La columna de Francisco Gallego: “Mejorando los resultados educativos vía la entrega de información”
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"Si se les entrega información clara y comprensible sobre estos beneficios, sus creencias sobre el futuro cambian y, típicamente, mejoran los resultados educativos".
Recientemente noté una cifra que me preocupó: una baja en la prioridad que la población otorga a la solución de los problemas de educación. Por ejemplo, en la encuesta CEP de noviembre de 2014, el 50% de las personas incluía la educación entre los tres principales problemas a resolver. Diez años después, ese porcentaje bajó a 23%. El problema es que diversas mediciones sugieren que, en ese mismo período, los resultados del sistema educativo no han mejorado sustancialmente (o incluso han empeorado).
Una hipótesis que he planteado antes es que esto se debe, al menos en parte, a que nuestra discusión de políticas en educación se centra en grandes reformas. Existe la creencia de que se requieren cambios estructurales que transformen la organización de las escuelas y el perfil de los docentes que trabajan en ellas. Estos temas generan, por un lado, diferencias ideológicas muy marcadas y, por otro, proponen cambios que implican costos elevados y/o que tomarían décadas en producir efectos. Frente a esto, no es raro que se perciba como muy difícil mejorar la educación y, en consecuencia, la población traslade sus prioridades a otras áreas.
Esta creencia de que mejorar la educación solo es posible con cambios grandes (y costosos) contrasta fuertemente con la evidencia científica sobre las llamadas políticas costo-efectivas en educación, es decir, intervenciones que logran resultados a costos bajos y típicamente en plazos cortos. El Global Education Evidence Advisory Panel (GEEAP) es un panel internacional interdisciplinario que revisa la evidencia científica disponible sobre maneras costo-efectivas de mejorar la educación y ya ha generado ya dos informes identificando ejemplos de este tipo de intervenciones. Una de ellas es la entrega de información a las personas que interactúan con el sistema educativo (estudiantes, docentes, familias, etc.). Parte de la evidencia citada por el panel proviene de investigaciones en las que he participado junto a otros colegas.
Por ejemplo, en el proyecto Fondecyt regular que actualmente estoy desarrollando, mostramos que una campaña de promoción sobre la importancia de la educación, llamada Decidiendo para un Futuro Mejor (DFM), que se implementó en Perú durante la pandemia vía televisión abierta, redujo la deserción educativa en aproximadamente 0.6 puntos porcentuales a un costo de sólo US$1.5 por estudiante. Estos son efectos que, típicamente, solo se logran con gastos mucho mayores (como la construcción de escuelas o programas de transferencias condicionadas).
¿Cómo es posible que la entrega de información genere efectos tan significativos? Pensemos, por un momento, qué implica educarse: dedicar esfuerzo, tiempo y recursos en el presente con la expectativa de obtener beneficios en el futuro (cercano y lejano). ¿Qué sucede si las personas no conocen adecuadamente los efectos esperados de esos esfuerzos? Es poco probable que pongan esfuerzos altos en educación hoy, y, por ende, es poco probable que logren buenos resultados. Pero si se les entrega información clara y comprensible sobre estos beneficios, sus creencias sobre el futuro cambian y, típicamente, mejoran los resultados educativos.
Así de fácil. Fácil entre comillas, porque diseñar campañas de información exitosas requiere mucha atención a los detalles: ¿Cómo comunicar?, ¿Qué lenguaje usar?, ¿Cómo lograr que las personas realmente vean los contenidos? El programa DFM lo logró (primero de manera presencial y luego, durante la pandemia, a través de la televisión), y por ello es citado en los informes del GEEAP. Este tipo de programas cobra aún más relevancia en el contexto post-pandemia, donde la valoración de la asistencia a la escuela ha disminuido.
En suma, este pequeño ejemplo muestra cómo es posible actuar rápidamente y mejorar los resultados educativos de manera costo-efectiva. El GEEAP plantea otras políticas de este tipo, las que discutiré en futuras columnas. Que la urgencia nos mueva.
*El autor de la columna es profesor titular UC
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