La columna de Ignacio Fernández: “No sabía que esto se fabricaba en Chile”
"Lo que más me llama la atención es que estos comentarios no solo me los hagan importadores extranjeros, sino que son los mismos chilenos los que se sorprenden con lo que producimos en nuestro país y que, por lo tanto, tenemos la capacidad de exportar".
“No sabía que esto se fabricaba en Chile”. Probablemente este sea el comentario más recurrente con el que me encuentro cuando asisto a las ruedas de negocios donde presentamos la oferta industrial de Chile. Luego de esa frase, viene el lamento: “Si lo hubiera sabido antes, no habría tenido que importar desde Europa o Norteamérica al doble del precio”. Ahora, lo que más me llama la atención es que estos comentarios no solo me los hagan importadores extranjeros, sino que son los mismos chilenos los que se sorprenden con lo que producimos en nuestro país y que, por lo tanto, tenemos la capacidad de exportar.
¿De qué estamos hablando? Por ejemplo del Almirante Viel, el primer rompehielos científico antártico construido en Sudamérica -en los astilleros de ASMAR, en Talcahuano- el que, además, cuenta con la más avanzada tecnología y cumple con los más altos estándares y normas internacionales de cuidado medioambiental, como el Protocolo de Madrid y Tratado Antártico.
Otro caso, más coloquial tal vez, es el de las cajas de cambio. Sí, cajas de cambio, hechas en Chile, en Los Andes, por la empresa Horse Cormecánica nacida en 1969 y que puede producir hasta 1.700 unidades diarias, es decir, medio millón de cajas de cambio anuales para abastecer a la marca Renault en Argentina, Brasil y Colombia.
En el sector de envases y embalajes, ¿Sabrá el lector que en Chile la empresa Coexpan fabrica vasos de yogurt con una compleja mezcla de monomateriales antibacterianos que combinan presentación, aumento de la vida útil, sostenibilidad y que además son reciclables?
Más aún, en la industria de la salud, la startup Arcomed fabrica y exporta implantes craneofaciales mediante la impresión en 3D con un enfoque innovador, no solo liderando la revolución tecnológica en la medicina, sino que también permiten restaurar la anatomía y mejorar la autoestima y vida de las personas en Chile, Argentina, Perú, México, Brasil, España y próximamente en Estados Unidos.
Tampoco puedo dejar de mencionar el desarrollo de sensores y equipos inteligentes que permiten monitorear en línea la captación, purificación, almacenamiento y distribución del agua y que ha beneficiado a más de dos millones de personas en Chile y otros países de la región para el cuidado y buen uso del recurso hídrico.
Estos son solo algunos de los casos a través de los cuales la Industria chilena se posiciona en el mundo con productos inteligentes y sostenibles. Desde ProChile buscamos contribuir a ese posicionamiento y al crecimiento de las exportaciones de este sector que, tal como las frutas, el vino, el salmón, debieran ser motivo de legítimo orgullo para todos.
Dado lo anterior, entre el 22 y 26 de julio realizaremos la Semana de la Industria, iniciativa que tendrá actividades en Santiago, Ñuble y Biobío y que contará con la participación de más de 80 empresas exportadoras, las que sostendrán más de 200 reuniones de negocios con importadores de una decena de países, especialmente de Latinoamérica.
Me parece muy importante relevar que esta iniciativa es un esfuerzo conjunto, realizado con las ideas, apoyo y participación de las diferentes asociaciones gremiales del sector, por lo que estoy seguro de que este emprendimiento público-privado dará excelentes frutos para el país.
*El autor de la columna es director general de ProChile
Comenta
Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.