José Antonio Guzmán, ex presidente de AFP Habitat, por acuerdo en reforma previsional: “Esto es un avance positivo, así que hay que celebrarlo y felicitarlo”
Fue un ejecutivo emblemático en la industria de las AFP, hasta que se fue en 2014, pero ha seguido de cerca el debate previsional. Si bien estima que no es un proyecto perfecto, espera que se apruebe, dado que se reafirman dos principios que, estima, son claves: ahorro a cuenta individual y libertad de elección.
Fue un ejecutivo emblemático en la industria de las AFP, hasta que se fue en 2014. José Antonio Guzmán Matta ejerció por ocho años como presidente de AFP Habitat, y por nueve años como director de la misma administradora. Su nombre está muy ligado al mundo empresarial, dado que también fue el primer presidente de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC) al regreso de la democracia -entre 1990 y 1996- y hoy sigue activo como socio fundador en su negocio principal, Empresas Guzmán & Larraín, constructora que este año cumple 45 años de vida.
A sus 83 años, no ha dejado de seguir la discusión pública y el debate previsional. Precisamente por el rol que jugó en la industria de AFP, la mañana de este jueves generó debate una carta al director que envió a El Mercurio, donde respalda el acuerdo al que llegó Chile Vamos con el gobierno en la reforma previsional, marcando distancia con la posición que hasta ahora ha mostrado la industria de AFP.
¿Qué lo motivó a escribir esta carta?
Primero, en el tema previsional he participado durante muchísimos años y conozco sus pros, sus contras, sus defectos y virtudes. El tema de pensiones ha estado muy mal puesto en el debate público, con muchos mitos y falsedades, y creo que es indispensable resolverlo.
En segundo lugar, pienso que hay que darle un apoyo a los políticos de todos los sectores, todos los que participaron en la comisión. En el sentido de que de buena fe han tratado de converger en un problema en el que evidentemente hay distintas opiniones. Pero que fueron capaces de concluir en un acuerdo que, puede ser que no satisfaga plenamente mis puntos de vista, pero yo creo que es un avance en el sentido de que confirma dos principios básicos que, a mi juicio, son fundamentales para el tema previsional y de las pensiones, que son: el ahorro en cuentas individuales; y segundo, la libertad de elección de los afiliados, de los trabajadores.
Creo que esos dos elementos básicos se lograron, se convinieron, se acordaron. Eso lo encuentro muy positivo y vale la pena apoyarlo. De manera de que el debate se reduzca ya a otros puntos en que no hay acuerdo, como la edad de jubilación y otras cosas. Pero esto es un avance positivo, así que hay que celebrarlo y felicitarlo.
Entonces, si bien usted cree que no es un proyecto perfecto, ¿sí es un avance relevante y cree que hay que aprobarlo?
Por supuesto. Yo creo que en el país no podemos seguir debatiendo cosas sin llegar a ninguna parte. Entonces, creo que esto es una contribución en la dirección correcta. Hay que ir despejando temas y tomando conciencia de que se puede avanzar.
¿En las reformas anteriores tenía esta misma posición?
Sí, por supuesto que sí. Bastante parecida. Yo era presidente de las AFP cuando fue el tema de la Comisión Marcel. La comenté, lo encontré positivo, lo encontré un avance. Y después, ya cuando fue la Comisión Bravo, ya no era presidente de la AFP, pero siento que hubo un avance también en esa dirección. Como presidente hice una serie de planteamientos, pero ya esto hace más de 10 años...
Pero me refiero a los últimos dos proyectos, el de la expresidenta Michelle Bachelet y del expresidente Sebastián Piñera, donde las AFP, y en este proyecto también, han preferido que no se apruebe nada a que salga algo que consideran negativo.
No, yo no comparto ese punto de vista. No lo he compartido ni en uno, ni en el otro proyecto. Porque creo que sí se pueden lograr convergencias, como se lograron en esta ocasión. Entonces, me alegro por ello, y ojalá que termine bien. Como digo, al final, bien por Chile. Eso es lo que necesitamos para volver a recuperar la confianza.
Habla de que es positivo porque la cotización va a las cuentas individuales y hay libertad para elegir. Pero igualmente hay una parte de la cotización que no va a las cuentas individuales. ¿Eso no le incomoda?
No, yo creo que es parte del acuerdo. O sea, finalmente sí va a las cuentas individuales. Al momento del retiro de las personas, ese bono que están obligados a cotizar en nombre de los trabajadores, se tiene que pagar y agregar a la cuenta individual. Así que al final de cuentas, el 6%, una parte en forma diferida, sí va a las cuentas individuales y va a servir para mejorar la pensión de los trabajadores.
Me refiero al Seguro Social que se crea de manera permanente con 2,5% de la cotización, donde hay una compensación para mujeres y se incorpora el Seguro de Invalidez y Sobrevivencia (SIS).
Ese es otro tema. Es un agregado que, por lo demás, existía ya, si en promedio las empresas estaban pagando al SIS el 1,76%. Entonces, subirlo al 2,5%, con un objeto que lo encuentro bastante justificable, como es procurar igualar las pensiones de hombres y mujeres, no lo encuentro demasiado grave. En todo caso, no tiene que ver con el tema del ahorro previsional en cuentas individuales.
¿Y la licitación del stock no es un tema que considere que podría ser problemático a futuro?
No, no lo encuentro problemático desde el momento en que se establece en el acuerdo que el trabajador, si tiene plena confianza en su AFP, puede decir: exímame de participar en esta licitación. Con lo cual, se mantiene la libertad de elegir, en el sentido de que puede permanecer si tiene plena confianza en la AFP actual.
Pero en cuanto a las rentabilidades futuras de las AFP y del sistema, ¿no podría eso generar algún problema, como han dicho las AFP?
No, eso es una especulación. Depende de cómo se maneje ese fondo.
¿Han estado mal las AFP al oponerse a las reformas que se han impulsado, incluyendo esta?
No me gustaría calificar a las AFP. Creo que lo que ellas han hecho es levantar las dudas y los riesgos que tiene este proyecto, que evidentemente tiene riesgos, no es un proyecto exento de riesgos. Me parece que han cumplido con su rol.
¿Pero haría un llamado a que se sumen a este acuerdo?
Mire, yo no soy nadie, ya soy un ex... Tengo 83 años y ya estoy al otro lado. Entonces, no corresponde que esté haciendo llamados, yo creo que los elementos clave, el corazón de esta carta, apunta a que hay que resolver este problema, porque ya se arrastra por demasiado tiempo.
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