para una empresa que brinda el servicio de conectividad no es atractivo comercialmente instalar una torre de comunicación por si sola en una zona alejada de los centros urbanos.
Otra de las ventajas de este modelo de diversificación, de acuerdo con el estudio, es que “un sector de empresas de torres independiente más dinámico exhiben una mejor conectividad inalámbrica en términos de cobertura, uso, asequibilidad y calidad (velocidad). Al mismo tiempo, la industria inalámbrica muestra más competencia y más inversión, evidenciando una vez más el potencial de efectos benéficos para ambas partes”.
En esa línea, el estudio llama a tomar medidas en base a las regulaciones: “Ahora es el momento de establecer políticas públicas adecuadas”.
El texto habla de que se deben ofrecer regulaciones que se sepan equilibrar la flexibilidad que requiere un sector como las telecomunicaciones junto con las normas de seguridad e impacto ambiental. El objetivo es generar el interés de invertir en torres de comunicación con dueños independientes a las empresas de telecos en el largo plazo y se favorezca o incentive que las empresas compartan dicha infraestructura.
“Es un factor de éxito en el desarrollo de la industria de telecomunicaciones”, afirmó Katz.
Sobre los ejemplos que se deben considerar para la regulación e industria de torres compartidas, el texto toma como modelo con lo que ocurre en Corea del Sur, Reino Unido y Estados Unidos.
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