Exministro Juan Carlos Jobet y acuerdo Codelco-SQM: “Esta es una señal de pragmatismo, fue una decisión políticamente astuta”

El Presidente de la Republica realiza un punto de prensa
27 de marzo del 2020/SANTIAGO Juan Carlos Jobet, ministro de Energia, participa un punto de prensa en el entre patio del palacio de La Moneda, tras finalizar un consejo de gabinete. FOTO: SEBASTIAN BELTRAN GAETE/AGENCIAUNO

El ex ministro de Minería y Energía en el segundo gobierno de Sebastián Piñera califica el acuerdo entre la minera estatal y SQM como un paso en la decisión correcta, en el que ambas partes pueden ganar. "El 50% más una acción es simbolismo. Eso tiene valor cuando te da derechos políticos y económicos, pero no tiene derechos políticos ni tiene derechos económicos: Codelco se queda como con un sexto de las utilidades", opina.


El ex biministro de Minería y Energía durante la anterior administración, Juan Carlos Jobet, califica el acuerdo entre la minera estatal y SQM como un “paso en la decisión correcta” para enfrentar la pérdida en la participación de mercado que ha sufrido Chile en los últimos años, pero llama a avanzar con urgencia en el resto de las medidas que comprende la estrategia gubernamental en la materia.

¿Qué le parece el acuerdo comunicado ayer entre Codelco y SQM?

En términos generales, me parece un buen acuerdo, un paso en la dirección correcta. La estrategia nacional del litio del gobierno tiene dos patas, una era incorporar nuevos actores, y en eso no se ha avanzando en nada; y la otra era esta negociación, y yo creo que es un paso en la dirección correcta, que permite destrabar y solucionar un problema inminente con el contrato de SQM, que vencía el 2030; esto se extiende 30 años más y permite darle continuidad a esa operación. Permite aprovechar la expertise que tiene SQM en litio, que estaba en riesgo de que se perdiera o que se desplegara en otros países, y ayuda a frenar la caída que ha tenido en la participación de mercado de Chile en el litio en los últimos años, aumentando las cuotas de producción, entonces debería generar más rentas para el Estado. Y además permite a Codelco consolidar en Maricunga, avanzar en ese camino que también es positivo. Entonces, creo que los trazos gruesos de esto son positivos. Ahora, uno tiene que después mirar en detalle si los porcentajes son razonables, pero es un paso en la dirección correcta. No hay ninguna duda de eso.

En términos políticos, ¿cómo ve que SQM haya podido no solo mantener el respeto al contrato vigente, sino además haya logrado extender en tres décadas su participación en el Salar de Atacama?

Hay dos variables ahí. En el tema político, creo que esta es una señal de pragmatismo, porque al final del día lo que hizo el gobierno, y esa fue una decisión políticamente astuta, fue involucrar a Codelco en esta negociación, y por esa vía, separar políticamente esta negociación de La Moneda. Porque la contraparte, querámoslo o no, es una compañía cuyo controlador es Julio Ponce, y que tiene la carga política que sabemos. Desde ese punto de vista, es una estructura astuta. Creo además que es una señal de pragmatismo. Hay que recordar que el gobierno decía que aquí todo iba a ser del Estado, que se iba a crear una empresa nacional del litio, que iban a salir los privados, y en los hechos se está asociando el Estado con SQM, cosa que me parece bien. Es una señal de pragmatismo, en el sentido de que no es lo que habían planteado algunos miembros de la coalición de gobierno.

Pero desde el principio, cuando se anuncia la estrategia, fue mandatar a Corfo y Codelco para negociar con SQM, ¿no estuvo desde el principio el pragmatismo?

El que se materialice confirma eso. Hay pragmatismo, es una constatación de que Codelco no tiene las capacidades para desarrollar litio y esta es una manera de hacerse de esas capacidades, porque después de 2030 esa compañía que va a pasar a controlar Codelco, va a tener todas las capacidades que tiene hoy día SQM. Y para SQM es una gran noticia, porque se queda con el 50%, no cede mucho entre el 2025 y el 2030. Codelco se queda con el 50% más una acción, pero eso es un simbolismo. Eso tiene valor en el sentido te da derechos políticos y económicos, pero no tiene derechos políticos porque (hasta 2030) controla SQM, ni tiene derechos económicos, porque de lo que se lee del acuerdo, Codelco se queda como con un sexto de las utilidades. Entonces, SQM no cede mucho, pero se queda con el 50% de un negocio agrandado a partir del 2030 por 30 años más. O sea, para SQM es un gran negocio.

