El jueves 18 de julio se realizó una junta de acreedores decisiva para la empresa chilena Adexus, una compañía de soluciones de outsourcing de procesos de negocios y tecnología que, tras serios problemas financieros, que venían desde el 2018, pidió primero su reorganización judicial y, ante la imposibilidad de recuperar a la empresa, la liquidación de sus activos bajo el peso de una deuda que totalizaba $ 22.633 millones.

La asamblea de la semana pasada ratificó como liquidadora a Ximena Vera y se eligió como presidenta de la junta a Claudia Escobar, representante de la empresa de hardware Ingram Micro Chile, su mayor acreedor con $2.273 millones, y como secretaria a Daniela Herrera, del factoring Primus Capital -tristemente célebre por la estafa de la que fue objeto el año pasado por sus principales ejecutivos-, al que le deben $1.874 millones. Además, se aprobó la venta del mobiliario de las oficinas de la empresa en calle Miraflores y de sus bodegas arrendadas en la comuna de Santiago. Por ejemplo, los computadores portátiles se subastarán en un mínimo de $40 mil cada uno.

Pero lo más relevante fue que la junta decidió no enajenar los activos de la empresa como unidad económica, por lo que negó prolongar la continuidad provisoria de giro de la que gozaba para seguir operando, por lo que en concreto, se decidió cerrar la compañía. Y en cuanto al que llamó el bien mueble esencial de la empresa, que es un data center, la liquidadora contó que opera en un local arrendado por tanto podría seguir erogando gastos y que contaba con una oferta de $30 millones por él, la que será evaluada por los acreedores.

Este data center es el principal dolor de cabeza para la industria de las telecomunicaciones en Chile.

Lo que ocurre es que Adexus, que hasta 2022 fue propiedad de la peruana Graña y Montero y que ahora estaba en manos de su gerente general, Patricio Ibáñez, había ganado dos veces, en 2010 y 2015, la licitación del Organismo Administrador de la Portabilidad Numérica (OAP), que es la entidad independiente encargada de administrar la base de datos de portabilidad y mantener la comunicación entre los operadores de telefonía a través de un sistema informático centralizado. Y aunque en 2020 no ganó la licitación, quien sí lo hizo, la empresa Iconectiv LLC, subcontrató a Adexus para que le prestara el servicio de data center.

Ese data center, entonces, es el que contiene los antecedentes de los números y clientes que se trasladan de compañía de telefonía móvil a compañía llevándose su número.

“Las empresas están en modo contingencia”, reconocieron en una de las compañías de telefonía móvil.

En la Subtel explicaron que “es el operador, es decir, Inconectiv, quien tiene que asegurar la continuidad del servicio, para lo cual deberá buscar un nuevo data center, y también es responsable de la seguridad de los datos durante el proceso de migración al nuevo data center”.

En dos de las cuatro compañías de telefonía móvil, que pidieron no identificarse, comentaron que efectivamente la quiebra de Adexus y el consecuente cierre de su data center había generado dificultades en el sector, puesto que se vieron obligadas a migrar toda la base de datos que manejaba el data center de Adexus a otro sistema de respaldo, de propiedad de Entel, que está ubicado en Concepción, proceso que, reconocieron, podría generar dificultades en los usuarios posteriormente. “Esto, porque, como en todo proceso de migración de datos se pueden generar problemas”, dijo una fuente de una empresa. El viernes, de hecho, las compañías se dedicaron a “proteger la información”.

“Los usuarios podrían tener problemas en el caso de que, por alguna razón, las empresas de las que son clientes no puedan conectarse con el nuevo sistema de respaldo. En ese caso, se quedarían sin portabilidad”, comentó el asesor de una compañía.

Consultores de la industria comentaron que el viernes la situación en la industria era bastante caótica, puesto que los técnicos de las empresas se vieron con el problema encima de un día para otro.

Hasta ahora, eso sí, no hay noticias de que los clientes hayan sufrido problemas con este proceso de migración. Las empresas tampoco detuvieron los planes de portabilidad que ofrecen normalmente, proceso que hoy es vital para la industria, pues representa al menos la mitad de su negocio, según un analista del rubro.

La Subsecretaría de Telecomunicaciones dijo que oficiará a las empresas para conocer si han exhibido problemas con el proceso de migración. “Con el objetivo de velar por el debido resguardo de los derechos de los clientes, Subtel ofició al Comité Representativo de Portabilidad (comité conformado por las empresas de telecomunicaciones y que rige al OAP) para que den a conocer las acciones adoptadas para resguardar la operatividad del servicio y el cumplimiento de la normativa”, afirmó ante la consulta de Pulso.

La penetración que tiene la telefonía móvil en Chile es del orden de 1,32 teléfonos por habitante, dado que, según la Subtel, en marzo existían 26,7 millones de celulares en el país para una población estimada en 20,1 millones de habitantes. Debido a esto, es poco lo que las empresa pueden hacer para ganar participación de mercado en nuevos clientes, y buena parte de su negocio es captar a abonados a otras empresas para que se cambien a la suya, y en general esto ocurre mediante la “portabilidad” de su número.