Hijo de Milton Friedman, el padre de los Chicago Boys, visita Chile en medio del debate sobre “muerte del neoliberalismo”
El economista David Friedman aterrizará en el país el próximo lunes 21 y estará hasta el sábado 26. Lo traen el Centro de Estudios Libertarios (CEL), junto a la Fundación para el Progreso (FPP). Dará dos charlas y tendrá una cena con economistas y empresarios.
“Somos muchos economistas en el mundo que estamos mirando a Chile como un experimento muy importante para matar al neoliberalismo”, dijo el 27 de octubre pasado la economista ítalo norteamericana, Mariana Mazzucato, de visita en el país, desatando críticas y reavivando el debate sobre esa corriente de pensamiento. Mazzucato, directora del Instituto para la Innovación y Propósitos Públicos de la University College of London, es una de las principales referentes actuales de la izquierda chilena en materia económica, en particular del Frente Amplio, y durante su paso por Santiago se reunió con varios ministros de Estado e incluso con el Presidente Gabriel Boric.
A tres semanas de ese evento, ahora aterrizará en Chile un representante del ala totalmente opuesta a lo que propugna Mazzucato y su promoción de un rol más fuerte del Estado en la economía. Se trata de David Friedman, hijo del premio Nobel de Economía (recibió ese premio en 1976) y reconocido como uno de los padres de los Chicago Boys, Milton Friedman (1912-2006).
David Friedman, de 77 años, es economista y PhD en Física, con estudios en las universidades de Harvard y Chicago. Ha escrito varios libros, siendo el más importante de ellos La maquinaria de la libertad, de 1973, donde desarrolla su visión de un “anarcocapitalismo”, que plantea que todos los bienes y servicios en la sociedad, incluida la ley, pueden ser producidos por el mercado operando libremente, prescindiendo del Estado.
El economista aterrizará en el país el próximo lunes 21 y estará hasta el sábado 26. Lo traen a Chile el Centro de Estudios Libertarios (CEL) y la Fundación para el Progreso (FPP). Ambas instituciones defienden, describen, la libertad individual como un valor central y orientan su trabajo hacia la formación de jóvenes.
El CEL está dirigido por el empresario Fernando Sagredo -líder en la exportación de frutos secos-, mientras que la FPP tiene como presidente de su directorio al abogado y PhD en Filosofía Axel Kaiser, y su past president es el empresario Nicolás Ibáñez, exdueño de supermercados Lider.
Durante su primera visita al país, David Friedman tiene contemplado dar dos charlas. La primera, convocada por el CEL, será el martes 22 en el auditorio del Instituto Libertad y Desarrollo y tendrá carácter privado. La segunda, titulada ¿Ha muerto el “neoliberalismo”? y organizada por el CEL y la FPP, está agendada para el jueves 24 en el Teatro Municipal de Las Condes, y en ella estará acompañado por Kaiser.
En la invitación que se ha hecho llegar convocando a esta última cita se señala que “en medio de un contexto donde el modelo de desarrollo chileno, catalogado desde la izquierda como «neoliberal», está permanentemente en tela de juicio; se hace oportuno preguntarnos si ha muerto el «neoliberalismo». ¿Queda espacio para la defensa de la libertad?, ¿estamos ante una regresión estatista indetenible?”.
Desde el CEL señalan que la razón de traer en este momento a Friedman tiene que ver básicamente con dos razones: por un lado, se están cumpliendo 60 años de la publicación del libro más relevante de su padre, Capitalismo y Libertad; y también que el debate “sobre el llamado neoliberalismo se encuentra en su máximo punto”.
El lunes por la noche, además, David Friedman tendrá una comida con economistas y empresarios, respecto de la cual aún se está a la espera de las confirmaciones de los asistentes.
De Chile, Friedman tiene muy buena relación con el economista UC Rolf Lüders y con Fernando Sagredo.
Su padre, Milton Friedman, también vino al país, en 1975 y 1981, durante el régimen militar. La primera de esas visitas fue especialmente controversial, puesto que se entrevistó con Augusto Pinochet, lo que a poco andar le significó una ola de cuestionamientos por la represión y las violaciones a los derechos humanos que se vivían en Chile.
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