La columna de Juan Ignacio Eyzaguirre: “Emprendedores estatales”

Electricidad referencial / Aton
La columna de Juan Ignacio Eyzaguirre: “Emprendedores estatales”


A veces pareciera que el mundo está pies para arriba. Vemos inversionistas de activistas ambientales, empresas opinando de geopolítica o políticas de género y ahora, en Chile, aparecen emprendedores estatales. Cuentan que la crónica de la nueva empresa de electricidad estatal habría partido con el empuje que caracteriza a todo emprendedor:

-¡Cómo puede ser que aún no den la luz!

-¿Qué podemos hacer?

-Y si hacemos una startup de distribución de electricidad. Seriamos la mejor empresa, nunca se cortaría la luz, quizás cobraremos más barato y los vecinos estarían felices.

-¡Tremenda idea!, decían a coro en el ministerio.

-Pero, ¿de dónde sacamos los fondos?

-Hagamos un fundraising. Hay tantos emprendedores que levantan plata, con esta idea seguro conseguiremos millones.

Así partió el entusiasta grupo de jóvenes emprendedores estatales. Llamaron a inversionistas, practicaron su elevator pitch e hicieron un investor deck: Nuestra misión es armar la mejor empresa distribuidora de electricidad para que nunca más se corte la luz. El roadshow comenzó con la adrenalina que los caracteriza, pero al poco andar descubrieron la ingrata experiencia de levantar fondos.

-Ok, señores, entiendo su afán. Tengo algunas preguntas: ¿me podrían contar de los retornos esperados de esta inversión?, preguntaba un disciplinado inversionista.

-Bueno, el retorno estará definido por lo que nos diga el regulador, así que de eso no debemos preocuparnos. Claro, mientras no suban mucho las cuentas de la luz.

-Pero ¿con qué habilidades y tecnologías cuentan para ser más eficientes que sus competidores? Más aún, ¿Cómo esperan reclutar el talento necesario? ¿Qué conocimientos técnicos necesitan para mitigar los riesgos operacionales?

-No es necesario entrar en tantos detalles, responden los emprendedores. Les habían dicho que la clave era proyectar confianza y seguridad. Además, contamos con el respaldo del gran grupo empresarial del Estado de Chile. Tenemos muchas empresas y sabremos hacer lo que corresponde

-Interesante, respondió el inversionista. ¿Se refieren por ejemplo a EFE? Esa empresa ha perdido más de US$1.000 millones en los últimos diez años.

-No tome ejemplos tan malos. En el Estado tenemos grandes empresas como Codelco, Metro, Enami, Correos de Chile, TVN o Casa de Moneda.

-Creo que deberían revisar sus números, los desafiaba el inversionista. Codelco perdió cientos de millones de dólares, sus ventas han caído más de un cuarto en tres años y su deuda supera los US$20.000 millones. Si fuese privada, ya estaría contra las cuerdas. Metro solo en tres años quemó más de US$1.000 millones y su deuda es de otros US$4.000 millones. Enami, Correos de Chile, TVN y la Casa de Moneda rara vez han visto utilidades. ¿Alguna de sus empresas genera ganancias, condición mínima de sostenibilidad?

-¡Claro que sí! No insinúe que no somos capaces de manejar nuestras compañías. De hecho, la Polla Chilena y los Puertos de San Antonio y Valparaíso ganan harta plata.

-¿Y cómo es su modelo de negocios?

-Bueno, la Polla tiene la única autorización del Estado para vender apuestas y los puertos están concesionados a privados que nos pagan por operar.

-Entiendo. Entiendo. Miren, creo que tienen suficiente trabajo intentando detener la inseguridad en las calles, mejorar las pensiones y remediar los problemas educacionales. Quizás sea mejor que se enfoquen en esos desafíos, ¿no?

Después de varias reuniones infructuosas, el grupo se reunió en un bar para pasar el trago amargo.

-Pucha que es difícil emprender, reconoció uno mientras terminaba su cerveza.

-¿Y si llamamos al Ministerio de Hacienda?, se le ocurrió a uno de los más obstinados. En una de se entusiasman.

*El autor de la columna es autor del libro DesPropósito.

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