La columna de Juan Carlos Guajardo: “Por qué es relevante la compra de Antofagasta Minerals en Perú”

Antofagasta Minerals

"Para Antofagasta Minerals procurar el imprescindible crecimiento en Perú, un distrito minero tan importante como el chileno, es prometedor pero tendrá que aprender a lidiar con riesgos no menores y algunos de ellos diferentes a los que existen en Chile, los cuales tendrá que saber entender y administrar".



La reciente adquisición del 19% de Buenaventura, una de las compañías mineras más importantes de Perú, por parte de Antofagasta Minerals, la compañía minera privada de cobre más grande de Chile, marca un hito significativo y abre un capítulo nuevo en la colaboración entre dos naciones mineras, Chile y Perú.

Este paso estratégico de Antofagasta Minerals le permite finalmente internacionalizarse y expandir su presencia en un distrito minero tan crucial como Perú, país que cuenta con un amplio portafolio de proyectos y un enorme potencial geológico, en un momento en que los proyectos viables en el mundo son limitados. Antofagasta Minerals ha tenido interés en Perú desde hace tiempo incluso con participaciones en algunos proyectos, por lo que la llegada a Buenaventura no es totalmente sorpresiva.

Buenaventura, conocida por su producción principal de oro, tiene una atractiva cartera de proyectos por desarrollar en el ámbito del cobre. La experiencia acumulada por Antofagasta Minerals en la operación de minas de cobre a gran escala complementa muy bien la cartera de Buenaventura. Ambas compañías tienen elementos para compartir en este viaje conjunto hacia el crecimiento.

En un mundo donde los recursos naturales, especialmente el cobre, son esenciales, las compañías mineras están buscando fortalecer sus posiciones a través de asociaciones estratégicas.

Ambas compañías comparten un denominador común: fueron moldeadas por líderes visionarios hace décadas. Andrónico Luksic Abaroa impulsó la creación de Antofagasta Minerals, mientras que Alberto Benavides de la Quintana estableció los cimientos de Buenaventura. Esta colaboración no solo une a dos familias empresariales, sino que también destaca la riqueza minera compartida entre Chile y Perú.

Para Antofagasta Minerals procurar el imprescindible crecimiento en Perú, un distrito minero tan importante como el chileno, es prometedor pero tendrá que aprender a lidiar con riesgos no menores y algunos de ellos diferentes a los que existen en Chile, los cuales tendrá que saber entender y administrar.

La internacionalización de las empresas mineras chilenas, como se está observando con Antofagasta Minerals y SQM, es una señal relevante tanto de que las oportunidades domésticas son crecientemente difíciles como de que el modelo de desarrollo minero en Chile está madurando. Estas empresas que han evolucionado desde ser productores locales a jugadores internacionales están marcando el camino para el crecimiento del ecosistema nacional.

La internacionalización de empresas mineras no solo beneficia a las compañías directamente involucradas, sino que también crea oportunidades para que proveedores de bienes y servicios se expandan globalmente, tal como ha demostrado la acción de las compañías canadienses y australianas, vectores de la presencia de la minería de sus países en todo el mundo.

En este momento, es importante resaltar a los visionarios fundadores, pues establecieron las bases para que en solo dos generaciones sus compañías se convirtieran en líderes en sus respectivos países. La historia de Antofagasta Minerals, que se elevó desde operaciones de pequeña minería en Antofagasta para convertirse en una empresa de 20 mil millones de dólares, es sin duda una fuente de inspiración para el emprendimiento en la minería y una prueba de que en países mineros como Chile y Perú pueden surgir compañías mineras de clase mundial.

* El autor es director ejecutivo de Plusmining