Familia Gelfenstein propone venta de terrenos para evitar quiebra del mayor importador de bicicletas

Familia Gelfenstein propone venta de terrenos para evitar quiebra del mayor importador de bicicletas

La empresa Andes Industrial planea vender inmuebles en la comuna de Santiago por los que espera recaudar entre $8 y $10 mil millones. La crisis financiera se originó tras el auge temporal en la demanda de bicicletas durante la pandemia, que derivó en un exceso de inventario y problemas de flujo de caja.


La familia Gelfenstein, propietaria de Andes Industrial, el principal importador de bicicletas del país, con 50 años de historia, presentó una propuesta de acuerdo de reorganización judicial para evitar la quiebra de la empresa. Este procedimiento se tramita ante el 18° Juzgado Civil de Santiago y busca reestructurar las deudas que la sociedad mantiene con diversas instituciones financieras.

La compañía trabaja con más 1.800 puntos de comercialización en todo el país y representa marcas como Merida, Vader, Elite y Forza.

Andes Industrial tiene una deuda total de $17 mil millones, de los cuales gran parte corresponde a obligaciones bancarias. La deuda detallada con las principales instituciones financieras es liderada por BancoEstado ($2.023 millones), Scotiabank ($1.843 millones), Banco BICE ($1.469 millones), Banco de Chile ($1.308 millones), Banco Santander ($876 millones), Banco Itaú ($475 millones), Banco Security ($396 millones) y BCI ($345 millones). Además, se incluyen créditos respaldados por el Fondo de Garantía para Pequeños Empresarios (Fogape).

Como parte de este plan de reorganización, Andes Industrial propuso la venta de varios inmuebles no esenciales con el objetivo de generar fondos para pagar a sus acreedores. Entre los bienes inmuebles a enajenar se encuentran propiedades ubicadas en Santa Elena 1471 a 1475 y 1485, así como en Padre Orellana 1510, todos en Santiago. Estos inmuebles están inscritos en el Registro de Propiedad del Conservador de Bienes Raíces de Santiago y cuentan con hipotecas que garantizan parte de las deudas de la compañía. La familia Gelfenstein estima que la venta de estos activos permitirá recaudar entre $8 y $10 mil millones, los cuales se destinarán exclusivamente a amortizar las deudas de Andes Industrial, priorizando a los acreedores afectados.

La crisis financiera que enfrenta la compañía tiene sus raíces en el auge temporal de la demanda de bicicletas que ocurrió durante la pandemia de COVID-19. Las restricciones de movilidad y la necesidad de mantener el distanciamiento social promovieron el uso de la bicicleta como medio de transporte y recreación, lo que llevó a un incremento considerable en la demanda. Sin embargo, este aumento generó disrupciones importantes en la cadena de suministro a nivel global, afectando tanto la disponibilidad de productos como los plazos de entrega. En algunos casos, las entregas llegaron a tardar hasta dos años, lo que obligó a Andes Industrial a adelantar grandes pedidos para suplir la escasez. No obstante, tras la normalización de la situación sanitaria, la demanda de bicicletas cayó abruptamente debido a la reactivación de otras actividades, la alta inflación y el incremento en el tipo de cambio, dejando a Andes Industrial con un inventario excedente y restricciones en su flujo de caja, lo cual ha comprometido su capacidad de pago.

Detalles

El proceso de reorganización cuenta con la asesoría legal de Ricardo Reveco, socio de Carey, y Ernesto Solís, socio de Fix Partners.

Para afrontar sus deudas, Andes Industrial diseñó un cronograma de pagos diferidos que permitiría a la empresa estabilizar sus finanzas mientras cumple gradualmente con sus compromisos. Según este cronograma, se realizaría un primer pago equivalente al 5% del capital adeudado el 26 de diciembre de 2025, seguido de un segundo pago del mismo porcentaje el 26 de diciembre de 2026. El 90% restante de la deuda se liquidaría en una última cuota el 26 de diciembre de 2027. Este esquema de pagos, que escalona las obligaciones en función de las proyecciones de ingresos futuros, busca ofrecer a Andes Industrial el tiempo necesario para reorganizarse y recuperar su flujo de efectivo.

Como garantía complementaria, propuso constituir una prenda sin desplazamiento sobre sus inventarios actuales, hasta un monto máximo de $2 mil millones, para asegurar el pago a sus acreedores en caso de que surjan dificultades en la ejecución de los pagos. Asimismo, los intereses devengados hasta la aprobación del acuerdo serán pagados según las tasas originalmente pactadas con cada acreedor, y a partir de dicha aprobación, los créditos devengarán intereses a una tasa fija basada en el costo de fondo de cada acreedor, más un margen de 200 puntos base. Estos intereses se pagarán trimestralmente en las fechas indicadas en el acuerdo, y el interventor se encargará de verificar su cumplimiento.

Adicionalmente, Andes Industrial se ha comprometido a disminuir el bodegaje es en relación al uso de bodegas externas, como medida para reducir sus costos operativos. Este plan de reducción de bodegas contempla la disminución progresiva del espacio utilizado, reduciéndose al 50% en diciembre de 2024, al 25% en junio de 2025 y desocupándose completamente para diciembre de 2025. Este esfuerzo busca alinear las operaciones de Andes Industrial con su capacidad de generación de ingresos, optimizando sus costos fijos y permitiéndole destinar más recursos al cumplimiento de sus compromisos financieros.

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