Klaus Schmidt-Hebbel: “El resultado económico de Boric emula al de Salvador Allende”
En el marco del seminario organizado por Compass, el economista planteó que tras la expansión económica del segundo gobierno de Sebastián Piñera, se produjo una paralización: "La alianza de terroristas, narcos, Frente Amplio y Partido Comunista, y delincuentes que quemaron, asaltaron y le robaron a medio Chile a partir de octubre de 2019, más el Covid a partir de marzo de 2020, pararon el país”.
El estancamiento de la economía chilena y las claves para recuperar el crecimiento se tomaron esta mañana el seminario organizado por Compass Group.
El economista y académico de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad Del Desarrollo Klaus Schmidt-Hebbel, abrió el panel, señalando que durante el primer gobierno de Sebastián Piñera el crecimiento mundial del PIB per cápita anual fue de 2,9%, avanzando en los siguientes años en un rango de entre 2,3% y 3%.
“Chile creció a 3,4% en el primer gobierno de Piñera. ¿Cuándo se jodió Chile? En 2014. Chile creció a un magro 0,6% anual per cápita, y de ahí en adelante el mundo siempre creció a tasas mayores. Estamos creciendo cero. Luego hubo verdaderos brotes verdes de crecimiento entre comienzos de 2018 y hasta los actos terroristas coordinados del 19 de octubre de 2019 en adelante. Pero duró 18 meses, porque la alianza de terroristas, narcos, Frente Amplio y Partido Comunista, y delincuentes que quemaron, asaltaron y le robaron a medio Chile a partir de octubre de 2019, más el Covid a partir de marzo de 2020, pararon el país”.
Ante este escenario, el economista planteó tres conclusiones. La primera es que “la probabilidad de que el Imacec desestacionalizado por habitante recupere el nivel récord que tuvo a fines de 2021 es muy baja hasta marzo de 2026. En cuatro años, para el Imacec per cápita la probabilidad que crezca un pinchintún, una décima, es bajísima. ¿0,2%, 2%, 14%? Más de eso, de ninguna manera. Con eso, el resultado económico de Boric, emula al de Salvador Allende, el gobierno de Allende, que es el gobierno que tanto admira”.
Segunda conclusión, dijo Schmidt-Hebbel: “Además del crecimiento mundial, las condiciones externas relevantes para Chile, precios de commodities, términos de intercambio, entradas de capitales, precio relativos de activos del resto del mundo, etcétera, son muy buenas durante los dos primeros años en comparación con lo que enfrentaron todos los gobiernos previos. Y por tanto, la desconexión es absoluta. Ponderación de factores externos del desastre del crecimiento de Chile: cero. 100% autogoles infringidos por todos nosotros, y en particular, por el habitante de La Moneda. Conclusión: Chile se jodió por autogoles sistemáticos, la inflexión de factores externos es cero”.
“Tercera pregunta o conclusión. ¿Está Chile condenado al estancamiento económico, inestabilidad política y la inseguridad de todos sus habitantes para siempre? No, en absoluto”, concluyó el economista.
El economista Óscar Landerretche, fue el segundo en intervenir, y apuntó que mirado “Chile de lejos, uno observa un rendimiento decreciente, de su modelo económico, su modelo político, el conjunto de cosas que son un sistema y que sistemáticamente han rendido menos. No sólo en términos de crecimiento, y por ejemplo, en temas de equidad, ese avance se detuvo”.
Así, indicó que tanto desde la izquierda y derecha, así como en el empresariado, “los veo sujetos de una idea nostálgica de que va a funcionar el recuperar un mundo perdido, en el caso de la izquierda de los años 50. Creer que en el Chile de hoy, con el PIB per cápita de hoy, con el capitalismo financiero de hoy, simplemente replicar lo mismo que se hizo en los 80 y 70, o la Concertación, es una acto de nostalgia”.
Al respecto, precisó que “en Chile buena parte de lo que tenemos que hacer es bastante convencional”, pues en términos fundamentales, “no sé por qué se nos olvidó la infraestructura”. Así, apuntó que “en la época de Ricardo Lagos como ministro de obras Públicas y luego como presidente, Chile invertía 3 puntos respecto del PIB de lo que se invierte hoy”.
Por su parte, Andrea Tokman, economista jefe de Quiñenco, sostuvo que la economía chilena es “un avión que va volando bien bajito, que se le va a acabar el vuelo en poco tiempo”. Al respecto, apuntó que es necesario mirar a largo plazo, y que en términos de reformas estructurales, donde “estamos al debe”, la primera es educación, no hay mucha novedad, pero si parece que el crecimiento es algo de lo que tenemos que preocuparnos, y no podemos pensarlo si no pensamos en productividad, y ello no puede pensarse sin pensar en educación. “El capital humano es esencial para el desarrollo y progreso de los países”, y que “donde más renta el peso gastado es en los primeros años de la educación escolar, son los niveles bases para generar conocimiento futuro”.
Además, sostuvo que hay problemas a nivel de instituciones “y especialmente el sistema político, que creo que se ha vuelto una piedra en el engranaje”.
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