De hecho, la acción hoy día está subiendo 8% o 7%. El mercado lo tomó bien. Ahora, que suba la acción de SQM no es señal de que sea un mal negocio para el Estado, porque este es un negocio en que las dos partes pueden ganar. Los que pierden aquí son los competidores, otros países. Entonces, yo creo que es un acuerdo que puede ser bueno para las dos partes.

Mencionaba la otra parte de la estrategia donde todavía no se avanza, que es la definición de cuáles van a ser estratégicos, cuáles van a ser reservados, que entren nuevos actores, la licitación, etcétera. ¿Cuánta urgencia cree que debería tener ahora esa otra parte de la estrategia para que la industria crezca en Chile?

Yo creo que eso es urgente hacerlo. Este es un muy buen paso, pero no debiera ser en vez de lo otro, debería ser además de lo otro. Además, van por carriles paralelos; Codelco está avanzando en esta línea, y la Corfo y el Ministerio de Minería, los otros actores deben estar avanzando, pero se ve poco avance. Cuando se lanzó la estrategia, yo siempre fui muy crítico de ese segundo componente. Me parece que el plan que hay ahí es poco atractivo, va a ser difícil, es complejo. Siempre dije, y muchos otros dijeron, que la primera definición, que es cuáles salares se explotan y cuáles no, cuáles son estratégicos y cuáles no, va a ser una tremenda complicación. Y llevamos ocho meses y todavía no está esa resolución. Esto es muy urgente, pero soy muy escéptico de que se avance.

Sí era una buena idea abrirse una negociación con SQM, y se termina aceptando para después de 2030 el control del Estado, ¿por qué esa condición no va a ser una buena idea para el resto de los operadores que quieran ingresar?

Porque el salar de Atacama es un salar que no tiene nada que ver con los otros salares, donde tenemos mucha información, ya hay operaciones andando, hay clientes, hay equipos técnicos, hay infraestructura. En los otros salares hay muy poca información, hay que hacer exploración, hay que hacer toda la inversión para desarrollar los proyectos. En los otros salares no hay nada. En muchos casos no hay caminos, no hay infraestructura eléctrica, no hay infraestructura de agua. Entonces, pretender que alguien llegue a esos lugares, que son básicamente desiertos, donde hay potencial, a poner el 100% de los recursos, tomar el 100% del riesgo, tener restricciones en términos de cuál es la tecnología que se ocupa, y a cambio de todo eso, quedarse con menos del 50%, es una ecuación de riesgo-retorno muy poco atractiva, creo yo.

Usted criticó el hecho de que Codelco, que no entendía de litio, pudiera controlar a la operación de ese SQM, y que eso era algo más bien ideológico, pero hoy en día lo califica como algo pragmático. ¿Por qué ese pragmatismo no se podría de alguna manera también reflejar en la apertura de otros salares a nuevos actores?

Lo que dije en su momento, y creo que este acuerdo resuelve esa crítica, es que Codelco tomara el control de un negocio, el ponerse a operar un negocio que no entiende, era un error. Lo que están haciendo es que todas las capacidades de SQM van a seguir en esta compañía. En el fondo, van a ser los equipos, las personas, los procesos, las políticas, los procedimientos, toda la compañía que hoy día es SQM, esa compañía la que va a seguir operando. Eso me parece que está bien hecho, se le da continuidad a esa expertise, se reconoce que Codelco no tiene la expertise.

¿No hay pragmatismo en reconocer que, aunque las empresas del Estado no tienen la experiencia, sí tienen pertenencias, y además puede entregar permisos a nuevos actores?

En los otros salares, uno podría decir, yo invito a los privados a desarrollar esto en conjunto, yo pongo las pertenencias, yo pongo los permisos -a pesar que existe toda una institucionalidad para entregar permisos- y hacemos algún tipo de asociación. Lo que yo creo que es un error de cómo está concebida la política, es que pone algunos pies forzados que son innecesarios y que pueden ser muy costosos.

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