Hoy la economía es distinta

"Debemos entender el emprendimiento desde una lógica país más grande, transversal a los colores políticos, que nos permita construir una economía de mayor valor agregado desde su concepción, pues hoy sus actores han ido cambiando".
Como ecosistema ligado al emprendimiento no nos deja de impresionar la cantidad de empresas que se han creado y están en proceso de construcción durante los últimos años. No son cualquier tipo de “negocio”, el objetivo central de estos “nuevos emprendedores”, quienes ya están siendo parte de la reactivación, es crear modelos más eficientes, innovadores y sostenibles, que dejen atrás el modelo de “hacer, usar y desechar”, buscándole valor y oportunidades a las cosas que hoy existen y disminuyendo el impacto en la naturaleza.
Endeavor nace hace 23 años y la palabra emprendimiento no existía, parecen muchos años, pero si nos remontamos 10 años atrás, fecha en que junto a un grupo de emprendedores lideramos la apertura de la oficina de Endeavor en Atacama, eran pocos los casos que llegaban y menos los que habían pasado por un levantamiento de capital, por ejemplo. Hoy la situación es totalmente distinta.
Gracias a una política pública y a organizaciones privadas se ha fomentado el desarrollo del emprendimiento, y se ha dado espacio a la innovación entendiendo cada día más el impacto que generan en nuestro desarrollo, algo que nos hace ver con muy buenas expectativas lo que estamos viviendo.
Mirando este panorama, a la lógica que debemos cruzar es a aquella que afecte positivamente a toda la comunidad, y que genere cambios con foco en el triple impacto, y para ello más pronto que tarde debemos dejar atrás el entramado productivo que existía en los años 90, a uno más complejo, con más variables y con base científico tecnológica.
Para ello necesitamos que Chile, sus autoridades, otros emprendedores, los jóvenes, educadores y más, se acerquen a esta nueva realidad y entiendan por qué las startups y las scaleups son un motor de cambio social y económico tan importante, de esta manera podremos ayudar a que más de este tipo de negocios puedan florecer. Pero esto requiere asumir más riesgos, compromisos y cambios.
La cultura anglosajona, por ejemplo, es una cultura más cercana al riesgo y a jugársela por cosas disruptivas, en EEUU cuando buscan a un director o un CEO se fijan si han tenido fracasos anteriores, porque eso denota experiencia y una personalidad que da más garantías. Chile ha ido avanzando, pero aún nos falta mucho para llegar a pensar así. La minería nacional es una industria que sirve como modelo de rol para las demás, donde con foco en la innovación ha estado abierta al cambio y cuenta por ejemplo con programas de innovación abierta que invitan a los proveedores locales a entender las problemáticas y proponer soluciones que disminuyan consumo de agua, electricidad, costos, generando gracias a esta mirada cambios a nivel local, nacional y mundial.
A lo que voy con esto, es que debemos entender el emprendimiento desde una lógica país más grande, transversal a los colores políticos, que nos permita construir una economía de mayor valor agregado desde su concepción, pues hoy sus actores han ido cambiando. No olvidemos que actualmente las pymes son una de las instituciones mejor evaluadas según Cadem, incluso mejor evaluada que la Convención Constituyente.
El emprendimiento y la educación son los dos instrumentos que mayor movilidad generan en una sociedad, por ende se hace prioritario apoyar a los emprendedores para que su impacto llegue a más lugares de Chile. Solo a través de estos emprendedores y esta nueva economía, seremos capaces de construir un Chile más justo, inclusivo y desarrollado.
** El autor es director ejecutivo Endeavor Chile